Inicia séptima Escuela de Liderazgo Transformador para fortalecer el talento humano Uninorte

La Escuela de Liderazgo Transformador Uninorte dio inicio a su séptima edición con contenidos actualizados, una metodología más flexible y facilitadores invitados, buscando fortalecer las capacidades de un nuevo grupo de colaboradores administrativos y académicos. La apertura fue el viernes, 30 de mayo, en el salón 21K, con la participación de José Francisco Aguirre Borda, director Ejecutivo de la Fundación Santo Domingo.

Este año la Escuela, organizada por la Dirección de Gestión Humana y el Centro de Educación Continuada, se centra en habilidades de liderazgo adaptativo e intergeneracional, abordando temas como la cultura como estrategia, el liderazgo basado en inteligencia emocional, el manejo de conversaciones difíciles, la inteligencia artificial en la productividad y el trabajo colaborativo.

“Resaltemos que la excelencia, como uno de los pilares institucionales, es una apuesta y vía para fortalecer el liderazgo organizacional, no ayuda a mejorar la eficiencia institucional y a potenciar el impacto de nuestras acciones dentro y fuera del campus”, señaló Paola Guerrero, directora de Gestión Humana.

Los contenidos combinarán sesiones virtuales y presenciales con metodologías activas, estudios de casos y espacios dinámicos, ofreciendo una experiencia de aprendizaje más práctica y alineada con los retos reales de la gestión universitaria. Además, contará con facilitadores expertos que enriquecerán el intercambio de conocimientos y perspectivas.

Liderazgo en tiempos de cambio estructural

José Francisco Aguirre, ingeniero industrial de la Universidad de los Andes, con especialización en gerencia de proyectos y estudios en Analítica de Datos en Uninorte, tiene cerca de 20 años de experiencia en consultoría y liderando organizaciones sociales y empresariales, estructurando proyectos de inversión de impacto y fortaleciendo iniciativas de emprendimiento en el país. Durante su charla, destacó apartes de su trayectoria profesional y capítulos de su liderazgo puesto a prueba. 

Por ejemplo, recordó cómo tras una reducción significativa de personal y una redefinición del enfoque institucional, la llegada de la pandemia de Covid-19 exigió que la fundación asumiera un rol activo y adaptativo. “Nos reunimos por Zoom y dijimos: ¿cuál es nuestra responsabilidad en esto?”, evocó Aguirre. La organización se propuso actuar como una “fundación asintomática” que debía ejercer un liderazgo firme para mitigar los riesgos del momento.

En medio de una oleada de donaciones por parte de grupos empresariales, la fundación diseñó su propio plan de acción y presentó una propuesta al consejo familiar solicitando 25 millones de dólares. “En 2016 no nos hubiéramos atrevido a decir que sí, pero en 2020, luego de la transformación, dijimos que podíamos”, expresó Aguirre. Con un modelo de ejecución tipo fast track, la fundación logró canalizar recursos de manera eficiente, aliándose con múltiples actores para abordar salud, seguridad alimentaria, reactivación económica y salud mental.

El trabajo articulado permitió dividir responsabilidades por regiones y temas, asignando líderes específicos en cada frente. Gracias a esta coordinación, los fondos gestionados crecieron de 100 mil millones a casi 500 mil millones de pesos, sin escándalos ni contratiempos. 

Citando al académico Ronald Heifetz, del Centro de Liderazgo de Harvard, Aguirre señaló que no se trata de líderes individuales, sino del ejercicio del liderazgo como una herramienta para abordar retos técnicos y, sobre todo, adaptativos. Según explicó, mientras los retos técnicos se abordan con soluciones estructuradas, los adaptativos requieren flexibilidad, pensamiento estratégico y capacidad de adaptación frente a la incertidumbre.

Finalmente, reflexionó sobre la importancia de ejercer un liderazgo silencioso, sustentado en la ética y el propósito. Relató el traslado del mural Águila de Obregón como ejemplo de trabajo en equipo, confianza y visión estratégica. Para él, el liderazgo no debe centrarse en figuras individuales, sino en dotar a todos los miembros de una organización con herramientas para liderar desde sus roles. “Todos somos líderes cuando tenemos la capacidad de ejercer liderazgo”, concluyó.

La Escuela de Liderazgo Transformador Uninorte se enmarca en el compromiso de la institución con la excelencia y el fortalecimiento del liderazgo organizacional, buscando mejorar la eficiencia institucional y potenciar el impacto de sus acciones. La Dirección de Gestión Humana y el Centro de Educación Continuada han trabajado en conjunto para diseñar una versión más robusta y actualizada de la escuela, alineada con las tendencias contemporáneas de liderazgo.