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Deshumanización: socióloga detalla la dura realidad de los solicitantes de asilo en Grecia

La investigadora Clara De La Hoz del Real expuso detalles de su estudio sobre las terribles condiciones que enfrentan los solicitantes de asilo en Samos, Grecia. La charla hace parte del trabajo del Grupo de Investigación de Desarrollo Humano.

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Vista general del campo de solicitantes de asilo en Grecia. 

Por: José Luis Rodríguez R.

16 jul 2024

"Soy una persona, tengo sentimientos, tengo un corazón, tengo un futuro", expresó frente a una cámara un solicitante de asilo sirio, al describir su desesperación tras dos años en un campo de refugiados en Grecia. En una charla desarrollada el viernes, 12 de julio, por la socióloga franco-colombiana Clara de la Hoz del Real, el testimonio de Haji y otros migrantes fueron presentados, recalcando las terribles condiciones y la sensación de encarcelamiento que experimentan en los llamados "hotspots" europeos. 

A través de su presentación, De La Hoz, Ph.D. en Sociología de la Universidad de París-Saclay, destacó la urgente necesidad de una perspectiva más humana y empática en la gestión de la llamada "crisis migratoria europea" y compartió sus hallazgos sobre los desafíos que enfrentan los migrantes en Europa, específicamente los solicitantes de asilo en la isla griega de Samos. La conferencia se desarrolló en el salón 24G1, en el marco del trabajo del Grupo de Investigación de Desarrollo Humano de la División de Humanidades de la Universidad del Norte, como parte de una serie de actualizaciones temáticas.

La socióloga trabaja en la isla de Samos, en Grecia, desde hace dos años y medio por invitación de una ONG que buscaba respaldo académico para sus acciones de defensa de derechos de los migrantes. Allí ha estudiado el fenómeno migratorio y registrado diferentes casos de solicitud de asilo en Grecia.

Samos es uno de los puntos estratégicos de llegada para los migrantes en Europa, a través de los conocidos "hotspots", puntos de entrada que en teoría facilitan el registro y la identificación de migrantes, pero en la práctica funcionan como “centros de detención donde los solicitantes de asilo pueden pasar años esperando la aprobación de sus solicitudes”.

Vista general del campo de solicitantes de asilo en Grecia. 



Según De La Hoz del Real, la política migratoria es "calificada por los solicitantes de asilo que transitan por Turquia y las organizaciones humanitarias y otras organizaciones de la sociedad civil como deshumanizante," y muchos migrantes al llegar a Grecia no encuentran alivio. Grecia y Frontex han sido acusados de practicar los "pushback" (espera que los barcos estén en aguas territoriales europeas y los devuelven), como una estrategia de contención de migrantes a las puertas de Europa. 

Política migratoria dura

Las condiciones en los campos de solicitantes de asilo son particularmente duras. "El nuevo campo de Zervou, en Samos, y los otros campos de las islas hotspots, han sido calificados como el 'Guantánamo europeo’ o los campos de la 'vergüenza ' por las organizaciones de defensa de los derechos humanos. El de Zervou está totalmente cerrado y controlado con mallas de seguridad, alambres de púa, miradores con agentes y drones," describió De La Hoz del Real, evocando el sentimiento de migrantes como Haji: "No quiero vivir en una cárcel y terminar mi vida en la cárcel".

La política migratoria europea agrava aún más la situación. Según el reglamento de Dublín, los solicitantes de asilo deben quedarse en el país de entrada, lo que ha generado una sobrecarga en Grecia, Italia y España. "Para muchas de las personas que están en estos campos, el problema central es de salud mental. Ya han huido de guerras y vivido todas las posibles agresiones físicas y psicológicas, y se encuentran en condiciones de encierro y humillaciones sistemáticas diarias," subrayó la investigadora.

La perspectiva de De La Hoz es clara: "La situación no va a sino a empeorar con el ascenso de la extrema derecha en algunos países de Europa que respalda la construcción de más de estos campos". A pesar de las duras circunstancias, su trabajo y el de otros académicos y activistas continúa, buscando darles voz y visibilizar las condiciones de vida de los migrantes en Europa.