Cámara de Comercio Internacional de París, 100 años de arbitraje en conflictos empresariales
La Cátedra Europa abrió un espacio para conversar el papel que ha desempeñado la CCI en América Latina y sus contribuciones en la solución de disputas comerciales a nivel internacional.
La Cámara de Comercio Internacional de París (CCI, por sus siglas en francés) desempeña desde la primera mitad del siglo XX un papel importante en el fomento del comercio y la inversión global, pero también es un actor clave del arbitraje internacional, especialmente en América Latina, donde ha promovido esta alternativa como método eficaz y neutral para resolver disputas comerciales. Ha establecido sedes de arbitraje en varios países y ha colaborado con instituciones locales.
En el marco de la Cátedra Europa, expertos en arbitraje internacional se reunieron en Uninorte el martes, 3 de octubre, para analizar las contribuciones de la CCI en esta materia, en el marco de sus 100 años, pero también para entender cuándo es bueno el uso del arbitraje y dar recomendaciones de cómo proceder con este mecanismo resolutivo.
“El Caribe es la región de Colombia con mayor vocación exportadora y para las controversias internacionales el arbitraje es el mecanismo de soluciones de conflicto preferido. En mucho de los países de América Latina hay altas de congestión judicial, y si bien Colombia ha mejorado en los últimos años en ese aspecto, aún hay mucha acumulación de procesos. Una razón para el uso del arbitraje.”, señaló Alberto Madero, decano de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, al darle apertura el coloquio en el salón 21K.
Las principales actividades de la Cámara de Comercio Internacional, en materia de arbitraje internacional, incluyen la supervisión de casos a través de su Corte Internacional de Arbitraje, el desarrollo de reglas de arbitraje, nombramientos de árbitros y el desarrollo de programas de formación para árbitros, abogados y profesionales legales interesados en el arbitraje internacional.
Gustavo Piedrahíta, árbitro y director del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, señaló que desde que se creó la corte de arbitraje de la CCI distintos países han venido aprendiendo las buenas prácticas para “competir en el mercado de la resolución de los conflictos”.
“Aquí esto se trata de acceso a la justicia y de descongestión. Un juez recibe, en promedio, 350 casos al año. Comparándolo con el arbitraje, un árbitro recibe máximo 2 casos en un año y los únicos beneficiarios son los usuarios. El arbitraje es más muy sencillo de lo que aparenta y es algo que todos debemos tener en cuenta”, agregó Piedrahíta.
En ese sentido, la CCI ha establecido sedes de arbitraje en varios países de América Latina, como México, Brasil y otros. Estas sedes facilitan la realización de arbitrajes en la región, brindando a las partes locales y extranjeras la opción de llevar a cabo sus procedimientos de arbitraje en un entorno cercano y familiar.
“El arbitraje es un mecanismo de solución de controversias válido para que comerciantes de distintas jurisdicciones puedan resolver sus controversias, sin necesidad de recurrir a sus estados para darle una carga política a estas. En ese sentido, la Corte de Arbitraje Internacional surgió con una misión de incentivar la paz global porque nos pone en una posición de colaboración”, argumentó Rafael Rincón, socio de la firma Rincón-Castro Abogados, y representante para América Latina de Grupo de Árbitros Jóvenes de la CCI.
¿Vale la pena tener cláusula arbitral? Para Estefanía Ponce, árbitro internacional y directora de la firma Ponce-Herrera Ruíz, definitivamente sí, porque entre un litigio internacional o un arbitraje local o internacional, “porque el arbitraje es un procedimiento que le habla a ambas partes, no hay una que esté en desventaja sobre la otra”.
“Cuando se trata de contratos internacionales o contratos nacionales, que sean de proyectos grandes o industrias específicas como la construcción, vale la pena el arbitraje”, puntualizó Ponce.
En sus 100 años, la Cámara de Comercio Internacional ha contribuido de manera significativa a la gestión efectiva de conflictos en el ámbito comercial internacional mediante la creación de reglas claras, la facilitación del arbitraje, el establecimiento de estándares y la promoción de prácticas comerciales éticas. Su labor ha sido fundamental para reducir la incertidumbre y los desacuerdos en las transacciones comerciales a nivel global.
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