La egresada Victoria Soell.
Por: Daniela Murillo
18 ago 2023
Desde muy pequeña, Victoria Meisel Romero, hoy Victoria Soell (tras adoptar el apellido de su esposo) sintió un gran interés por emprender un camino de exploración y búsqueda del bienestar. Su motivación y fascinación por descubrir todo lo que comprende una “vida feliz” comenzó cuando tenía 16 años en la biblioteca de su papá, mientras ojeaba "Las cartas a Lucilio", libro de 124 cartas escritas por Lucio Anneo Séneca durante los tres últimos años de su vida. Desde ese momento supo que su camino estaría marcado por la psicología, el campo que le permitiría descubrir herramientas confiables para promover y mantener la salud emocional.
Hoy día, Victoria es graduada del programa de Psicología de Uninorte en 2005, tiene un Máster Universitario en Diseños y Aplicaciones de la Investigación en Psicología y Salud, es doctora en Ciencias Bio/Socio Sanitarias e instructora de Mindfulness / Coach en Resiliencia y Reducción de Estrés en Núremberg, Alemania, donde vive hace un poco más de 9 años.
“En Uninorte fue donde empecé a sentir la psicología como mi pasión de vida, en quinto o sexto semestre. Yo estudié con profesores y compañeros increíbles y la psicología tiene algo muy bonito y es que tiene mucho que ver contigo siempre. La universidad me dio la gran oportunidad de explorar enfoques psicológicos distintos”, agregó.
Tras obtener su título como profesional, Victoria viajó a España, a hacer sus prácticas en investigación. Pese a no ser, en un principio, el ámbito de su preferencia, adaptó sus conocimientos y experiencia en investigación social en Uninorte al campo de la investigación cuantitativa. Esta apuesta en su camino profesional la llevó después a cursar la maestría y luego su doctorado.
“Aprendí a utilizar las herramientas y el pensamiento crítico que te da la investigación. Y esta perspectiva me han acompañado en todo mi quehacer profesional. Me seguí formando en investigación, aunque mi pasión siempre fue la psicología clínica. Pero fue precisamente esta base investigativa que me dio las posibilidades de estar donde estoy”, agregó.
Con el tiempo, Victoria conoce a su esposo, de descendencia alemana, y se muda a la ciudad de Núremberg y se propone aprender alemán para darle un nuevo impulso a su carrera profesional. Conoce un nuevo grupo de investigación en este país, con una línea similar a la que manejaba en España. Y tras una pausa para dedicarse a su familia, empieza una empresa de Nutrición para mujeres que tiene como misión el balance del cuerpo y de la mente. Así volvió a conectarse con el bienestar, el balance del cuerpo-mente, la resiliencia, el manejo del estrés y el mindfulness.
“Todas estas experiencias me fueron llevando a lo que yo quería hacer desde un principio: la psicología clínica. Pero, claro, como extranjera, uno tiene que mirar las limitaciones que se tienen, asumir las oportunidades del camino y nunca olvidarse de los recursos que uno tiene a la mano y saber ponerlos sobre la mesa”, manifestó.
En la actualidad, las áreas de especialización de Victoria son la reducción de estrés y personalidad, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), mindfulness, consultoría para padres, intervenciones basadas en Neurociencia y Psicología Humanista, y ansiedad hospitalaria. De este modo, trabaja de la mano con familias y niños, como también con grupos empresariales y personas individuales.
“Uninorte me dejó una perspectiva global. Un conocimiento integral en el que pude conocer y estudiar todos los enfoques de la psicología por semestre. Me dejaron ver un poco de psicología educativa, un poco de clínica, un poco de social. Eso no lo vi en España. Hay otro rasgo que destaco y es la facilidad que te da la universidad para moverte y tener experiencias universitarias en otras ciudades del país y del mundo”, estableció.
Por el momento, Victoria está feliz de seguir trabajando a nivel grupal e individual con su propuesta de acompañamiento psicológico.
“En países como Alemania hay muy poca resiliencia. La gente está sufriendo muchísimo. Siento que aprender nuevas perspectivas para ser más resilientes, es un llamado grande que hace la sociedad. He encontrado mi voz, mi sitio. Por primera vez no quiero estar en otro lugar”, concluyó.