Carlos Malabet: un legado de excelencia en la medicina y la educación
La universidad le rinde homenaje al nombrar el auditorio del hospital en su honor. Malabet fue un pilar en la formación de médicos y en la gineco-obstetricia. La comunidad Uninorte celebra su trayectoria clínica y compromiso docente.
Carlos Malabet Santoro, de 82 años, ha sido más que un docente o un médico para la comunidad de la Universidad del Norte: un mentor, un guía y un símbolo de dedicación y excelencia. Su nombre, conocido por generaciones de estudiantes y profesionales de la salud, se ha convertido en sinónimo de compromiso y entrega en la medicina. Ahora, en un acto de reconocimiento y gratitud, la Universidad del Norte y el Hospital Universidad del Norte (HUN) perpetúan su legado nombrando el auditorio del hospital en su honor. Un gesto que celebra sus múltiples logros y la huella que ha dejado en la vida de quienes han tenido el privilegio de aprender de él.
El homenaje se desarrolló el jueves, 29 de agosto, en el auditorio, en donde familiares, directivos, docentes y amigos celebraron su contribución invaluable a la formación médica y dedicación incansable a la enseñanza. Durante el evento, varios colegas y exalumnos compartieron emotivos testimonios sobre cómo las enseñanzas y el ejemplo de Carlos Malabet Santoro marcaron profundamente sus vidas y carreras.
Nacido en Barranquilla el 15 de marzo de 1942, el doctor Malabet ha sido una figura fundamental en la formación de médicos y en el avance de la gineco-obstetricia en Colombia y Latinoamérica. Desde su ingreso a la Universidad del Norte en 1977 como catedrático, su carrera estuvo marcada por un compromiso inquebrantable con la educación, la investigación y la excelencia clínica.
"Estamos muy complacidos de poder rendirle homenaje al doctor Malabet. Esto que hacemos hoy corresponde a una estrategia de la universidad para resaltar valores del Caribe colombiano", afirmó el rector Adolfo Meisel, quien destacó la importancia de reconocer a las personas que han hecho significativas contribuciones a la región, la universidad y al país con su trabajo y dedicación.
El rector recalcó el valor de mantener estas tradiciones en la institución, señalando que nombrar edificios y auditorios en honor a figuras destacadas es una forma de preservar su legado. "Me parecía importante que el auditorio del hospital tuviera un nombre y los médicos de la universidad por consenso decidieron que fuera el de Carlos Malabet. Un reflejo del cariño que le tienen las diferentes generaciones de alumnos que tuvo a lo largo de su estancia en esta universidad", comentó.
Más allá de sus logros académicos y administrativos, Malabet se ha ganado el respeto y la admiración de sus colegas, egresados y comunidad en general por su dedicación, su liderazgo y su visión innovadora. Para María del Pilar Garavito, decana de Ciencias de la Salud, "su legado se manifiesta en los proyectos que impulsó, en los médicos que formó y en la cultura de excelencia que promovió a lo largo de su carrera". "Estoy segura, y es nuestro compromiso, de que su sello e influencia seguirán marcando la formación en salud en Uninorte, y en todos aquellos que tuvimos el honor de trabajar y aprender a su lado", señaló la decana con palabras quebradas de emoción.
Durante sus 38 años de servicio en la institución, Carlos Malabet ocupó diversos cargos, entre ellos el de jefe del Departamento de Educación Médica, decano de la División de Ciencias de la Salud (1992 – 2004) y director científico del Hospital Universidad del Norte, posición que mantuvo hasta su retiro en 2018. Fue exactamente el lunes, 27 de agosto, de ese año el último día que el doctor Carlos Malabet estuvo vinculado laboralmente a la universidad.
Estudiantes, docentes y directivos se reunieron en el mismo auditorio que hoy, seis años después, lleva su nombre para rendirle un nuevo homenaje. “Nunca me arrepentí de haber dejado el ejercicio de la medicina para dedicarle todo a la universidad y eso siempre lo tendré hasta el fin de mis días (…) Estaba mirando el futuro y es esto, ustedes”, declaró en aquel momento el egresado de la Universidad de Antioquia, a las nuevas generaciones de profesionales.
Conocido por su pasión por la enseñanza, el doctor Malabet se distinguió por su enfoque en la formación de médicos con altos estándares éticos y un profundo sentido de responsabilidad social. Su destacado ejercicio docente e investigativo le hicieron merecedor en 2005 del título de Profesor Emérito por parte de la universidad. Su visión siempre fue clara: formar profesionales que, además de ser competentes en su práctica, estuvieran comprometidos con el bienestar de sus comunidades.
Pero su legado va más allá de las aulas. Fue jefe de los departamentos de Ginecología y Obstetricia y Materno Infantil del extinto Instituto de los Seguros Sociales (ISS). En 1999, la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología lo honró con el título de Maestro de la gineco-obstetricia latinoamericana, galardón que consolidó su reputación como un referente y líder indiscutible en su campo.
"Es un gran honor y orgullo para nosotros que este auditorio lleve su nombre, fruto de haber cumplido a cabalidad su vocación de médico (...) Es el claro ejemplo de quien utiliza los talentos que Dios le regala al servicio de los demás. Quiero dejarles a los presentes y especialmente a los estudiantes la palabras que él me decía siempre que necesitaba su consejo y su guía. Recíbanlas de su parte: Siempre adelante", expresó su hija, Silvana Malabet.
Además de su papel como educador y clínico, Malabet fue un activo participante en diversas sociedades científicas, incluyendo el Comité Nacional de Educación Médica en Ginecología y Obstetricia, la Sociedad Colombiana de Fertilidad y Esterilidad, y la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME), donde ocupó los cargos de secretario, vicepresidente y presidente. Desde la presidencia actual de asociación, se destaca que bajo el liderazgo del Dr. Carlos Malabet la asociación se internacionalizó y fue más participativa en los problemas de la educación médica nacional.
Su visión y liderazgo fueron también fundamentales en la creación del Instituto de Reproducción Humana PROCREAR, en 1987, un programa pionero en la región Caribe que ha ayudado a muchas parejas a cumplir su sueño de ser padres.
El reconocimiento que la universidad le brinda este jueves, además de ser un homenaje a su carrera, es un recordatorio de los valores que encarnó durante su vida profesional: la búsqueda constante de la excelencia, el compromiso con la formación de futuros médicos y el deseo de contribuir al desarrollo de la medicina en la región.
"Si me lo permite su familia, creo soy su hijo académico. El doctor Malabet fue la persona que me trajo a esta universidad, de alguna manera me brindó la oportunidad de aprender lo que sé hoy y lo que fui académicamente se lo debo a él", expresó el profesor Hernando Baquero, exdecano de la división. "No solo por lo que fue capaz de transmitirme en temas de educación sino también por su ejemplo de honestidad, verticalidad, de transparencia", agregó.
El Auditorio Carlos Malabet honra la trayectoria de un hombre que ha contribuido profundamente a la Universidad del Norte y a la comunidad médica. Desde ahora, cada estudiante, docente y visitante que pase por sus puertas recordará la huella indeleble que dejó en la institución y en la sociedad.
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