Los proyectos como motores de crecimiento en las organizaciones

Los fundamentos necesarios para la ejecución de un proyecto exitoso descansan en sus etapas previas: identificación, formulación y evaluación, razón por la cual, hoy en día, se hace indispensable que todos los profesionales que se desempeñan en las diferentes áreas del conocimiento dominen técnicas que permitan establecer la viabilidad de un proyecto y comparar, a su vez, la relación de costos y beneficios de inversiones alternas. Sin embargo, la realidad ha demostrado que no solamente un proyecto correctamente formulado y evaluado garantizan que su ejecución vaya a ser exitosa; de hecho diferentes estudios indican que la gran mayoría de los proyectos no concluyen dentro de las estimaciones definidas de tiempo y recursos, sino que incluso algunos ni siquiera dan respuesta a las problemáticas u oportunidades que generaron la formulación del mismo.

Lo anterior se debe en gran medida a que las personas encargadas de dirigir su ejecución no cuentan con las competencias ni la formación adecuadas para liderar el equipo de trabajo del proyecto, gestionar los intereses de los involucrados en el mismo, administrar eficientemente los recursos y realizar un correcto seguimiento y control a las actividades de ejecución del proyecto. Por lo tanto, el éxito de un proyecto y por consiguiente las mejoras en calidad, productividad, efectividad y el crecimiento de las organizaciones de nuestra región y del país, dependerán de los profesionales especializados en gestionar adecuadamente cada una las fases del ciclo de vida de los proyectos: Preinversión, Ejecución, Operación y Cierre.

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