Blogs

Radiografia actual de los actores de la violencia armada en el Caribe colombiano (1)

Por: Luis Fernando Trejos

El año 2021 se inicia con cinco subregiones del Caribe colombiano en las que distintos Grupos Armados Organizados hacen presencia activa en el marco de conflictos particulares con caracteristicas y dinamicas autonomas. Cabe destacar que los actores protagónicos de la violencia directa en el Caribe colombiano son los grupos posAUC.2

A continuación, se enuncian y describen brevemente las organizaciones armadas ilegales que semergieron despues de la desmovilización del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia y aquellas que son anteriores a las AUC y que se han mantenido activas aun después de la desmovilización del Bloque Caribe de las FARC-EP.

Los actores emergentes

A continuación se enuncian y describen de manera breve los grupos armados ilegales que aparecen en el Caribe colombiano después de la desmovilización del Bloque Norte de las AUC.

Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC)

En la actualidad son el actor armado ilegal con mayor presencia en el Caribe colombiano (todos los departamentos continentales) por medio de distintos tipos de alianzas con estructuras locales. Los lugares donde concentran mayor poder son los que fueron llamados “retaguardias estrategicas de las AUC”, como el sur de Córdoba y el sur de Bolívar.

En el sur de Córdoba, las AGC operan por medio de dos bloques: 1) el Central Urabá (Antioquia y Chocó) y 2) el Pacificadores de Córdoba y Bajo Cauca (Defensoría del Pueblo, 2018). El Bloque Central Urabá cobija el Frente Carlos Vásquez, que desde el año 2016 hace presencia permanente en el sur del municipio de Tierralta y en límites del Parque Nacional Natural Paramillo, y “su accionar se despliega a través de contingentes que portan radios de comunicación, armas largas, visten en el día prendas de color oscuro o de civil y en las noches uniformes camuflados” (Defensoría del Pueblo, 2018, p. 5).

El Bloque Pacificadores de Córdoba y Bajo Cauca opera a través de los frentes Rubén Darío Ávila y Juan de Dios Úsuga, que se ubican en los municipios de Montelíbano, Puerto Libertador, San José de Uré y en Tierralta, en coordinación táctica con el Frente Carlos Vásquez. Las dos estructuras están conformadas por individuos vestidos de civil en las cabeceras municipales y vías principales, que tienen como misión vigilar los movimientos de la fuerza pública, recaudar las extorsiones y asumir funciones logísticas (Defensoría del Pueblo, 2018, p. 7).

En las periferias rurales las AGC tienen unidades especiales, grupos de choque, que utilizan material de guerra (fusiles y armas de apoyo) y visten con prendas de uso privativo de las fuerzas militares. Los miembros de estos grupos han recibido formación militar en el Urabá antioqueño y se mueven por todo el sur de Córdoba, teniendo como base el Nudo de Paramillo (Los Caparrapos, 17 de abril de 2019).

Los Caparros

En el sur de Córdoba también operan los Caparros (antes Caparrapos), también conocido como el Bvpa (Bloque Virgilio Peralta Arenas). Se trata de un grupo criminal vinculado al narcotráfico y la minería ilegal. El BVPA es una estructura que se separó de las AGC después de rechazar el anuncio de sus líderes de explorar un posible sometimiento a la justicia durante la administración del expresidente Santos.

Varios de sus integrantes recibieron formación militar en las desmovilizadas AUC, eso les ha permitido disputar y ganar el control de territorios en el Bajo Cauca antioqueño y el sur de Córdoba, especialmente después de la desmovilización de las antiguas FARC-EP.

Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN)

En la práctica, las Acsn (antes Pachencas) funcionan como el brazo armado de la Oficina Caribe, que fue creada por Hernán Giraldo con apoyo de la Oficina de Envigado, meses antes de la desmovilización del Bloque Norte de las AUC. El objetivo de las Acns consiste en mantener el control territorial sobre la Troncal del Caribe y las rutas y los puntos estratégicos de la Sierra Nevada de Santa Marta por su privilegiada posición geográfica como centro de acopio, procesamiento y punto de exportación de clorhidrato de cocaína al exterior. De hecho, según la Defensoría del Pueblo (2019b), las ACSN manejan las rutas del narcotráfico hacia República Dominicana y Europa.

También puede afirmarse que las Acsn forman parte de una “oficina de cobros” que opera desde la ciudad de Santa Marta hasta el sector de Palomino (La Guajira). En este territorio por medio de las Acns cumplen funciones duras de Estado, mantienen el monopolio de la violencia, administran justicia y recaudan tributos. Esto último mediante el cobro de extorsiones al sector turístico, comercial y agroindustrial (palma de aceite y banano) y más recientemente al comercio de tierras.

A continuación, se enuncian y describen brevemente las organizaciones insurgentes con presencia en el Caribe y que se han mantenido activas aun después de la desmovilización de las FARC-EP.

El ELN

El ELN es uno de los dos grupos insurgentes que se mantienen activos en territorios del Caribe colombiano a través de estructuras armadas adscritas a tres frentes de guerra diferentes. Iniciando el año 2020, en este territorio se encuentran unidades de los siguientes frentes guerrilleros: 1) Luciano Ariza y José Manuel Martínez Quiroz, en La Guajira y centro del Cesar, respectivamente (Frente de Guerra Norte); 2) Camilo Torres Restrepo, en el sur del Cesar (Frente de Guerra Nororiental); ), y 3) Édgar Amilkar Grimaldos; Héroes y Mártires de Santa Rosa; José Solano Sepúlveda y Alfredo Gómez Quiñones (Frente de Guerra Darío de Jesús Ramírez Castro).

