“Profesionalización policial requiere gestión del conocimiento“: coronel García Hernández

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El decano José Aparicio durante su intervención en el coloquio.

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22 ago 2018

Con el objetivo de socializar la investigación institucional que busca determinar las necesidades de formación de los directivos y docentes de programas de posgrado, desarrollados en la universidad policial colombiana, orientados a la mejora del contexto educativo, laboral y social, se llevó a cabo el 21 de agosto el II Coloquio de Educación: Transformación de formadores en contexto de programas de posgrados para la Policía Nacional, en el auditorio del campus.

Durante el evento, organizado por la Policía Nacional, Colfuturo y el Instituto de Estudios en Educación (IESE) de la Universidad del Norte, el coronel Luis Ernesto García Hernández, director de la Escuela de Posgrados de Policía “Miguel Antonio Lleras Pizarro”, entregó un reconocimiento al rector Adolfo Meisel por permitir el espacio de integración académica entre ambas instituciones, y por el apoyo que la Policía ha recibido desde la decanatura de Educación.

“Hoy la Policía tiene que fortalecer su nivel educativo en todos los campos porque juega un papel de liderazgo, de solución de problemas y de atención a la ciudanía. Desde la Universidad del Norte queremos colaborarle en todo lo posible para su mejora, porque la gran revolución que tiene que venir para Colombia es el fortalecimiento del nivel educativo, lo que hace que un país sea próspero”, declaró Meisel durante sus palabras de bienvenida.

El conversatorio fue moderado por Jhon Jairo Restrepo Aguirre, director del Grupo de Investigación INVESPOL, quien señaló que en los últimos años la Policía ha venido enfrentando retos de cara a la formación integral y competente de sus miembros, en el marco de la construcción de paz.

José Aparicio Serrano, decano del Instituto de Estudios en Educación (IESE), abrió el conversatorio advirtiendo que es necesario recuperar el concepto de saber hacer, porque en el sistema educativo progresivamente se ha ido separando este del saber ser, los cuales “en los primeros años son elementos fundamentales de la formación”.

“Saber cómo hacerlo es la primera etapa, pero en el intentar hacerlo ocurre el verdadero aprendizaje. En ese proceso tiene que haber supervisión, después de eso, de mucha práctica supervisada, es que puede venir el último momento, donde lo hace a solas. Finalmente las rutas de aprendizaje son rutas individuales”, afirmó Aparicio.

Para el académico un “reto enorme en la educación” es superar el deseo de masificar la educación. “Es deseable, pero generó un problema serio. La educación tiene que ser individual. Es una realidad. Cualquier cosa que se quiera enseñar es así. El gran problema es que no se puede hacer uno a uno, sino que nos han creado grupos masivos”, agregó.

El coronel García Hernández ahondó en el por qué tener profesionalización dentro de un cuerpo de policía, destacando que es “una tendencia global” impulsada especialmente por dos corrientes: una anglosajona que le apuesta a una mirada más instructiva, y una latinoamericana, donde se concibe la profesionalización a partir de educación superior. Una apuesta que Colombia ha hecho.

“Entre las puntos fundamentales que requiere un proyecto de profesionalziación policial en cualquier país, el primero de ellos es el diseño curricular, se requiere gestión del conocimiento, investigación, pero ante todo descubrir el sentido de la profesión y de una escuela de posgrados. Para qué tener posgrados en la Policía Nacional, carreras universitarias: tiene que ver con la efectividad del servicio”, argumentó el uniformado.

La “arquitectura que ha edificado la institución” ha sido revisada porque, enfatizó el coronel, “no estamos conformes con los registros calificados y con las acreditaciones institucionales que ha tenido durante las últimas décadas. Hoy el desafío es mucho mayor”.

Para Andrea Milena Lafaurie Molina, coordinadora del Programa Doctorado en Educación de la Universidad del Norte, es clave fortalecer la investigación en el desarrollo de las competencias investigativas de los formadores implicados, aprendiendo las fases, los modelos y los planteamientos investigativos, además de fortalecer el desarrollo de una investigación centrada en la transformación de esas realidades educativas.  

“Un policía debe hacer un posgrado por su vocación de servicio. Significa que tiene el saber, la experiencia y el contexto de investigación. No solo sería una persona íntegra para la sociedad sino que también aportaría ese conocimiento a su vida diaria. Allí vamos a empezar a solucionar los diferentes problemas de la sociedad: robo, atraco, abusos, etc. Esto conlleva a que el policía debe ser el iniciador de la innovación transformativa que debería tener la escuela de posgrado”, concluyó Jairo Ceballos Sandoval, investigador del grupo Bio-Organizaciones del programa de Microbiología de la Universidad Simón Bolívar.

Por José Luis Rodríguez R.

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