“Todo cambio genera resistencia, pero con el transcurrir de las semanas lo vamos logrando“: Alexandra Bolaño

Al igual que con las clases de pregrado, los docentes de los programas de posgrado de la Universidad del Norte reestructuraron sus currículos pedagógicos, con el acompañamiento del CEDU, para dar continuidad al primer semestre académico bajo la modalidad remota y prevenir el contagio de COVID-19. Alexandra Bolaño Pantoja, directora de Especializaciones, dialogó con Grupo Prensa sobre el desarrollo de dichos programas durante la cuarentena nacional y los recursos dispuestos para la transición a las clases no presenciales.

Un primer detalle es que algunos programas de posgrados no tuvieron la necesidad de pausar sus procesos formativos durante dos semanas (del 16 al 28 de marzo), para adaptarse al formato remoto. La universidad cuenta en estos momentos con un portafolio de 128 programas activos a nivel de posgrados, distribuidos en 15 doctorados, 67 especializaciones y 46 maestrías, de las cuales 2 son bajo modalidad virtual (Maestría en Educación Mediada por tecnologías y Maestría en Pedagogía Social e Intervención Educativa en Contextos Sociales).

“Se hizo un levantamiento de estadísticas y estado de los estudiantes y de factores institucionales claves, y podemos decir que los alumnos, en un gran porcentaje, respondieron de manera oportuna con los temores propios de un cambio tan radical como este, pero que en la evolución de este mes ha tenido resultados bastante satisfactorios para todos y lo más importante que se han cumplido los resultados de aprendizaje establecidos y en los niveles de calidad y excelencia en que nos comprometimos con los estudiantes”, argumentó la directora.

La dinámica propia de los posgrados demanda una comunicación permanente del estudiante con su coordinador, con el fin de acompañar y facilitar el proceso formativo de las asignaturas proyectadas para culminar el semestre. De acuerdo con Bolaño, inicialmente cada profesor determinó las actividades y metodologías de su clase para el trabajo remoto, siendo clave su alto compromiso, flexibilidad y oportuna comunicación con sus estudiantes.

“Los aspectos esenciales de la parcelación se mantienen. Sin embargo, fueron necesarios ajustes y/o modificaciones. Cada profesor explicó a sus estudiantes la forma en que iba a desarrollar los contenidos, metodologías y recursos de su asignatura durante este período”, señaló la funcionaria.

Agregó que la población de posgrados ha sido muy receptiva a este cambio disruptivo y entre las directivas, los estudiantes, docentes, coordinadores de programas y personal de apoyo académico se han trazado conjuntamente planes de acción que han permitido cumplir con los contenidos de los programas y estar dispuestos a la mejora. Uno de los aspectos clave es la participación de los alumnos.

“Por supuesto que todo cambio genera resistencia, pero con el transcurrir de las semanas, con una fluida y clara comunicación, abiertos al diálogo y a diseñar y construir conjuntamente estos planes, podemos decir que lo vamos logrando. También es importante mencionar que se han presentado inconvenientes de conectividad de algunos estudiantes que se han manejado y gestionado facilitando el proceso”, expresó Bolaño.

Esta transición de los currículos a la modalidad remota ha significado un reto para la institución, el cual ha asumido de la mejor forma posible, siendo respetuosa de la normativa y la reglamentación dispuesta por el Ministerio de Educación Nacional y autoridades sanitarias. La Universidad del Norte cuenta con una robusta infraestructura que se ha definido a lo largo de su historia, con un acompañamiento desde el área de Tecnología Informática y de Comunicaciones.

“Como dice nuestro vicerrector académico Joachim Hahn, las modalidades semipresenciales, mixtas, blended, remotas y virtuales son el futuro de la educación superior en el mundo y, en ese orden, esta crisis nos obliga a todas las universidades del mundo a replantear por completo las modalidades de los postgrados”, concluyó la directora.

Por José Luis Rodríguez R.