Debe señalarse que las estructuras del ELN pertenecientes a los frentes de guerra norte y nororiental se encuentran dentro de un corredor de movilidad de la insurgencia armada que tiene como eje central la Serranía del Perijá y va desde la Alta Guajira hasta la región del Catatumbo en Norte de Santander, pasando por el departamento del Cesar.

El Perijá es estratégico por ser frontera natural con Venezuela. Su ubicación fronteriza convierte al Cesar en un punto estratégico para la confrontación armada en la costa Caribe colombiana. Esto se explica porque, por un lado, en términos militares, la frontera posibilita la evasión de la acción armada del Estado. Y por otro, en lo político, el acceso a Venezuela le ha facilitado a esta guerrilla la construcción de redes económicas, logísticas y de apoyo político en ese país.

Desde el sur del Cesar, el ELN, estimulado por la explotación carbonífera, logró crecer y expandirse hacia los municipios del centro y norte del departamento por medio de los frentes guerrilleros 6 de Diciembre (desmontado) y José Manuel Martínez Quiroz (debilitado pero aún activo).

En cuanto al sur de Bolívar, esta región es importante por la consolidación de la presencia del ELN en las subregiones del sur de Bolívar y el nordeste antioqueño, ocurrida durante los años 1969 y 1972. En 1978, Manuel Pérez, alias el Cura, llegó al municipio de Morales, y a inicios de los ochenta se conformó el Frente José Solano Sepúlveda. En el año 1992, se creó, además, el Frente Héroes y Mártires de Santa Rosa. Desde finales de los noventa las estructuras que conforman el Frente de Guerra Darío de Jesús Ramírez Castro, a pesar de venir siendo golpeadas sistemáticamente por la acción de la fuerza pública, aún realizan actividades armadas continuas en el sur de Bolívar.

El Ejército Popular de Liberación (EPL)

Desde el año 2017, la Defensoría del Pueblo (2018) ha venido reportando la presencia de unidades del Frente Libardo Mora Toro del EPL en el sur del departamento del Cesar, específicamente en zonas rurales de los municipios Curumaní, Chimichagua y Pelaya. La misma institución reportó que esta estructura armada conformó el Frente Elisenio Torres Villalba con presencia en zona rural de los municipios antes señalados y también en Pailitas.

Para la Defensoría del Pueblo, el objetivo de esta organización armada en el sur del Cesar consiste en tratar de asegurar territorios donde convergen las rutas que unen el sur de Bolívar, el Magdalena Medio, el Catatumbo (zonas de siembra de hoja de coca y procesamiento de clorhidrato de cocaína) con el centro del Cesar (corredor de traslado de clorhidrato hasta los puntos de exportación en el Caribe colombiano y de traslado de insumos químicos hasta los sitios de procesamiento).

Para resumir, se puede afirmar que el interés real del EPL en esta región es replicar el papel articulador de los nodos de la red de narcotráfico que controló en el Catatumbo y perdió en el 2018 al ser derrotado por el ELN en una guerra que libraron las dos organizaciones armadas por el control de los territorios dejados por las Farc-EP en el Catatumbo (Defensoría del Pueblo, 2018).

A modo de conclusión se puede afirmar que algunas de estas organizaciones ya tenían largas trayectorias en los territorios y han construido bases de gobernanza armada (en áreas rurales), como el ELN en el sur de Cesar y de Bolívar. Otras de las organizaciones armadas son de origen más reciente, derivadas de grupos disidentes, rearmados o híbridos de las extintas AUC. Estos últimos son especialmente relevantes en la Sierra Nevada de Santa Marta y el sur de Bolívar y de Córdoba. Allí se dedican a la ampliación de su portafolio criminal; sobresalen las actividades relacionadas con el narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión.

Además, en el caso de las AGC, las ACSN y los Caparros se trata de grupos internamente inestables en la medida en que dependen mucho de las coyunturas locales y regionales, ya que estas terminan incidiendo directamente en sus configuraciones y reconfiguraciones orgánicas por la continua captura o muerte de sus mandos, ya sea por efecto de la acción de las autoridades o por choques con sus competidores armados. No obstante, cabe señalar que las mismas coyunturas también provocan pactos o alianzas (Paz Mafiosa) con actores legales e ilegales.

En este sentido, los grupos pos-AUC funcionan como mafias de distinto nivel y alcance que centran su accionar en el cobro de un impuesto (extorsión) a cambio de protección a individuos u organizaciones y a las actividades económicas que realizan ya sean legales o no.

Referencias 

  • Defensoría del Pueblo. (2018). Alerta Temprana de Inminencia n.º 010-18.
  • Defensoría del Pueblo. (2019a). Alerta Temprana n.º 044-19.
  • Defensoría del Pueblo. (2019). Alerta Temprana n.º 018-19.
  • El sur de Córdoba: teatro de guerra con poca atención integral del Estado. (26 de diciembre de 2019). Verdadabierta.com. Recuperado de: https://verdadabierta.com/sur-cordoba-teatro-guerra-poca-atencion-integral-del-estado/

1. Este texto hace parte de los documentos de trabajo del curso: Miradas subnacionales del conflicto armado en Colombia: Cambios en las dinámicas de violencia armada en el escenario posFarc-EP. Organizado por el Centro de Pensamiento UNCaribe y el Centro de Educación Continuada de la Universidad del Norte, en el marco de la Escuela de Cursos Virtuales del Instituto Capaz.

2. Sierra Nevada de Santa Marta, Montes de María y los sures de los departamentos de Bolívar, Cesar y Córdoba.

[1] Especialmente en el Distrito de Santa Marta y los municipios de Ciénaga (Magdalena) y Dibulla (La Guajira). Desde el año 2019 también hacen presencia en los municipios de Bosconia, El Copey y Pueblo Bello (Cesar).