Congreso internacional exploró los cambios y retos de la literatura contemporánea

Reflexionar, cuestionar, redescubrir. Así se vivió el VII Congreso Internacional de Literaturas del Siglo XXI en la Universidad del Norte, que este año abrió sus puertas a una diversidad de voces para analizar el impacto y el rumbo de la literatura en el contexto actual. Organizado por la Maestría en Literatura y Escrituras Creativas junto con los Grupos de Investigación Studia y Lenguaje y Educación, el congreso reunió el 24 y 25 de octubre a expertos y aficionados en el Salón Gabriel García Márquez, la Biblioteca Karl C. Parrish Jr. y la Casa de Estudio Alfredo Correa de Andreis para abordar las transformaciones de la literatura ante los retos sociales, políticos y culturales del siglo XXI. 

Durante estos dos días de intercambio intelectual, se discutieron temas que conectaron la narrativa contemporánea con los grandes desafíos del presente. El profesor Orlando Araújo, docente del Departamento de Humanidades y Filosofía y organizador del evento, explicó que el objetivo fue ofrecer un espacio donde la literatura sirva como “espejo de la sociedad, reflejando las problemáticas y los cambios de cada cultura”.

En sus palabras, “la literatura siempre ha sido un reflejo de la sociedad. Es momento de preguntarnos qué está sucediendo con las nuevas letras, con esos cambios que intentan comprender fenómenos actuales como las dinámicas de género, los conflictos culturales y las tensiones políticas y religiosas”. 

El congreso incluyó una diversidad de mesas temáticas, entre ellas Masculinidades, prácticas cuir y travestismos, Autoras latinoamericanas contemporáneas, y Ejercicios de crítica literaria. Mesas que exploraron desde la representación de género hasta las intersecciones entre literatura y cultura, brindando a los asistentes una perspectiva interdisciplinaria.

En la mesa sobre masculinidades, por ejemplo, la presentación del profesor Massimiliano Carta se enfocó en “Reyes de un mundo cruel”, un análisis de las masculinidades en disputa en las obras de Pedro Juan Gutiérrez y Luis Negrón, abriendo el debate sobre cómo las construcciones masculinas están siendo cuestionadas y reinterpretadas en la literatura del Caribe y Latinoamérica.  

El congreso, además, contó con la participación de invitados internacionales, como la puertorriqueña Nicole Cecilia Delgado, quien habló sobre la edición independiente y la gestión cultural en su país, abordando el papel de la literatura como una herramienta para la resistencia y la identidad en Puerto Rico. La escritora cubana Legna Rodríguez Iglesias también compartió su mirada sobre la diáspora caribeña en Estados Unidos en una ponencia titulada Crítica madre: lenguajes de la diáspora caribeña, resaltando las complejidades y la riqueza cultural de los inmigrantes caribeños. 

En palabras de Araújo, el congreso buscaba abordar la literatura desde “la multiplicidad de fenómenos estéticos, culturales, políticos y sociales” que configuran el siglo XXI. Este enfoque permitió la convergencia de estudios sobre temas que, aunque alejados de los circuitos literarios tradicionales, son clave para su comprensión en las nuevas generaciones.

La profesora Gabriela Castro Reynel, de Uninorte, por ejemplo, exploró la representación de las “mujeres-pájaro” en la narrativa actual, mientras que Mar Estela Ortega analizó la anormalidad en Los Divinos, de Laura Restrepo. Ambas presentaciones pusieron en primer plano una crítica sobre el papel de las mujeres y las narrativas de resistencia en un contexto de cambio social y cultural.

El VII Congreso Internacional de Literaturas del Siglo XXI dejó claro que la literatura es un proceso vivo, en constante cambio, y que los congresos son “espacios indispensables para explorar y comprender las dinámicas de una literatura que siempre está en diálogo con el mundo”.