"En la medida en que seamos más productivos, podremos trabajar menos sin empobrecernos": Daniel Gómez
El vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad analizó algunos desafíos estructurales que enfrenta Colombia para aumentar su productividad, en un encuentro donde se abordaron problemáticas locales como la informalidad.
La brecha entre la productividad y el crecimiento económico en Colombia se acentúa en regiones como el Caribe colombiano, fenómeno abordado durante el evento “Competitividad y Mercado Laboral”, donde expertos y líderes analizaron disparidades regionales y retos del mercado laboral, con base, entre otros datos oficiales, en el Índice Privado de Competitividad (IPC).
“Este país tiene un inmenso reto por aumentar sus tasas de crecimiento. Y decirlo desde la periferia colombiana, desde el Caribe colombiano, que tiene un PIB per cápita que está 43 % por debajo del PIB per cápita del promedio del resto de Colombia, es doblemente importante”, señaló el rector Adolfo Meisel durante sus palabras de apertura. El economista e historiador enfatizó que la competitividad es esencial para reducir los índices de pobreza, que son significativamente más altos en esta región, tanto en zonas rurales como en grandes ciudades como Cartagena, Santa Marta y Barranquilla.
Además, destacó que el principal rezago del Caribe colombiano radica en la calidad del capital humano. “Tenemos un rezago enorme y no lo estamos enfrentando, ni siquiera discutiendo. No le dedicamos suficiente tiempo y en esta región debemos hablar más sobre la calidad de la educación, ese es el gran reto”, concluyó Meisel.
El encuentro, celebrado en el Salón Gabriel García Márquez, incluyó la presentación de los resultados del Índice Privado de Competitividad por parte de Daniel Gómez Gaviria, vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad, además de su análisis.
“El término competitividad ha tenido una historia accidentada y variada durante los últimos 30 años”, explicó al inicio de su intervención. Según el economista, la competitividad se define como “todas las condiciones que nos permiten ser más productivos”. Este concepto es crucial porque la productividad impulsa el crecimiento sostenible a largo plazo y fortalece la capacidad de las economías para generar riqueza y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Al analizar el desempeño histórico de Colombia, Gómez resaltó un problema estructural: “Si cogemos la productividad total de factores de Colombia base 1997 y miramos cómo ha evolucionado desde el 90 hasta el 2022, lo que vemos es que hemos perdido productividad”. Según explicó, el país enfrenta un desafío en la combinación eficiente de sus recursos de producción, lo que limita su capacidad para alcanzar mayores niveles de desarrollo económico.
Gómez también destacó un fenómeno contradictorio: Colombia es el país de la OCDE donde más horas se trabaja, pero con los niveles más bajos de productividad laboral. “Obviamente ambas son dos caras de la misma moneda (…) en la medida en que seamos más productivos, podemos trabajar menos sin empobrecernos, produciendo la misma riqueza”.
En cuanto a las prioridades del país, el experto enfatizó la importancia de mejorar el sistema de protección social, el mercado laboral y el desarrollo empresarial. “Queremos tener sistemas de salud, pensiones y regulaciones laborales que no se compadecen con el nivel de productividad que tenemos”, afirmó. Gómez destacó que estas problemáticas no pueden resolverse con reformas aisladas, sino que requieren un aumento significativo en la generación de riqueza.
De igual forma, señaló tres tendencias globales que afectan la competitividad de Colombia: el cambio tecnológico, el cambio demográfico y el cambio climático. Según el informe presentado, estos factores, combinados con un mercado laboral que no satisface las necesidades del sector productivo, dificultan la reducción de la informalidad y la generación de empleos de calidad.
La jornada continuó con ponencias de expertos como Iván Luzardo, director de Planeación de Uninorte, quien discutió políticas locales de empleo, y Oriana Álvarez, directora de Fundesarrollo, que analizó los desequilibrios del mercado laboral en el Caribe colombiano. Sus perspectivas ofrecieron un panorama integral sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la región para avanzar en competitividad y desarrollo económico.
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