La egresada Yadira Alarcón es candidata a magistrada de la Sala de Casación Civil

Yadira Elena Alarcón Palacio, egresada del pregrado de Derecho y docente de la Especialización en Derecho Civil y de Familia de Uninorte, fue seleccionada como candidata elegible para ser magistrada de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia. Una oportunidad que significa “la realización de un sueño y la perseverancia de una meta” para servir al país. 

Empezó este camino en 2015 y esta es la sexta vez que queda elegible para el cargo de magistrada. Es un proceso que implica una meritocracia inicial y una clasificación por parte del Consejo Superior de la Judicatura. 

“Mi vocación por el servicio académico y la docencia data de cuando era estudiante de Uninorte. Empecé en el Consultorio Jurídico a atender a las personas con la asesoría de mis profesores. Entonces espero poner mi granito de arena en la Sala como académica, pues en este momento no hay ninguna que la conforme. Esa es mi aspiración”, señala la egresada.

La jurista egresó en la promoción de abogados de 1992, y desde entonces ha cosechado grandes logros en su carrera profesional. Al terminar el pregrado se vinculó a Uninorte como monitora en el Consultorio Jurídico en el 92. Tres años después se convirtió en docente de planta, dictando varias asignaturas de la rama de derecho civil, hasta 2009. Fue directora de la Revista de Derecho de la universidad y hace parte del grupo fundador de la Maestría en Derecho. 

Yadira es especialista en Derecho de Familia de la Pontificia Universidad Javeriana, becaria del doctorado en Derecho Privado, Social y Económico y tiene un posdoctorado en Derecho de las Sucesiones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente, además de ser docente de la Especialización en Derecho Civil y de Familia de Uninorte, es profesora titular de la Pontificia Universidad Javeriana y socia directora de su firma Alarcón Palacio y Asociados. 

“Uninorte me dio una beca de doctorado y eso también catapultó mi aspiración a ser académica plena. La universidad es mi casa de becaria de doctorado, y gracias a ello pude doctorarme en derecho privado, social y económico”, evoca.

Por fuera de la academia, se ha desempeñado como directora ejecutiva del Centro para el Desarrollo Económico y Social de Colombia, y es miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia. Desde el pregrado, enfatiza, tuvo clara su inclinación por el derecho civil, pues considera que es la rama de su profesión que le ha permitido ayudar a las personas en los aspectos más fundamentales de la vida.

“Es aquella parte del derecho que conjuga las relaciones entre las personas desde el punto de vista jurídico, para efectos de los negocios, la familia y las empresas, todo lo que implica las relaciones entre particulares. Muy especialmente ahora que la Sala de Casación Civil lleva también todo lo agrario y lo rural, y eso también es un nuevo reto tanto para la institución como para los que aspiramos a conformarlo”, señala.

Uno de los principales retos, agrega, radica en la incorporación efectiva de las nuevas tecnologías de la información y la inteligencia artificial en el sistema judicial. La necesidad de garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación geográfica, tengan acceso pleno a la justicia implica una adaptación proactiva a estas herramientas tecnológicas.

Además, la transparencia y la eficiencia en la administración de recursos son aspectos cruciales para fortalecer la confianza de la ciudadanía en el sistema judicial. “La sistematización de las sentencias, la rendición de cuentas adecuada y la agilización de los procesos judiciales son elementos clave para garantizar la efectividad de los derechos de los ciudadanos y mejorar la percepción de justicia en la sociedad. En este sentido, la labor de los magistrados es fundamental para abordar estos desafíos y avanzar hacia un sistema judicial más transparente, eficiente y accesible para todos los colombianos”, concluye la jurista.