786 jóvenes se capacitan en liderazgo y habilidades socioemocionales

Con el objetivo de promover el aprendizaje para el desarrollo de habilidades socioemocionales y la construcción de relaciones justas, conscientes e integrales, 786 estudiantes de Uninorte participaron en enero del diplomado internacional  "Liderazgo y Salud Emocional", promovido por Bienestar Universitario en alianza con la Fundación Liderazgo Chile - FLICH.

Esta vinculación estratégica fue posible gracias a que ambas instituciones promueven una formación integral que prioriza la salud mental y el bienestar afectivo de los jóvenes, con el fin de construir una mejor sociedad a través de la educación emocional. 

Dirigida a estudiantes latinoamericanos entre 15 y 22 años, esta experiencia académica e intercultural culminó el sábado, 30 de enero. Con un total de 11 clases, jóvenes provenientes de varios países de Latinoamérica se reunieron para aprender sobre temas como el reconocimiento emocional, la responsabilidad social del lenguaje, la vocación o el sentido de la vida, con el acompañamiento de docentes internacionales. 

Arnaldo Canales, director ejecutivo de la FLICH y magíster en Inteligencia Emocional y Educación, resalta la importancia de la enseñanza afectiva. “Los jóvenes tienen una riqueza emocional tremendamente importante. Por ello, debería ser el principal ente de preocupación de la comunidad educativa, desde las universidades, los institutos y los colegios. Su valor está en que ayuda a que los jóvenes resignifiquen la importancia del mundo de las emociones, obteniendo competencias que les permitan trabajar sobre su propia autoestima, autoconfianza, automotivación, resiliencia y frustración. Todo eso aporta en la construcción de un ser humano mucho más integral”. 

Luz Adriana Salcedo, directora de Bienestar Universitario, agrega que “estamos viviendo tiempos de desafíos que exigen prepararnos de manera integral. Poder conocer y gestionar adecuadamente las emociones impacta nuestro bienestar porque nos permite lograr nuestros objetivos, mejorar nuestro rendimiento académico, ser más resilientes y asumir los cambios con una actitud positiva”.

Experiencias de los participantes 

• - Para Alina García Huizar, estudiante mexicana de octavo semestre de Ingeniería Biomédica en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, el diplomado aportó a su formación integral como persona y profesional. “Esta experiencia me ha ayudado a fortalecer mis habilidades blandas, como la escucha activa, el lenguaje positivo, la respiración consciente y la risoterapia, pues considero que son competencias que te distinguen de otros profesionales que poseen el mismo conocimiento técnico que tú” expresó.

• - Vanessa de la Cruz Villalba es estudiante de octavo semestre de Ingeniería Industrial de la Universidad del Norte y presidenta del movimiento universitario Alfa y Omega, un grupo estudiantil que busca formar líderes integrales. Tras su paso por el programa, aprendió sobre ese liderazgo que es más empático y está dirigido hacia las personas. "Me ayudó a ver el liderazgo, no como algo autoritario, sino como la habilidad de ponerse al servicio de los demás”.

• - Gloria Hernández Aníbal, estudiante en prácticas de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, agrega que el diplomado le ha ayudado a ver la vida bajo una perspectiva diferente, además de que le ayudó a darle a sus emociones la importancia que se merecen. "Lo que más me ha gustado del diplomado es la interacción que podemos tener con jóvenes de muchas partes de Latinoamérica, ya que el intercambio de culturas es un proceso enriquecedor".

• - Victoria Castillo, estudiante venezolana de quinto semestre de Administración de Empresas en la Universidad Católica Andrés Bello, resumió que en estas semanas apropió herramientas de control emocional, para saber cuestionar las situaciones tensas de enojo o tristeza y saber cuándo no tomar decisiones drásticas. Además, conoció a un par de amigas mexicanas y chilenas, con las que ha creado un grupo de apoyo emocional. “Conversamos sobre nuestras vidas, sobre cómo nos sentimos y nos damos consejos”, acotó.

La directora de Bienestar Universitario invita a que más jóvenes se sumen a este tipo de actividades extracurriculares que lidera su oficina. “La vida universitaria no se ha detenido por estar en casa, al contrario, esta es una nueva forma de vivir Uninorte y encontrar en nuestro hogar estos espacios culturales, artísticos, deportivos, de participación y formación, que harán de su paso en nuestra institución una experiencia más satisfactoria”, concluye Salcedo.

Por María Fernanda Salgado