Diego Trujillo inspira a crear una cultura de inclusión con “Abriendo Puertas”

En el marco de la celebración de los 10 años del programa Uninorte Incluyente, con ejercicios escénicos y reflexiones sobre su vida, el actor compartió cómo la confianza y el teatro le enseñaron a valorar la inclusión y la aceptación del otro.

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El actor Diego Trujillo durante una dinámica escénica con el público.

Por: José Luis Rodríguez R.

30 oct 2024

La Universidad del Norte es una institución reconocida a nivel nacional por sus buenas prácticas de inclusión y, a través de Uninorte Incluyente, un eje clave de su plan de desarrollo, trabaja para promover la inclusión en todas sus dimensiones. Así lo evocó el lunes, 28 de octubre, Paola Alcázar, gestora y directora del programa, durante la celebración de los 10 años de la inclusión en Uninorte. La jornada, que tuvo lugar en el Salón Alejandro Obregón (13G2), estuvo dedicada a reflexionar sobre aspectos clave que fortalecen una cultura inclusiva en diferentes entornos académicos y sociales.

Diego Trujillo, actor bogotano y conferencista motivacional, con una carrera marcada por personajes disruptivos y temáticas de corte social y humanístico, fue invitado a la celebración para presentar en la mañana su charla “Abriendo Puertas”, una sesión cargada de reflexiones y ejercicios escénicos en los que abordó la inclusión y la salud mental. Con su estilo particular compartió su experiencia personal de cómo el teatro se convirtió en una herramienta de transformación y de superación, e integrar la inclusión en su vida profesional y personal.

Comenzó su charla explorando su infancia, un periodo que describió como lleno de timidez y exclusión. “Para que haya inclusión tiene que haber inicialmente exclusión,” expresó. Desde pequeño, Trujillo se sentía aislado por su incapacidad de hablar en público hasta que el teatro le brindó una salida. “Descubrí que podía expresarme a través de un personaje que hablara por mí”, recordó. Esta experiencia transformó su vida y le enseñó el valor de “abrir puertas” para los demás a través del arte.

Durante su intervención, Trujillo destacó el papel del teatro como una de las disciplinas artísticas más inclusivas. “El actor fundamenta su trabajo en la aceptación del otro y en la construcción de la confianza en sí mismo”, afirmó. Esta enseñanza, aplicada tanto en el escenario como en la vida diaria, fue la base para un taller que ha desarrollado hace varios años y permite a personas no actrices explorar su carisma y expresión personal. Trujillo enfatizó que el teatro, al reflejar la vida misma, ayuda a las personas a aceptar a los demás sin prejuicios, algo que considera esencial para construir una sociedad más inclusiva.

Para él, la confianza es el fundamento de la inclusión, una cualidad que cree necesaria para que las personas se sientan seguras y valoradas en cualquier entorno. “Uno tiene que primero aceptarse y quererse para luego trabajar en la inclusión”, señaló. Trujillo describió cómo la actuación le permitió fortalecer su autoestima y superar barreras de autoexclusión, motivando a los presentes a que, a través de la confianza, se abran a los demás y promuevan la inclusión desde el respeto y la aceptación.


 

La charla incluyó varios ejercicios actorales en los que Trujillo involucró al público para experimentar el poder de la observación y la escucha activa. Los primeros en participar fueron la profesora Maritza Duque y la estudiante Shadia, quienes realizaron un ejercicio de espejo, donde cada una debía observar al otro sin juzgarlo. “Esto es clave para entender que no se trata de describir al otro peyorativamente, sino de vernos sin prejuicios”, explicó Trujillo, resaltando que el respeto y la neutralidad son esenciales para generar espacios inclusivos y libres de juicios.


 

Trujillo también habló sobre la importancia de estar presentes en la vida diaria, una práctica que considera fundamental para la inclusión. “Hoy en día, en un sitio público, todos están en el teléfono, y eso nos desconecta del entorno”, dijo, enfatizando que la tecnología no debe reemplazar las interacciones humanas. A través de un ejercicio de observación sensorial, Trujillo alentó a los asistentes a reconectar con sus sentidos, lo cual fomenta el autoconocimiento y la empatía, herramientas cruciales para incluir y aceptar a los demás.

Al concluir, explicó que el carisma tiene un origen espiritual y un sentido profundo de conexión. “El carisma tiene que ver con influir en otros y crear una impresión en ellos”, destacó, invitando a los presentes a usar su carisma para impactar positivamente en sus comunidades. Con esto, concluyó su charla animando a todos a abrir puertas para los demás y crear una cultura inclusiva que valore y acepte la diversidad en todas sus formas.

                 

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