Muchas veces, cuando hablo de la necesidad de que más personas estudien Ing. Electrónica y profesiones afines, menciono que estas son las carreras del futuro pero que el futuro ya llegó. Esto es una realidad y los productos que existen hoy en día y que no necesariamente han salido al mercado en los últimos tiempos lo confirman. Para la muestra, el diario El Universal de Cartagena sacó una nota sobre10 tecnologías que aparecían en los Supersónicos y que hoy en día son una realidad. Para contextualizar al público joven, Los Supersónicos era una serie de dibujos animados que se mantuvo al aire entre los años 80 y 90 y presentaba una visión futurista del mundo (algo así como la contraparte de Los Picapiedras, de los mismos creadores: Hanna Barbera). El portal de tecnología Enter.co, también hizo un resumen de las tecnologías de esta serie que ya existen hoy en día. Lo más impresionante es que lo que hace 20 años veíamos como el futuro lejano, hoy es de lo más normal y cotidiano. 

Y es que en el mundo de la Ingeniería se está hablando ya de un concepto que implica que no solo los dispositivos electrónicos estén conectados, sino que cualquier cosa lo esté. Empezamos con los computadores, las impresoras, las cámaras, los teléfonos, pero ahora seguimos con los televisores, los relojes, las neveras y seguiremos con los aires acondicionados, las camas, los carros, los cultivos, y cualquier cosa que se nos ocurra. 

Esto es el Internet de las Cosas. Una visión futurista de la tecnología que ya se está volviendo realidad y que ya se está trabajando alrededor de todo el mundo para desarrollar muchísimas cosas más y que probablemente hoy se crean imposible y en unos 2 o 3 años se conviertan en algo cotidiano. Consiste en que las cosas en general estén conectadas y que no solo las personas ingresemos información a la red, sino que las cosas mismas generen información, la compartan entre ellas y tomen decisiones con el fin de automatizar distintos procesos. 

Tal vez el ejemplo más típico para explicar el Internet de las Cosas es la “nevera inteligente”. ¿Qué tal una nevera a la cual le digas que deseas preparar alguna receta y te informe si tienes los ingredientes necesarios? O mejor, ¿qué tal si la nevera sabe los productos que compras regularmente en el mercado y cuando vayas de compras te informe qué hace falta comprar? O incluso, ¿qué tal si la nevera se da cuenta que se acabaron los huevos, o la leche, o cualquier otro producto y ella misma hace el pedido a tu supermercado de confianza para que tú lo pagues cuando llegue? Incluso, hasta ella misma lo puede pagar a través de tu tarjeta de crédito. Todo esto solo por dar un pequeño ejemplo.

Realmente son muchas las cosas que podemos lograr a través del Internet de las Cosas. Tener un control total sobre todas las luces, electrodomésticos y cualquier carga de consumo eléctrico de tu casa desde cualquier lugar del mundo. Aunque esto ya existe. Pero, ¿Qué tal que los dispositivos se enciendan o apaguen según tus movimientos y/o necesidades en tu casa sin una orden expresa? Entras a tu habitación, se enciende la luz y el aire acondicionado; entras al baño y se apaga la luz y el aire de la habitación y se enciende la luz en el baño; entras a la ducha y se abre la llave. Bueno, toda esta tecnología existe ya, pero si además, ¿la ducha sabe cuándo terminaste de bañarte y se cierra sola? Luego, entras a la habitación y, como tienes frío porque te acabas de bañar, el aire acondicionado no se enciende hasta que te seques, o si prefieres, sí se enciende pero con poca intensidad. En fin. ¿Cuántas cosas no podrían ocurrir?

Pero no solo podemos tener casas inteligentes gracias al Internet de las Cosas. Podríamos tener cultivos agrícolas inteligentes. ¿Qué tal una red de sensores en el terreno cultivado que identifique qué tan húmedo o seco está el suelo para activar automáticamente el sistema de riego? Tal vez dependiendo de qué tan maduro esté el producto cultivado se requiera más o menos agua, o más o menos fertilizantes, o los sensores pueden identificar si el cultivo está siendo atacado por alguna plaga para activar el suministro automático de insecticida. 

Realmente el Internet de las Cosas es un concepto tan amplio que nos puede facilitar nuestras tareas desde cualquier punto de vista. Hasta el dichoso secador de pelo puede identificar cuánta radiación está emitiendo para apagarse solo si empieza a hacerle daño a la persona que lo utiliza. Como escribí al inicio de este artículo y como digo siempre. La electrónica es el futuro, pero el futuro ya está aquí. ¡A no quedarse atrás y a prepararnos para todo lo que viene!