Shirley Suárez rompe barreras y crea marcas conectadas desde Ikonozú

Sentada en su oficina, Shirley Suárez recuerda cómo los comerciales de televisión encendieron su pasión por la publicidad cuando era niña. Entonces, evitarlos no era opción, y Shirley encontraba magia en cada jingle que escuchaba. Hoy, esa fascinación la ha llevado a fundar Ikonozú, una agencia de branding que desafía los modelos tradicionales y se ha consolidado como referente en el Caribe colombiano. “Desde siempre he creído en el poder de las marcas para contar historias y conectar con las personas, y es lo que más disfruto hacer con mi equipo”, comenta Shirley, quien lidera una agencia 100 % femenina y comprometida con las marcas locales.

Un viaje de crecimiento y desafíos

Graduada de la Especialización en Mercadeo de la Universidad del Norte en 2006, Shirley comenzó su trayectoria profesional en 1997, mucho antes de imaginar que fundaría su propia agencia. Sus prácticas en una reconocida agencia de publicidad rápidamente se convirtieron en un compromiso de cinco años en los que desarrolló su capacidad de ver más allá del cliente y de construir estrategias de impacto para las marcas. Desde entonces, su carrera la llevó a explorar tanto el lado de la agencia como del cliente, ganando una visión completa del negocio. “Gracias a Uninorte descubrí la teoría detrás de las campañas, y eso me dio la estructura y las bases para el impacto que quería lograr“, cuenta Shirley.

En 2007 decidió que era hora de emprender y fundó su agencia de branding y estrategia creativa llamada Ikonozú. En una época en la que el emprendimiento no era tan común, y mucho menos en una industria que históricamente ha sido liderada por hombres, Shirley se lanzó a construir una agencia que ella misma describe como un lugar donde “las marcas encuentran autenticidad y un valor único para sus clientes”.

Entre sus logros, destaca la transformación del branding de Varadero, un reconocido restaurante local, que necesitaba reinventarse para captar nuevas audiencias sin perder su esencia costeña. También ha liderado campañas internacionales, como el rebranding de Muebles Jamar en Colombia y Panamá, donde ayudaron a posicionar a la marca como líder en diseño accesible y funcional. Este último proyecto fue, además, reconocido en el Top 10 de la revista P&M en la categoría de estrategia digital, gracias a la campaña navideña creada por Ikonozú.

Una visión clara: autenticidad en un mundo digital

Ikonozú no solo ha crecido en tamaño, sino también en valores. Hoy, Shirley lidera la agencia junto a sus dos hermanas, Anni e Irene, en lo que describe como “un 0,01% de agencias lideradas solo por mujeres”. En su enfoque, han adoptado el branding como herramienta central para diferenciar a las marcas en un mercado saturado, donde los clientes buscan cada vez más autenticidad.

“Hace cinco años todo cambió. Con la llegada de los influenciadores y los contenidos nativos, nuestra estructura se adaptó para centrarse en el poder del branding. Creo que en la era digital, una marca fuerte es la única manera de crear vínculos genuinos”, explica Shirley.

Este enfoque en el cliente y en las historias que tienen un impacto duradero es algo que Shirley atribuye a su formación en Uninorte. Para ella, los valores de la universidad están siempre presentes en su trabajo, y destaca la importancia de ir más allá del “éxito inmediato” en favor de una relación más genuina y duradera entre las marcas y sus audiencias. “Invertimos mucho tiempo en entender lo que quiere el cliente de nuestro cliente, y ese es el secreto del éxito de Ikonozú”, señala.

El arte de adaptarse: consejos para las nuevas generaciones

Para Shirley, el mercadeo y la publicidad son campos de constante aprendizaje. “Desaprender es un ejercicio diario”, menciona. A los nuevos egresados, les aconseja abrazar la curiosidad y la valentía como claves para tener éxito. “No se trata solo de aprender habilidades, sino de ser capaces de ver lo que otros no ven, de atreverse a fallar, y sobre todo, de apasionarse por lo que hacemos”, agrega Shirley con una sonrisa.

Su historia es, en última instancia, un ejemplo de perseverancia, autenticidad y visión. Fue en Uninorte donde sus bases se formaron y se solidificaron, dándole la estructura y el compromiso que hoy guían su trabajo en Ikonozú. Para Shirley Suárez, cada proyecto es una oportunidad de marcar una diferencia y construir un legado de historias que inspiran, que conectan y que, al final del día, reflejan todo el aprendizaje y la pasión que ha cultivado a lo largo de su vida.