El mismo principio, pero enfriando agua puede ser usado con el propósito inverso, es decir, refrescar un lugar. De hecho, estos sistemas se han ido popularizando en algunas zonas por sus bajos costos con respecto a los sistemas de acondicionamiento de aire convencionales. Como se puede observar en el diagrama que acompaña este artículo, los sistemas híbridos requieren un suministro de agua que debe pasar por un sistema de enfriamiento para luego fluir hacia un sistema de tubería preferiblemente instalado en los techos aprovechando así las corrientes de aire más frío que se acumulan en esa capa. Si este sistema se combina con ventilación natural, el nivel de confort térmico debe mejorar. Algunos trabajos previos en este sentido informaron que la ventilación híbrida podría ahorrar hasta un 28 % de energía en condiciones cálidas y húmedas y hasta un 60-70 % en climas templados.
Justamente en respuesta a esta debilidad hacia el 2018 surgió una tercera opción que también evaluó Albuja en su tesis: sistemas radiantes híbridos con membrana infrarroja-transparente. Estas membranas, que se instalarían en los techos bajo el sistema radiante, cumplen un papel esencial: evitar la condensación del agua en las superficies enfriadas, lo cual mejora la efectividad del sistema. Evaluaciones de esta tecnología en Singapur demostraron que era posible reducir la temperatura media radiante hasta 3.6 °C debajo del punto de rocío.
“El éxito en la implementación de estos sistemas dependerá de la visibilidad y las inversiones del gobierno debido a los mayores costos que requieren experimentos a gran escala”, escribió Albuja junto a Blanca Foliaco, Antonio Bula y Arturo Gonzalez-Quiroga en un artículo publicado en la revista "International Journal of Thermofluids".
“Cabe resaltar que este sistema de acondicionamiento de aire es capaz de proporcionar confort en todo momento, mientras que el sistema propuesto en este trabajo solo es capaz de mejorar el confort entre un 5-6%. No obstante, si se logra operar con temperaturas aún más bajas es de esperarse que estas mejoras sean mucho más altas. Si bien el sistema presenta una buena rentabilidad aún es susceptible a mejoras para mejorar su eficacia. De esta forma, aunque se incrementen los tiempos de retorno económico se mejoraría el atractivo comercial”, aclaró.
Más allá de las conclusiones de su propio trabajo, Albuja insiste en la importancia de seguir experimentando y explorando opciones efectivas y económicamente viables para solucionar el gran problema de confort que enfrentan los estudiantes a lo largo y ancho del Caribe colombiano.