Una clase donde la profesora y sus estudiantes están muy bien conectados
La profesora Ingrid Oliveros participa en este espacio en compañía de dos de sus estudiantes, para contarnos sobre los retos que han superado para lograr una dinámica de enseñanza – aprendizaje efectiva y lo más importante, la satisfacción al cumplir las expectativas propuestas.
La profesora Ingrid Oliveros participa en este espacio en compañía de dos de sus estudiantes, para contarnos sobre los retos que han superado para lograr una dinámica de enseñanza – aprendizaje efectiva y lo más importante, la satisfacción al cumplir las expectativas propuestas.
Ingrid Oliveros |
Egresada del pregrado de Ingeniería Eléctrica y de la Especialización en Procesos Pedagógicos de Uninorte, cuenta con Maestría en ingeniería eléctrica (Universidad de los Andes), también es Master y doctora en Ingeniería eléctrica (universidad politécnica de Madrid).
Ingrid, que lleva 26 años siendo parte de Uninorte, es docente de tiempo completo del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica, además líder del grupo de investigación en Sistemas Eléctricos de Potencia (GISEL) de la Universidad.
¿Qué resaltas de la labor de ser docente, qué te motiva a dictar clases?
Descubrí mi vocación por enseñar cuando en la universidad podía explicarles a mis compañeros y me reconfortaba ver que les podía ayudar. Eso me motivó a inscribirme en los programas de formación para monitores que existían en esa época.
¿Cómo era tu relación profesor estudiante en la presencialidad y cómo ha sido esta experiencia de dictar clases remotas en esta coyuntura?
Pertenezco a una generación que ha tenido que reinventarse, pasando por cambios en la tecnología y sin lugar a duda este fue un cambio brusco. Pero hay que pensar que en esta nueva realidad los profesores somos los adultos, los que mantienen la calma, los que buscan soluciones y, partimos de la base de que los chicos están preocupados y llenos de expectativas.
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¿Cómo crees que esta situación de virtualidad ha modificado el ejercicio docente?
Creo que hemos crecido más y hemos aprendido a aprehender de una forma nueva.
¿Qué nos puedes contar de tus estudiantes?
He notado que son estudiantes muy positivos, que cada día manejan mejor la tecnología, muy agradecidos de los esfuerzos que realizan sus profesores y la institución. Con muchas ganas de volver a la Universidad y que no olvidan a sus amigos y a su grupo de estudio.
¿Qué ventaja en tu ejercicio docente, en esta coyuntura, puedes destacar?
Definitivamente es un nuevo ejercicio, un nuevo reto, que nos movió del statu quo, y nos llevó a trabajar con nuevas formas de enseñar, de aprender y de evaluar.
¿Tuviste a cargo otra asignación docente en este periodo?
Si, un diplomado para estudiantes de maestría y doctorado. Fue muy interesante ver la participación y la normalidad con que los profesionales asumieron esta nueva forma de interactuar y de acuerdo a lo expresado por ellos en la evaluación docente concluyeron que “superaron las expectativas que tenían en este tipo de metodologías”.
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Kevin Camacho
Estudia IV semestre, tiene 18 años y cuenta con beca Generación E. Siente que la pandemia le ha permitido ser más autodidacta, con la guía de los profesores, pero siempre estando dispuestos a aprender, identificar qué se tiene que mejorar para saber cómo desenvolverse en su trabajo.
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Daniela Latorre
Tiene 19 años y está en último semestre de Ingeniería Eléctrica, siente que las clases remotas han sido un desafío que exigen disciplina, organización y determinación, y resalta que la Universidad ha brindado todas las herramientas para contar con la mejor educación en esta coyuntura.
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Dic 17, 2024
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