“La inspiración es la emoción recordada en la tranquilidad“, Miguel Falquez

El sol poniente inunda de amarillo
el viejo muelle abandonado y sucio;
por él desfilaron divas, tenores
y barítonos, el gran Titta Ruffo
fue recibido con laureles al son
de una concertina.

(Fragmento)

Así inicia Ítaca, retratando a Puerto Colombia, construyendo una metáfora con aquella isla a donde Odiseo tanto se esforzó por regresar, con la misma añoranza que Miguel Falquez siente al observar la fotografía que su gran amiga Claudia Acosta le regaló, de aquel viejo muelle que desaparece en el ocaso. Está allí la musa de Falquez, en lo cotidiano, en la historia, en los recuerdos, en emociones recordadas en la tranquilidad.

El poeta barranquillero, se radicó en Nueva York desde los años sesenta, hoy, varias décadas después, conserva intacto su acento y su espíritu Caribe, evidenciado en medio de las hojas y flores de su camisa.

Volvió para presentar su Hipótesis del sueño, su mirada hacia atrás en una antología personal de aquellos versos inolvidables para él. Son protagonistas los amigos, los ídolos, las tristezas y las alegrías del poeta.

Afirma que no se afana en escribir, “no tengo un horario ni un ritual para encontrar la inspiración, no soy como otros que se obligan a escribir sin compasión alguna”. Falquez toma nota de aquellos momentos y emociones que luego debe recordar tranquilo, también se da la libertad de crear personajes e idear diálogos para generar textos más interesantes.

Conectado con el público recibió aplausos por cada una de las declamaciones que realizó, algunas simplemente magistrales como cuando declamó Benny, un poema en prosa dedicado al sonero mayor, al artista cubano que Miguel Falquez tanto admiró. Cada línea llevaba su ritmo, a oídos de los espectadores, era una canción.

La semana pasada Miguel Falquez tuvo “el mejor público de su vida”, así denominó a los cientos de estudiantes del Colegio Experimental, que escucharon al poeta en el marco de Poemario, “prestaron atención como ningún otro y lo preguntaban todo, fue realmente gratificante”, mencionó.

Falquez es autor de seis poemarios, seis piezas de teatro, una noveleta y un libro de narrativa corta, Triacas, por los cuales ha recibido varios galardones.

Con él inició en Uninorte un nuevo ciclo de “La Poesía se toma el campus”, este miércoles, 17 de julio, organizado por el Centro Cultural Cayena y que ofrece un espacio para que estudiantes e invitados se encuentren con este género literario.

Por Omar David Alvarez