“En su nivel más básico, los modelos climáticos usan ecuaciones para representar los procesos e interacciones que impulsan el clima de la Tierra. Estos cubren la atmósfera, los océanos, la tierra y las regiones cubiertas de hielo del planeta”,
explican una serie de autores del portal CarbonBrief. Un modelo climático global, un mapa que muestra los resultados de la interacción entre estos sistemas, normalmente contiene suficiente código informático para llenar 18.000 páginas de texto impreso. Por lo general se necesita una supercomputadora del tamaño de una cancha de tenis para que se haga cargo de un programa como ese.
Estudiando el océano
En un artículo publicado en la revista Ocean Dynamics explican que en las proyecciones de los tres modelos que eligieron estudiar, las temperaturas del aire superficial continuará aumentando en el Caribe. De hecho encontraron que el límite de 2 °C con respecto al período preindustrial (25,70 °C), establecido como meta global por el Acuerdo de París, se alcanzaría en el Caribe para 2060 bajo uno de los escenarios y en 2040 bajo otro dependiendo de la disminución que se logre en la emisión de gases efecto invernadero.
Tal aumento de la temperatura podría extender la temporada de huracanes en la cuenca y aumentar la frecuencia de los huracanes en más de 40 % para fines de siglo. Además, “se podrían ver afectados los ecosistemas de coral en el Caribe al aumentar y fortalecer los eventos de blanqueamiento de corales, lo que podría tener un fuerte impacto en los ecosistemas regionales y el suministro de alimentos para las comunidades costeras”.
Quizás la advertencia más delicada que tienen los dos investigadores de Uninorte está relacionada con las consecuencias del aumento del nivel de mar que se podría dar en el Caribe. En los escenarios analizados el nivel medio del mar aumentaría entre 32,53 y 43,25 centímetros para 2071 a 2100 con respecto al período de referencia de 1976–2005. Esto sin tener en cuenta el aporte que podría hacer el derretimiento del hielo terrestre, que implicaría para el período 2081-2100 un aumento del nivel del mar de 50 a 80 cm
Tal aumento de la temperatura podría extender la temporada de huracanes en la cuenca y aumentar la frecuencia de los huracanes en más de 40 % para fines de siglo. Además, “se podrían ver afectados los ecosistemas de coral en el Caribe al aumentar y fortalecer los eventos de blanqueamiento de corales, lo que podría tener un fuerte impacto en los ecosistemas regionales y el suministro de alimentos para las comunidades costeras”.
Quizás la advertencia más delicada que tienen los dos investigadores de Uninorte está relacionada con las consecuencias del aumento del nivel de mar que se podría dar en el Caribe. En los escenarios analizados el nivel medio del mar aumentaría entre 32,53 y 43,25 centímetros para 2071 a 2100 con respecto al período de referencia de 1976–2005. Esto sin tener en cuenta el aporte que podría hacer el derretimiento del hielo terrestre, que implicaría para el período 2081-2100 un aumento del nivel del mar de 50 a 80 cm
En esta imagen se pueden ver dos posibles escenarios de aumento en el nivel del mar para las islas del archipiélago de San Andrés y Providencia. El escenario de la izquierda muestra qué pasaría si actuamos para reducir los gases de efecto invernadero en las próximas décadas. En ese caso el nivel del mar aumentaría unos 33 centímetros antes de 2100. El escenario de la derecha muestra que el nivel del mar aumentaría hasta 54 centímetros si no ponemos en marcha medidas para detener el cambio climático
“Tal aumento del nivel del mar para fines de siglo impondrá una gran amenaza a las islas bajas, como algunas en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y correrán el riesgo de desaparecer”, concluyeron.
Como David y Rafael, cientos de investigadores en el mundo están aprovechando estas simulaciones del clima de la Tierra para investigar aspectos puntuales de sus regiones. David dice que una de los aspectos que más le interesa de este tipo de trabajos es que mezclan estadística, computación, oceanografía y matemáticas. “Hay que combinar esas cuatro cosas. Si no sabes programar no te sirve nada lo demás”. “
¿Para qué es importante saber esto?”, pregunta Rafael, “para que Colombia se ponga las pilas e inicie medidas de adaptación para mitigar los efectos del cambio climático. Si tengo una playa que tiene ciertas características y se que va a subir el nivel del mar unos 30 centímetros en las próximas décadas puedo perder más de la mitad de esa playa. Una opción es no hacer nada, que en el tiempo resulta ser la decisión más costosa. La otra es desarrollar planes de adaptación, como por ejemplo adaptarme construyendo casas de palafitos o proteger la línea costera o invertir en rellenos de playa”.
Para Rafael es importante conocer cómo cambia el nivel del mar en cada región, “no para que esa información se quede en un artículo científico sino para que estos resultados sirvan para avanzar en la implementación de medidas de adaptación. Lo triste es que nos guste o no, en lo que resta del siglo va a seguir subiendo el nivel medio del mar e incrementándose la erosión costera. Sin embargo, si actuamos a tiempo, podemos reducir los impactos para las poblaciones costeras”.
Para avanzar en el estudio de este tipo de investigaciones, la Universidad del Norte desde el 2021 cuenta con una nueva maestría en “Ciencias de la Tierra”, la cual complementa lo desarrollado por el pregrado de Geología y Doctorado en Ciencias del Mar, que hacen parte del Departamento de Física y Geociencias.
¿Para qué es importante saber esto?”, pregunta Rafael, “para que Colombia se ponga las pilas e inicie medidas de adaptación para mitigar los efectos del cambio climático. Si tengo una playa que tiene ciertas características y se que va a subir el nivel del mar unos 30 centímetros en las próximas décadas puedo perder más de la mitad de esa playa. Una opción es no hacer nada, que en el tiempo resulta ser la decisión más costosa. La otra es desarrollar planes de adaptación, como por ejemplo adaptarme construyendo casas de palafitos o proteger la línea costera o invertir en rellenos de playa”.
Para Rafael es importante conocer cómo cambia el nivel del mar en cada región, “no para que esa información se quede en un artículo científico sino para que estos resultados sirvan para avanzar en la implementación de medidas de adaptación. Lo triste es que nos guste o no, en lo que resta del siglo va a seguir subiendo el nivel medio del mar e incrementándose la erosión costera. Sin embargo, si actuamos a tiempo, podemos reducir los impactos para las poblaciones costeras”.
Para avanzar en el estudio de este tipo de investigaciones, la Universidad del Norte desde el 2021 cuenta con una nueva maestría en “Ciencias de la Tierra”, la cual complementa lo desarrollado por el pregrado de Geología y Doctorado en Ciencias del Mar, que hacen parte del Departamento de Física y Geociencias.