El inglés ha sido en las últimas décadas la lengua internacional más utilizada para la difusión de conocimientos en muchas áreas. Enfrentamos el reto, no solamente de elevar la competencia comunicativa de los y las jóvenes del país, sino también de mejorar  la preparación de los  y las docentes en esta área. Para poner en marcha un proceso de mejoramiento de la calidad en la enseñanza del inglés como lengua extranjera son imprescindibles los programas de formación y desarrollo de educadores con una visión ajustada a las exigencias del nuevo milenio y comprometidos con el proceso de construcción del nuevo país y su región, así como con su proyección en el contexto mundial. Esto significa preparar docentes con una sólida fundamentación teórica, lingüística, metodológica e investigativa capaces de convertirse en agentes promotores de cambios en el ámbito de su actividad profesional, de generar conocimiento en sus contextos a partir de una aplicación rigurosa de los métodos de investigación y la adecuación creativa de los conocimientos generados hasta el momento en las diversas disciplinas que confluyen en el área.