Imposición de batas blancas marca el inicio de prácticas clínicas para 145 estudiantes de Medicina

Cada semestre el programa de Medicina realiza la “Ceremonia de Imposición de Batas Blancas” a los estudiantes de quinto semestre, como símbolo de la transición de la formación del ciclo de ciencias básicas a las prácticas clínicas. Este jueves, 14 de noviembre, 145 futuros médicos de Uninorte, al recibir esta emblemática prenda por parte de sus profesores, sellaron el compromiso con la profesión en la atención a pacientes.

En el acto, las autoridades académicas y directivas de la División de Salud que impusieron las batas a los estudiantes fueron: María del Pilar Garavito, decana; Ana Liliana Ríos, directora académica de la división; Rafael Padrón, director del departamento de Medicina; Diego Castresana, director ejecutivo del Hospital Universidad del Norte; Lila Visbal, directora de la Oficina de Docencia Servicio del HUN; y Gerardo Valencia, coordinador de la cátedra de Semiología.

En sus palabras a los estudiantes, la decana recordó el significado de la bata blanca como un símbolo de responsabilidad, confianza y compasión, que los futuros profesionales deben aceptar con el compromiso de cuidar y servir a sus futuros pacientes con integridad y ética.

"Ustedes participarán en las rondas médicas, en los espacios de hospitalización, urgencias o consulta externa del hospital, y sus docentes les preguntarán sobre cuál es el posible diagnóstico o cuál manejo recomiendan para la condición que presenta el paciente a su cargo. Basarán sus decisiones en el aprendizaje que han adquirido, y esto señala dos de los componentes principales del profesionalismo médico: conocimiento científico y autonomía en las decisiones que constituye la esencia de la profesión", dijo la década Garavito.

En representación de los estudiantes homenajeados, Isabel Morales Barrios se refirió al camino lleno de esfuerzo, sacrificio y aprendizaje que recorrieron todos para llegar a esta etapa que iniciarán. Indicó que este es un día lleno de ilusión, pero también una obligación a ser cada día mejores, a trabajar con empatía y dedicación, y a no perder nunca el sentido humano de lo que significa cuidar la vida de otro.

"Sabemos que esta nueva etapa traerá desafíos, y que lo que hemos aprendido hasta ahora no será suficiente. Tendremos que seguir estudiando, esforzándonos y creciendo, porque cada día habrá personas que depositarán su confianza en nosotros y dependerá de nuestra capacidad el cuidarlas. La responsabilidad que ahora asumimos no es sencilla; nos exige actuar con amor y con plena conciencia de que detrás de cada diagnóstico y de cada tratamiento, hay alguien que necesita nuestra cercanía y dedicación", dijo. 

Durante la ceremonia también se entregó un reconocimiento especial a los estudiantes que obtuvieron los mejores puntajes en el examen de suficiencia de fin de ciclo básico, que recibieron Valentina Aguilar Salcedo, Javier Jiménez Peñarredonda, Isabel Morales Barrios y Lucía Merlano Arnedo.

Lucía Merlano, una de las estudiantes distinguidas, aseguró que el enamoramiento de la carrera empieza de verdad cuando se está en la parte clínica, pues es cuando se aplica todo lo aprendido en los semestres de clase: "A pocos días de estar en el hospital, me he sentido súper emocionada de emplear todo eso y de demostrar más conocimientos, también de seguir aprendiendo cada vez más para mis pacientes".