¿Sabías que en el año 2023 se enviaron alrededor de 4370 millones de correos electrónicos diariamente en todo el mundo? Esto representó un promedio de 347300 millones de correos al año (una cifra que aumentó en un 4.2% con respecto al 2022). Las herramientas digitales como el correo electrónico contribuyen a nuestra huella de carbono e incrementan la crisis de almacenamiento global.

Los correos electrónicos se almacenan en servidores que requieren grandes centros de datos para operar. Estos centros consumen mucha energía, tanto para mantener los servidores activos como para refrigerarlos adecuadamente. Aunque algunos centros de datos utilizan energía renovable, muchos aún dependen de fuentes de energía no limpias, lo que aumenta nuestra huella de carbono por las emisiones de gases de efecto invernadero.  Según estudios, el sector de las tecnologías de la información y la comunicación es responsable de aproximadamente el 2 % de las emisiones globales de carbono, una cifra similar a la de la industria aeronáutica. 

Como resultado del proceso de acumulación de esas cosas que guardamos en la nube y a las que nunca volvemos a acceder, surgen los “datos oscuros”: aquellos datos digitales de un solo uso. El almacenamiento de estos datos ocupa espacio en los servidores y supone un mayor consumo de electricidad. Además, los datos oscuros no se limitan solo a correos electrónicos. Incluyen archivos no utilizados, fotos duplicadas, documentos innecesarios, y cualquier tipo de información digital que queda almacenada en servidores sin ningún propósito claro. Este tipo de datos crece exponencialmente, ya que muchas personas y empresas no tienen políticas claras para su eliminación o gestión adecuada. 

La acumulación de estos datos tiene un impacto significativo en la crisis de almacenamiento global, ya que cada vez se requieren más centros de datos para manejar la gran cantidad de información. Estos centros de datos, a su vez, demandan una gran cantidad de energía para funcionar, lo que incrementa la emisión de C02.

A medida que las empresas y los usuarios continúan creando y almacenando datos innecesarios, la presión sobre los recursos energéticos sigue aumentando. Para mitigar este problema, es esencial que se adopten prácticas sostenibles, como la eliminación regular de datos oscuros y la optimización de los sistemas de almacenamiento. 

Por ello Microsoft ha establecido una nueva política de almacenamiento para el correo y OneDrive de las instituciones educativas que se hará efectiva a partir del 1 de octubre de 2024. Estudiantes, docentes y colaboradores Uninorte deberán revisar su almacenamiento para reducirlo al mínimo posible, eliminando los archivos innecesarios y realizando una copia de seguridad de su información personal en otros medios. 

Para cumplir con la nueva política de almacenamiento de Microsoft, la universidad ha establecido los siguientes límites para sus usuarios:  

Conoce cómo revisar tu espacio disponible en Outlook y OneDrive, el paso a paso para eliminar correos y documentos y otras alternativas de almacenamiento aquí. Recuerda que implementar una limpieza digital no solo ayuda a reducir el impacto ambiental, sino que también mejora la eficiencia en el manejo de la información.