“Tener en Portugal una franquicia de la marca Totto es un trabajo satisfactorio, no solo porque es nuestro proyecto, sino también por ver el orgullo nacional, una marca Colombiana que es reconocida aquí en Europa” 

“Por cosas de la vida” - afirmó, el amor y el trabajo la condujeron hacia Portugal en donde ella y su esposo decidieron embarcarse en esta aventura de emprender y hacer negocio con la franquicia.

El proceso de adaptación no fue tan difícil según cuenta porque la cultura de la ciudad, aunque es diferente, también tiene algunos aspectos parecidos a los de su ciudad natal, Barranquilla. Un ejemplo de ello es que Lisboa queda en la desembocadura de un río y las personas son muy cariñosas, amables y atentas. “tenía de todo un poco de lo que extrañaba de Barranquilla, todo eso lo hizo más fácil” expresó.

Para Adriana sacar adelante este proyecto requirió de muchos sacrificios y de dar lo mejor de uno mismo para poder ver los frutos.

El rol principal que desempeña en este proyecto es en la cadena de suministro, es decir, ella es la encargada de velar por el producto desde que sale hasta que llega a la tienda del cliente. Sin embargo, como aún se encuentra en la fase de crecimiento  también tiene otras responsabilidades como en el área de mercadeo.

Adriana llegó a Portugal durante uno de los momentos más críticos de la economía en Europa,  por tal razón, cuando abrieron la franquicia y ofrecieron los productos, todos los posibles clientes les cerraron las puertas “fue el primer reto más grande por el que pasamos”.

El segundo fue cambiar el significado de la palabra Totto, ya que en portugués este término significa “Tonto”, y era así como los jóvenes asociaban esta marca “Fue algo difícil porque no quieres verte asociado con algo que signifique tonto” a pesar de eso, la marca la recuerdan y lograron darle la vuelta.

Actualmente, este negocio cuenta con más de 300 clientes, entre los más relevantes se encuentran el Corte Inglés, una reconocida cadena de almacenes en Europa (Puede asociarse con Falabella) tiendas en los terminales de  aeropuertos, almacenes de deporte, librerías y espacios turísticos, “en la gran Lisboa están por todos lados” – afirmó.

Finalmente, Adriana nos cuenta que haber estudiado ingeniería Industrial en la Universidad del Norte, le permitió tener una gran visión para desarrollar su negocio, para soportar diferentes áreas como la logística pero también el mercadeo “la carrera es tan amplia y completa que uno puede desarrollar diferentes actividades y luego ir viendo hacia dónde te vas a encaminar, me ha ayudado mucho como emprendedora” – concluyó Adriana.