Estudio arroja nuevas luces sobre el nacimiento del río Magdalena y su huella en el mar Caribe
Liderado por el profesor Camilo Montes, de Geología, y Germán Bayona, de la Corporación Geológica Ares, los hallazgos fueron publicados en las publicaciones especiales de la Geological Society of London.
El nacimiento de los grandes ríos colombianos como los conocemos hoy es uno de los capítulos cruciales en la historia geológica del norte de los Andes. Un nuevo estudio, liderado por los investigadores Camilo Montes, profesor de Geología de la Universidad del Norte, y Germán Bayona, de la Corporación Geológica Ares, arroja luces sobre este interrogante que sigue siendo de interés científico para entender los cambios ambientales ocurridos en la historia de los territorios.
Los hallazgos fueron publicados este lunes, 12 de noviembre, en el volumen 553 de las Special Publications de la Geological Society of London (la sociedad geológica más antigua del mundo). El artículo The Central American Seaway: Do Magdalena Flocs Mimic Deep Water Neodymium? examina cómo el nacimiento de los ríos Atrato, Magdalena y Cauca han dejado huellas químicas inconfundibles en el fondo del mar Caribe.
El nacimiento de un río y su impacto en el Caribe
El estudio revela que hace aproximadamente 15 millones de años el cierre del Istmo de Panamá (que cerró la conexión entre el océano Atlántico y el Pacífico) marcó el nacimiento del río Atrato, que comenzó a llevar grandes cantidades de agua y sedimentos hacia el mar Caribe. Este proceso modificó las características químicas de las aguas profundas del Caribe, al aportar neodimio radiogénico (εNd +5,5) desde las formaciones geológicas de los Andes Occidentales y del mismo Istmo de Panamá.
De acuerdo con el profesor Montes, un evento aún más significativo ocurrió cuatro millones de años después del cierre del istmo (hace 11 millones de años), cuando el joven río Magdalena, con sus aguas cargadas de sedimentos derivados de las montañas de los Andes Orientales, irrumpió en el mar Caribe.
“Estos sedimentos, ricos en isótopos de neodimio con valores muy negativos (εNd << -8), comenzaron a pintar un nuevo cuadro geológico en el fondo del mar Caribe, diferenciándose claramente de los aportes más positivos del río Atrato. Con la firma de isótopos de Neodimio es incluso posible intuir la llegada de las aguas del río Cauca al Magdalena (hace 6 o 7 millones de años), cuando excavó el majestuoso cañón hoy inundado por la represa de Hidroituango”, dijo.
Flóculos y aguas profundas: un viaje inesperado
Para los investigadores, un aspecto sorprendente del estudio es la explicación de cómo estos ríos, a través de sus flujos de sedimentos en los deltas tropicales, lograron transportar sus inconfundibles señales químicas a las aguas profundas del mar Caribe. Sugieren que los flóculos —pequeñas partículas suspendidas que se forman en los deltas— viajaron cientos de kilómetros desde las desembocaduras de los ríos a las profundidades del mar Caribe en flujos lodosos hiperdensos.
“Esto rompe con la idea tradicional de que los isótopos de neodimio en las aguas profundas del mar Caribe provienen principalmente de fuentes distales en Canadá o en el Pacífico Occidental”, señala Montes.
El cierre del Istmo de Panamá hace 15 millones de años no solo cambió la geografía del continente, sino que dio nacimiento a ríos como el Atrato y el Magdalena, dejando una huella química inconfundible en los sedimentos de mar Caribe"
Camilo Montes, profesor de Geología de Uninorte.
Una historia geológica que resuena hoy
La investigación no solo documenta el nacimiento y desarrollo de algunos de los ríos más emblemáticos de Colombia, también redefine cómo entendemos la interacción entre los ríos y los océanos. Los resultados son clave para reconstruir la paleogeografía de la región y comprender mejor cómo estos cambios geológicos siguen influyendo en el medio ambiente actual.
Su valor científico recae en sus aportes para comprender los procesos que han dado forma al paisaje y las aguas del norte de los Andes y del sur del Caribe. Proporciona información valiosa tanto para geólogos como para el público general interesado en la historia natural de nuestro planeta.
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