Introducción
En el entorno universitario contemporáneo, donde la tecnología y el acceso a la información digital son esenciales para la educación y la investigación, la ciberseguridad emerge como una prioridad crítica. Los estudiantes, profesores y personal administrativo manejan diariamente una gran cantidad de datos personales, académicos e institucionales, lo que los convierte en objetivos atractivos para los ciberdelincuentes. La importancia de la ciberseguridad en la universidad no solo radica en la protección de esta información, sino también en la preservación de la integridad académica y la continuidad de los servicios educativos.
La creciente frecuencia y sofisticación de los ciberataques subraya la necesidad de una comunidad universitaria consciente y bien informada sobre las mejores prácticas de ciberseguridad. Cada miembro de la universidad tiene un papel crucial en la defensa contra las amenazas cibernéticas. Adoptar medidas de ciberseguridad no solo protege la información sensible, sino que también promueve un entorno seguro y confiable para el aprendizaje y la innovación. La ciberseguridad, por lo tanto, no es solo responsabilidad de los especialistas en tecnología de la información, sino una responsabilidad compartida que requiere la participación activa y el compromiso de toda la comunidad universitaria.