El lenguaje está presente en todas las esferas de la sociedad, sin distingo de género, estrato social y/o formación académica. Todos hacemos uso del lenguaje. Por eso es que, a partir de él, es posible hacer análisis culturales del hablante, cómo se relaciona con el otro, interpreta y dialoga con otras culturas. En torno a esta reflexión conversó Adriana Bolívar durante la primera jornada de la II Escuela Lingüística de Verano, que se lleva a cabo el 26 y 27 de agosto en el Centro de Escritura ECO.

Bolívar es una lingüista y analista del discurso con amplia experiencia en Latinoamérica. Actualmente se encuentra trabajando en tres líneas de investigación, que son: análisis del discurso académico, el discurso político y el discurso intercultural. De hecho llegó a Uninorte para dictar un taller sobre el análisis de la relación entre cultura y lenguaje.

Y es que para Adriana Bolívar, en el lenguaje se encuentra todo sobre una sociedad. “Puedes conocer una cultura y su relación con otras en la medida que comprendes su lenguaje, y no solo como lingüista; cualquiera debe hacerlo para poder relacionarse con el otro, comprender al otro y sobre todo dialogar con respeto al otro”, recalcó.

Por eso en su trayectoria profesional ha analizado el discurso político que marca la transición entre democracia y revolución, y de democracia a dictadura, haciendo mención de su país natal, Venezuela. “Como lingüista y analista del discurso he buscado las similitudes en el lenguaje entre populismos de izquierda y de derecha, porque no importa la postura política sino cómo influye en la sociedad determinado discurso”, expresó.

Para ella, siempre estamos en permanente construcción de nuestra identidad y eso se hace evidente a través del lenguaje, de cómo nos expresamos de sí mismos y cómo nos expresamos del otro. Para ella “el lenguaje por sí solo no hace nada, es la gente la que le da un uso relacionarse, manipular o ejercer poder”.

Llamó la atención sobre "el discurso de hoy", en el que, según ella, “parece que la moda es que los gobiernos permanentemente ofendan y humillen a las personas a través del lenguaje, lo vemos en personajes como Trump, Bolsonaro, Macri y Maduro”. Por esto, la sociedad y los profesionales del lenguaje "deben estar en capacidad de formular discursos de resistencia”, construidos a partir del buen uso del lenguaje.

A nivel latinoamericano, Bolívar promueve una cultura de resistencia y no de victimización con respecto al lenguaje. “Debemos publicar, proponer, generar investigación que cada vez llegue más lejos para desprendernos de ese rótulo de víctimas”. Eso la ha llevado a ser asesora de estudiantes de doctorado en países como México, en los que enseña no solo a escribir correctamente sino también a investigar.

Como lingüista no ve ningún idioma más importante que otro. “Mientras más idiomas aprendemos, más puertas de interculturalidad y comunicación abrimos”, opinó. De hecho, se refiere a las lenguas indígenas como algo a rescatar, con suma importancia y que debería estar de forma obligatoria en colegios y universidades.

Se refirió al final sobre la tendencia actual del lenguaje incluyente y mencionó lo siguiente: “el lenguaje no es nada, es la gente la que puso esa etiqueta de incluyente porque piensan que en el lenguaje tiene que coincidir la gramática del lenguaje con la diferencia de género. Y eso ya lo explicó gente como Ignacio Bosques, diciendo que eso no se puede hacer”. Insiste en que es la gente la que incluye o excluye, no el lenguaje por sí solo, está de acuerdo con dar cabida a hombres y mujeres pero no con recursos extremos que lo que lo que hacen es distorsionar el lenguaje.

Durante su taller, Adriana Bolívar continuará explicando la relación inquebrantable entre lenguaje y cultura, cómo se estudia y qué importancia tiene.

Por Omar David Alvarez