Con éxito finalizó la primera expedición científica en el delta del río Magdalena
Los investigadores colombianos y alemanes llegaron a puerto con la satisfacción del deber cumplido luego de 25 días de exploración en las aguas del Caribe colombiano. Ahora se vienen muchas horas de laboratorio para determinar el alcance científico de lo que lograron.
Luego de 25 días de navegar el delta del río Magdalena, el 14 de noviembre finalizó la gran expedición científica en este ecosistema de características únicas, cuyo entendimiento dará luces a Colombia sobre su formación, evolución y estado ambiental y sobre cómo aprovechar de mejor manera sus condiciones naturales.
El equipo de científicos a bordo del buque alemán Maria S. Merian arribó a Cartagena con más de 700 muestras de agua y sedimento recolectadas y numerosos registros de datos fisicoquímicos claves para analizar el comportamiento del río al desembocar en el mar Caribe, que ahora se convertirán en el punto de partida para el desarrollo de actuales y nuevas líneas de investigación.
Cumplir los objetivos trazados antes de partir no dio tregua para el reposo en el buque. Con turnos que completaban las 24 horas, los 22 científicos, entre alemanes y colombianos, aprovecharon que las condiciones climáticas jugaron a su favor para llevar a cabo las metas previstas en los tres ambientes contemplados: la pluma del Magdalena, el cañón de la Aguja y la surgencia de La Guajira.
“Nos vamos con mucho trabajo por hacer. Tenemos que llegar a los laboratorios y computadores a analizar los datos. Tenemos la expectativa de formar numerosos investigadores con esto, estudiantes de maestría, estudiantes de doctorado, pasantías. Ahora nos vienen varios años de trabajo analizando esta información, publicando los resultados y aplicando por una nueva visita del Maria S. Merian a Colombia”, dijo Óscar Álvarez, profesor de Física y Geociencias de la Universidad del Norte y director del equipo científico colombiano en el buque, a su llegada a Cartagena.
Como es usual en el trabajo de campo científico, al finalizar quedan más preguntas que respuestas. Esto es lo que trajeron los investigadores, aunque pudieron comprobar o refutar algunas de las hipótesis que tenían del comportamiento del río Magdalena al desembocar en el mar Caribe, que eran resultado de modelos matemáticos ejecutados a partir de datos satelitales, principalmente. Por ejemplo, al tomar las muestras y mediciones en sitio, la expedición se percató de que la pluma del río Magdalena en esta época del año se mueve más rápido de lo que se esperaba según la literatura científica.
Un día observamos que la pluma inclinada estaba hacia el oeste y al día siguiente estaba hacia el este, en una migración que es muy rápida para ser un cuerpo de agua dulce tan grande. También esperábamos que, en profundidad, la pluma estuviera compuesta por una capa de agua dulce sobre agua salada, pero observamos que en realidad se presentan varias capas de -lo que parecen ser- plumas de días o semanas anteriores. Por ahora, nos llena de emoción haber podido observarlo y nos llena de preguntas de cómo se desarrolla este sistema de múltiples capas".
Óscar Álvarez, profesor de Física y Geociencias de Uninorte.
Respuestas para la gente
Estas observaciones preliminares abren caminos para fortalecer la relación que tenemos con este ecosistema y para determinar qué tan grande es la influencia del hombre en lo que está pasando. Específicamente, observar que hay múltiples capas de aguas, con densidades distintas, tiene repercusiones para identificar cómo los sedimentos del río se distribuyen al fondo del mar Caribe, con sus nutrientes, contaminantes y partículas de plástico.
Sorpresivamente, el equipo también pudo observar grandes cantidades de biomasa que está transportando el río a través de vegetación, principalmente de la tarulla. Encontrar masivamente materia orgánica dispersada por todo el delta llama la atención de los investigadores, por lo que eso representa.
De acuerdo con Julián Naranjo, geólogo del Centro de Innovación y Tecnología de Ecopetrol, quien hizo parte de la expedición en el estudio de los sedimentos extraídos, identificar los sitios donde más se acumula esa materia orgánica, que es donde más se debe almacenar gas, guía los esfuerzos para futuras exploraciones.
“Estos estudios nos ayudan a mejorar nuestro conocimiento sobre cómo es la distribución de las rocas que pueden almacenar hidrocarburo, como las rocas que van a generar gas, que es el primer llamado a la transición energética. Además, tomamos datos metaoceánicos de corrientes y salinidad, que nos ayudan también a mejorar nuestros modelos para identificar zonas donde puede haber mayor potencial para las energías renovables, como el viento y las corrientes, que también aportan a la transición energética de la empresa y de nuestro país”, dijo Naranjo.
Conocer estos datos, por ejemplo, es también de gran beneficio para los pescadores. Conocer dónde están las mejores condiciones de salinidad o de clorofila o de biota orienta a los pescadores sobre el que sería el lugar más propicio para que se encuentren peces. Del mismo modo, entender la dinámica de la sedimentación es fundamental para la navegabilidad.
Los científicos esperan que los resultados posteriores de esta expedición abran las posibilidades para solicitar nuevamente la llegada del buque Maria S Merian a las aguas del Caribe colombiano.
La hora del laboratorio
Si bien los resultados de la expedición oceanográfica del Maria S. Merian ya de por sí son un hito en el país, hasta el momento apenas se ha cumplido la primera fase, la de recolectar muestras y enfrentarse a los datos reales en campo. Los resultados posteriores son lo que realmente repercutirá a nivel científico.
Por lo general, los oceanógrafos y geólogos en países como Colombia, donde no se cuenta con infraestructura técnica para monitorear constantemente los ríos y mares de forma profunda, utilizan modelos adaptados de otros lugares del mundo. Contar con datos reales permite calibrar esos modelos para ser más precisos con la realidad y hacer mejores interpretaciones de lo que está pasando y lo que podría pasar. Este trabajo se logra en los computadores y laboratorios.
En los laboratorios de Uninorte se realizará la caracterización de los sedimentos superficiales obtenidos en núcleos cortos de hasta 50 cm de longitud. También se pueden caracterizar la composición de los sedimentos con el difractor de rayos X con que cuenta la universidad. Otros análisis más detallados de composición y proveniencia de los sedimentos se realizarán en los laboratorios de ECOPETROL.
Finalmente, los análisis de datación del sedimento, entre otros que requieren infraestructura no disponible en el país, se harán en los laboratorios de la Universidad de Kiel, Alemania, donde los investigadores colombianos y alemanes se reunirán de nuevo para avanzar en esta línea el próximo verano.
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Dic 17, 2024
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