En su trabajo, las investigadoras establecieron que los métodos más comunes en los intentos suicidas fueron intoxicación (289), automutilación (32), armas de fuego y ahorcamiento. Y, en cuanto a las razones, predominaron los problemas familiares (132), disputas de pareja (116) y en mucha menor medida los problemas financieros (8). Además, estimaron que el 32% de los casos atendidos había tenido otros intentos de suicidio.
De la hipótesis al plan
Mejor prevenir que lamentar
Prevenir es la palabra clave para las investigadoras. La revisión de las historias clínicas les permitió darse cuenta que para algunos pacientes no fue posible acudir a un profesional de la salud mental. “Esto es una oportunidad perdida. Nuestros resultados muestran la necesidad de mejorar las evaluaciones del riesgo de suicidio y las prácticas de seguimiento de la conducta suicida dentro de las prácticas clínicas y los programas de prevención”, anotaron.
Un hallazgo interesante que arrojó el estudio de la profesora Edith Aristizábal y sus colegas fue que entre medicamentos de venta restringida comprendían más de un tercio de los casos de intoxicación autoinfligida con medicamentos. Y también que el segundo método de autointoxicación más común utilizado fue la ingestión de productos químicos, algunos de los cuales están sujetos a restricciones legales. Para ellas esta es una señal clara de la necesidad de incluir en las estrategias de prevención los factores sociales y ambientales.
Curiosamente la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015 mostró que en Colombia la región con la más alta frecuencia de ideación suicida fue Bogotá y la más baja fue justamente la región Atlántica. Un dato que apunta a la importancia de realizar investigación local para comprender las variaciones en estos fenómenos en un país tan diverso como Colombia.
Un hallazgo interesante que arrojó el estudio de la profesora Edith Aristizábal y sus colegas fue que entre medicamentos de venta restringida comprendían más de un tercio de los casos de intoxicación autoinfligida con medicamentos. Y también que el segundo método de autointoxicación más común utilizado fue la ingestión de productos químicos, algunos de los cuales están sujetos a restricciones legales. Para ellas esta es una señal clara de la necesidad de incluir en las estrategias de prevención los factores sociales y ambientales.
Curiosamente la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015 mostró que en Colombia la región con la más alta frecuencia de ideación suicida fue Bogotá y la más baja fue justamente la región Atlántica. Un dato que apunta a la importancia de realizar investigación local para comprender las variaciones en estos fenómenos en un país tan diverso como Colombia.