Avanza con éxito el proyecto de Ley: Cátedra Obligatoria de Educación Emocional

Efectuado el primer debate en el Senado, crece la esperanza por que los niños, niñas y adolescentes colombianos estén muy cerca de contar con una Cátedra de Educación Emocional. Lo anterior, tras un trabajo mancomunado entre Pisotón y el senador barranquillero Mauricio Gómez.

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Niña de Santa Lucía, Atlántico, en actividad didáctica con Pisotón.

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11 jun 2021

El próximo año, Pisotón celebrará sus bodas de plata y la expectativa crece ante la posibilidad de hacerlo con la aprobación total de la Ley que promueve la Cátedra Obligatoria de Educación Emocional, un esfuerzo -arduo y dedicado- del programa de desarrollo psicoafectivo de la Universidad del Norte y el senador del Partido Liberal, Mauricio Gómez.

El proyecto de Ley ya cursó su primer debate ante los miembros del Legislativo, y espera que continúe su curso hasta su sanción, promulgación y publicación. Ana Rita Russo, directora de Pisotón, resalta el trabajo de todos los involucrados, pues “lograron la escucha de muchos senadores, de diferentes partidos de nuestra querida Colombia, para saber que esto se convirtió en una necesidad”.

Russo destaca que “durante todos estos años nosotros (el programa) hemos venido atravesando, no sólo el territorio colombiano, sino algunos países vecinos como México, Panamá, Ecuador, Bolivia, y en este caminar hemos encontrado que cuando llegamos a la primera infancia -en este proceso de co-construcción emocional- es posible con la resolución adecuada y sana de conflictos, así como la regulación y la conciencia emocional que le va dando paso a una identidad armónica”.

La directora señala que el trabajo con el senador Gómez arrancó con la atención constante por parte de él y el grupo de profesionales que le acompaña. “Él escuchó de inmediato, desde el lugar real, no solo lo que necesitan nuestros niños y niñas, sino todo lo que está pasando a nivel de salud mental en nuestro país”, dice.

Pisotón ha destacado en sus intervenciones que el escenario de la salud emocional y mental de los niños, niñas y adolescentes es un tema de sumo cuidado, que cada vez requiere más atención y disposición.

Según el Instituto Colombiano de Medicina Legal y Ciencias Forenses. en 2019 se presentaron 11.086 casos de violencia interpersonal contra este grupo poblacional. Cabe destacar que -aunque el registro cayó en un 23% frente a lo acontecido en 2017- sigue siendo una cifra alta. Lo anterior, sin contar el subregistro latente que ostentan este tipo de datos, habitualmente.

En el escenario intrafamiliar, el panorama es similar. En 2019, la cifra se ubicó 10.468 casos, un 11,4% menos que lo registrado en 2017. En cuanto a los suicidios, el número de casos promedio entre 2017 y 2019 fue de 280.

A nivel internacional, el Informe de Infancias robadas, desarrollado por Save the Children en 2017, destaca que 263 millones de niños y niñas no están escolarizados y 163 millones participan en trabajo infantil. Asimismo, 3 de cada 4 son habitualmente víctimas de algún tipo de disciplina violenta por parte de sus cuidadores. Según el documento, entre 172 países, Colombia ocupa el lugar 118 en el índice de Infancia Robadas de 2017.

El proyecto

Son 16 artículos los que componen el proyecto, cuyo objetivo se concentra en crear e implementar la Cátedra de Educación Emocional en los niveles preescolar, básica y media, en concordancia con el proyecto educativo institucional PEI de todas las instituciones educativas del país.

Pisotón ha definido que la iniciativa “permitirá la potencialización de habilidades para la vida, competencias emocionales; así como la prevención de conductas de riesgo y problemas que afectan el bienestar emocional y el desarrollo integral de la niñez, infancia y adolescencia en Colombia”.

Entre los demás objetivos que persigue la Cátedra, se ubican la necesidad de innovar las prácticas educativas y pedagógicas, promoviendo escuelas emocionalmente inteligentes que respondan a las necesidades afectivas no atendidas por la educación tradicional, y fomentar relaciones constructivas y empáticas entre los individuos y la sociedad.

La expectativa

Ana Rita Russo advierte que la sociedad colombiana sería la protagonista ganadora con la aprobación de este proyecto de Ley, ya que “con una educación emocional obligatoria al interior de la escuela se logran resolver adecuadamente los conflictos”. Además, los niños, las niñas y los adolescentes fortalecen la colaboración entre seres humanos, entre los diferentes actores, una responsabilidad por sí mismos y por los otros, lo que permite un desarrollo integral, una promoción de la salud mental, así como la prevención de deserciones escolares, de adicciones a sustancias psicoactivas y por supuesto, una integración hacia una educación ciudadana mucho más participativa”.

 

Por: Lucía Avendaño Gelves.

 

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