Este año inició la Maestría en Derecho Civil y de Familia, la única que conjuga a nivel nacional el estudio de ambas ramas del Derecho. Así la destaca Luz Tobón, coordinadora académica del programa de posgrado, quien puntualiza que es una propuesta que toma en cuenta el estudio de las relaciones filioparentales, sucesorales y demás, con las relaciones civiles, "entendidas en sentido amplio. Es decir, "en el cruce con el Derecho Privado, Societario y Contractual”.

Según Tobón, “es indudable que en el país muchas de las empresas y sociedades que tenemos son de origen familiar, y por tanto es necesario que los abogados y abogadas civilistas conozcan acerca del Derecho Societario y de la vida jurídica de estas figuras”. La docente trajo a colación los momentos más complejos de la pandemia por Covid-19, en los que fallecieron personas vinculadas a sociedades, por lo que los profesionales del Derecho se vieron abocados a atender una multiplicidad de casos, de diversos matices, para asesorar en materia patrimonial a sus clientes.

Para la doctora en Ciencias Sociales de la Universidad del Norte y en Ciencias de la Educación de la Université Paris Nanterre, una de los puntos fuertes de la Maestría en Derecho Civil y de Familia corresponde a la inclusión de la asignatura en Derecho Tributario, puesto que “reconocemos que el tema tributario es transversal en el Derecho y que las soluciones jurídicas pertinentes deben considerar ese ámbito”.

El programa de posgrado está pensado en preparar a los abogados, ya sean litigantes, consejeros, entre otros, para que tenga “un pensamiento holístico, que pueda abordar los problemas jurídicos desde diferentes ángulos, dar respuestas pertinentes, mucho más complejas y completas, y por eso somos una maestría pionera en Colombia”. Cabe anotar que la Maestría también surge como una respuesta positiva al impacto satisfactorio que ha tenido hace más de 13 años la Especialización en Derecho Civil y de Familia.

La nómina de docentes es de lujo. Magistrados, jueces y profesionales de alto nivel, algunos procedentes de Bogotá, Cali y Medellín, configuran la planta. La maestría, siendo de corte profesionalizante, cuenta con un componente práctico importante, a través de la asignatura Práctica Forense, desarrollada en el último semestre.

Hablan los estudiantes.

Con 14 estudiantes inició la maestría en el mes de enero. Un grupo heterogéneo, con estudiantes de las primeras cohortes de la especialización y otros que la terminaron hasta el año pasado. 

Ginna Paola Sierra, estudiante de la Maestría y quien registra más de 12 años como Defensora de Familia, expresa que se siente muy satisfecha con las materias, el programa desarrollado y sus diferentes docentes, porque ha enriquecido su quehacer profesional.

Juan Camilo Palacios, también estudiante y abogado experto en las líneas de Notariado y Registro y Derecho Societario, expresa que la maestría "tiene una línea muy direccionada al mercado corporativo y al impacto de los temas civiles y de familia en el mismo".

Palacios considera que los conocimientos adquiridos se vuelven estrategias, dinámicas e ideas para resolver problemas jurídicos de forma acertada. “Un profesor decía: “los ojos no ven lo que la mente no sabe”, y esta maestría nos ayuda a abrir la mente para que nuestros ojos puedan ver más allá”, concluye el jurista.

Por: Lucía Avendaño Gelves