Mauricio Cárdenas advierte sobre desafíos globales en celebración de los 40 años del MBA
En el evento organizado por la Escuela de Negocios, el economista analizó los principales retos que enfrenta Colombia, desde el cambio climático hasta la crisis energética, y propuso estrategias para enfrentar las crisis que ya afectan al país.
En el marco de la celebración de los 40 años de la Maestría en Administración de Empresas (MBA), el economista y político Mauricio Cárdenas, profesor en Liderazgo Global en la Facultad de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, compartió el jueves, 7 de noviembre, con docentes y egresados su análisis sobre los grandes desafíos globales de nuestro tiempo y su impacto en Colombia, en el salón 21K.
Desde el cambio climático hasta la inteligencia artificial, Cárdenas profundizó durante el evento, organizado por la Escuela de Negocios, en cada reto con un enfoque que combinó la esfera local e internacional, y destacó cómo los impactos de estos fenómenos se sienten en Colombia y particularmente en regiones como el Caribe.
Uno de los primeros temas abordados fue el cambio climático y su impacto en la Amazonía, que está afectando el suministro de agua para ciudades como Bogotá. Cárdenas destacó cómo la deforestación reduce las lluvias en los Andes, lo cual plantea un futuro de incertidumbre hídrica.
Explicó que el cambio climático implica menos agua en algunas zonas, pero también fenómenos extremos que pueden ir de sequías severas a lluvias torrenciales, citando ejemplos recientes de inundaciones en Bogotá. “Por fin, el cambio climático ya está también en la cabeza de la gente en una ciudad que parecía no tener que sufrir las consecuencias de este fenómeno”, afirmó.
Además, enfatizó en la necesidad de reconocer otros desafíos globales que afectan tanto a Colombia como al mundo, tales como las tensiones geopolíticas y los conflictos armados, los problemas de escasez alimentaria exacerbados por conflictos como el de Ucrania, y la crisis energética mundial que aún depende en gran parte de los combustibles fósiles.
De acuerdo con el economista, Colombia enfrenta varias crisis latentes que requieren medidas proactivas para evitar consecuencias graves. Destacó la necesidad de que el país anticipe soluciones a problemas como el desabastecimiento de gas natural y la falta de energía eléctrica. "No tenemos que pensar tan lejos", dijo, aludiendo a que estas crisis ya están en proceso y demandan una reacción inmediata. Señaló que el agotamiento del gas natural podría suponer un impacto negativo en millones de hogares y empresas que dependen de este recurso. "Hay que ver cómo se va a traer, cómo se va a importar", expresó.
De igual forma habló sobre el retraso en la implementación de energías renovables no convencionales debido a obstáculos regulatorios como las consultas previas y licencias ambientales. Este retraso podría derivar en un “déficit de energía” para 2027 o 2028, con el riesgo de tener que aplicar racionamientos. "Hay que pensar desde ya en cómo evitar ese problema, no esperar a que el problema estalle", advirtió Cárdenas, evocando el racionamiento eléctrico de 1992 y la ineficiencia de soluciones de última hora.
Propuso, además, una alternativa para afrontar el déficit energético, sugiriendo el uso temporal de las reservas de carbón del país, un recurso disponible en gran cantidad. "Tenemos reservas de carbón para 50 años", dijo, argumentando que Colombia podría usar este recurso en plantas termoeléctricas mientras se encuentran otras alternativas más sostenibles.
Explicó que, aunque el carbón produce emisiones de CO2, las nuevas tecnologías permiten capturar y almacenar estas emisiones, mitigando el impacto ambiental. Con esto, recalcó que el uso del carbón sería una medida transitoria para asegurar el suministro de energía, especialmente en el Caribe, donde ya existen infraestructuras como las plantas termoeléctricas de Gecelca.
También se refirió a un cambio global en la dinámica económica, pasando de una era de globalización a una "esglobalización". Según él, esta etapa se caracteriza por un estancamiento en el comercio mundial y un posible incremento en las guerras comerciales. Recordó que en una reciente reunión del Fondo Monetario Internacional se advirtió sobre el posible aumento de aranceles y las tensiones que esto podría causar en las relaciones comerciales internacionales.
En este contexto, Cárdenas sugirió que Colombia puede aprovechar una política de "friendsharing", una estrategia donde los países eligen comerciar prioritariamente con naciones aliadas. "Somos un país que no representa una amenaza para nadie, un país pacífico", destacó, añadiendo que esta imagen favorable de Colombia podría atraer nuevas oportunidades comerciales con Estados Unidos, especialmente en aquellos productos que dicho país pueda dejar de comprar a otras naciones.
Concluyó alentando a los líderes y empresarios a adoptar una actitud proactiva en la identificación de oportunidades en esta nueva era de desglobalización, en la que Colombia podría consolidarse como un socio confiable en la región.
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