Con el cierre de inscripciones de candidatos  para los comicios regionales del próximo 27 de octubre, comenzaron a moverse las fichas en el tablero electoral del país, con un consolidado de más de 121 mil aspirantes a alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas y juntas administradoras locales. Cuatro candidatos disputarán la contienda electoral por la Alcaldía de Barranquilla y cinco por la Gobernación del Atlántico. ¿Cuáles son las primeras lecturas de este tablero donde se disputa el poder local? ¿Cuáles son los nuevos liderazgos y alianzas que se tejen alrededor del control político?

Tanto en Barranquilla como en el Atlántico la contienda se da entre el proyecto consolidado alrededor de la casa política Char y los sectores alternativos. Los primeros, alineados con los caciques del departamento y los segundos, dividiendo sus fuerzas para Alcaldía, pero con aparentes intenciones de una votación unida en Gobernación.

“El proyecto de la casa Char, que administra hace casi 12 años a Barranquilla, ahora también pretende hacerse con la Gobernación. Este proyecto está en el marco de acción político del partido Cambio Radical, pero se debe principalmente a la casa Char. Un proyecto que también lleva candidatos a los otros municipios que conforman el Atlántico”, explica Ángel Tuirán, director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, magíster en Derecho y Administración Pública.

Cambio Radical, “como partido que normalmente está en cierta oposición frente al Gobierno”, ha logrado hacer alianzas con el Centro Democrático para avalar candidaturas a las alcaldías y gobernaciones de la Región Caribe. En el caso de Barranquilla, junto a los partidos Centro Democrático, Liberal, la U y Conservador, formó una alianza para apoyar la candidatura a la Alcaldía de Jaime Pumarejo Heins, exministro de Vivienda. En el Atlántico, le dio el aval a Elsa Noguera De la Espriella, exalcaldesa de Barranquilla y exministra de Vivienda, en alianza con los partidos Conservador, Liberal, La U y Centro Democrático.

En las fuerzas alternativas por la Alcaldía están Diógenes Rosero Durango, quien recibió el aval de la Alianza Verde, y dos curtidos actores: Rafael Sánchez Anillo y Antonio Bohórquez, avalados por la Alianza Social Independiente y el Polo Democrático, respectivamente. Por la Gobernación están Nicolás Petro Burgos, hijo del excandidato presidencial y senador Gustavo Petro, respaldado por la Colombia Humana UP y la Alianza Verde. Rodney Castro Gullo, avalado por Colombia Renaciente, del que hacen parte exministros santistas y disidentes del liberalismo; Carlos Dennis Vega, avalado por Colombia Justa y Libre, partido que normalmente tiene el apoyo de las iglesias evangélicas, y Diana Macías Reslen, respaldada por la Alianza Social Independiente.

“El voto local está determinado, en gran medida, por relaciones de tipo clientelar. Es decir, esa transacción alrededor de burocracia y contratos. Entonces hay un trabajo arduo para los sectores alternativos que giran alrededor del voto de opinión, para romper con ese elemento de la cultura política local y tratar de reproducir lo que sucedió en las elecciones nacionales”, señala Tuirán.

En los comicios de 2018 el senador Gustavo Petro, entonces principal contendiente electoral del presidente Iván Duque, triunfó en Barranquilla y el Atlántico tanto en segunda (17 de junio) como en primera vuelta (27 de mayo).

¿Hegemonía o cambios en la intención de voto?

Para el docente, en la medida que las fuerzas alternativas se fraccionen tendrán las cosas mucho más difíciles porque los proyectos de partidos tradicionales ya cuentan con manejo de la cosa pública, que viene siendo uno en cada municipio y distrito de la región. En el caso de Barranquilla, el proyecto Cambio Radical – Casa Char venía siendo un proyecto político que cuando se miraba frente al opositor, ese opositor estaba asociado siempre al extinguido proyecto del Movimiento Ciudadano. Sin embargo, Tuirán destaca que hay unos nuevos nombres en el panorama local que hacen pensar que esto podría variar.

“Puede variar en la medida que estos nuevos nombres no vienen del Movimiento Ciudadano, como es el caso de Diógenes Rosero, que tiene un liderazgo social, había sido director de Foro Costa Atlántica y representante para la MOE en el Atlántico. Entonces no son sectores que vienen asociados al proyecto Movimiento Ciudadano, sino que son personas que postulan su nombre con un trabajo social que los antecede. Podría romperse esa discusión entre proyecto político Char y proyecto político Movimiento Ciudadano”, puntualiza el académico.

En el plano departamental, analiza el papel del partido Liberal que, como fuerza, es su tercera gobernación. Un partido que ha demostrado vocación de poder, pero que esta vez decidió renunciar a ella para sumarse a la candidatura de Elsa Noguera, teniendo en cuenta que esta es una candidata más cercana a Cambio Radical.

“Con esto vemos que se expande el proyecto político de Cambio Radical y la casa política Char a nivel departamental, y cambia entonces la disputa en gobernación, donde era liberales frente a… y pasa reproducirse la disputa de fuerzas alternativas vs alianza de partidos tradicionales y Centro Democrático. Además, con un nuevo actor (Nicolás Petro) que, si bien tiene algún tipo de trabajo, no cuenta con gran reconocimiento”, concluye.

Por José Luis Rodríguez R.