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A través de los años la Universidad del Norte ha sido descrito de mil maneras: como una institución de excelencia educativa, como un rincón en el que confluyen la academia y el ser Caribe. Pero, la forma en que más nos gusta que nos describan es “mi casa”.


Para muchas familias, nuestro campus se convirtió en una extensión de su hogar, un espacio en el que día a día crecieron, aprendieron, forjaron relaciones para toda la vida, encontraron el amor y un norte para sus vidas. “La mejor herencia que les podemos dejar a nuestros hijos es la educación”, reza un conocido proverbio que hace referencia a la educación como la puerta al progreso.
 
Por ello, nos llena de orgullo que varias familias hayan elegido a Uninorte, “la casa que enseña a triunfar”, como legado de lo que quieren para sus hijos: el éxito que ellos pudieron conseguir. Los Aguilar, Pezzano, Jaramillo, Zúñiga, y Espinosa hacen parte de cientos de familias que han pasado por nuestro campus, que se han destacado dentro y fuera de él, y que llevan el sello Uninorte generación tras generación.

Los Aguilar

La historia de la relación entre Uninorte y la familia Aguilar es la de superación tras una tragedia. Con 11 hijos estudiando, Ernesto Aguilar falleció a sus 55 años. Su hijo mayor, Francisco, tuvo que dejar sus estudios y dedicarse a apoyar a su madre Cielo Cadavid a sostener la casa y procurar que a sus hermanos no les faltara nada.
 
Sentados en la sala de su casa para la entrevista con enContacto, los hermanos agradecen el esfuerzo que hizo Francisco y el apoyo que les brindaron su círculo cercano de amigos y conocidos, entre ellos el ex gerente de Cementos del Caribe, Juan Manuel Ruiseco. “Gracias al apoyo de muchísima gente, porque literalmente no hubiéramos podido, logré graduarme de ingeniero de sistemas y hacer una maestría”, afirmó Héctor Alonso, el último de los hermanos en obtener su título de pregrado.
 
Ese día, su madre recibió una carta del entonces rector Jesús Ferro Bayona de felicitación. “Estimada Doña Cielo, al recibir su hijo, Héctor Alonso, el grado de Ingeniería de Sistemas, suman 7 los egresados de su familia de esta universidad. Además de otros 7 que adelantan sus estudios de posgrado, 5 en el magíster de administración de empresas, uno en la especialización en finanzas, y otro en la maestría en microbiología”, reza la carta.
 
“Son fruto de su dedicación esfuerzo y sacrificio. En un día como hoy, la universidad del norte quiere unirse a su familia para rendirle un sentido homenaje de reconocimiento por su ejemplar tarea como madre y principal gestora y promotora de sus hijos”, continúa el escrito que la familia considera un tesoro.
 
“María Victoria Aguilar fue la primera de los hermanos en entrar a Uninorte, a la carrera de Administración de Empresas, y asegura jocosamente que ella estuvo allí cuando sembraron el roble amarillo. En Uninorte también encontró el amor, a su esposo Jorge de Castro, y fue el lugar para que sus hijos hicieran su formación profesional. Además de ella, Maria Luisa, Beatriz, Jorge, Ana María, Carlos, Darío, Héctor, y Graciela, y varios de sus hijos también pasaron por nuestras aulas.
 
Uno de los recuerdos que guardan con más cariño fue aquellas clases en la maestría en Administración de Empresas en la que cinco hermanos estudiaron juntos. “Los profesores se sorprendían cuando pasaban lista. Además de que éramos el primer apellido, lo leía cinco veces”, anotó Héctor sobre el extrañamiento de los docentes al verlos a todos juntos. Para los Aguilar esto no era extraño, pues Uninorte ha sido uno de sus ambientes familiares.
 
La excelencia académica también ha sido otra de las características que se ha destacado en esta familia, con casos como el de Alejandra Reátiga Aguilar, egresada recientemente del programa de Ingeniería Industrial quien obtuvo el mejor puntaje global de Uninorte en las Pruebas Saber Pro en 2018. “Es un privilegio graduarse de la universidad donde se graduaron todos mis tíos. Ahora que estoy incursionando en la parte profesional, me doy cuenta que cada cosa que me enseñaron la voy a aplicar”, afirmó.
 
Francisco, el hermano mayor de los Aguilar, también obtuvo finalmente su título profesional en Uninorte. Luego de que sus 10 hermanos terminaran sus estudios, ingresó al programa de Administración de Empresas y completó el ciclo de una generación que se sobrepuso a la adversidad para seguir soñando y trabajando por un futuro mejor.
 

“Es un privilegio graduarse de la universidad donde se graduaron todos mis tíos. Ahora que estoy incursionando en la parte profesional, me doy cuenta que cada cosa que me enseñaron la voy a aplicar” Alejandra Reátiga Aguilar.


 

Los Zúñiga

Ya han pasado 15 años desde que Juan Carlos Zúñiga se graduó, junto a su hermano Alberto, del pregrado en Ingeniería Civil, pero afirma que los recuerdos que guarda los siente como si fueran ayer. Entre el Unión Magdalena, un equipo creado por una ‘colonia de samarios’ que ganó un torneo de fútbol en la universidad, las partidas de dominó en la cafetería, y jornadas de estudio y presentaciones de proyecto, se pasó sus cinco años de pregrado.
 
Zúñiga, que vivió la mayoría de su adolescencia entre Bogotá y Santa Marta, cuenta que desde la primera vez que entró a Uninorte supo que sería la universidad donde estudiaría. Su primer recorrido lo hizo como un estudiante recién graduado, y aún recuerda que como es natural, sentía nerviosismo por estar en una ciudad y una institución que no conocía. “El ambiente caribeño me atrapó”, afirmó con una sonrisa.
 
Juan Carlos contó que le llamó mucho la atención las construcciones que se estaban llevando a cabo, en ese entonces del Bloque G, pues le hizo darse cuenta que era una institución de vanguardia, y que estaba a tono con las nuevas tecnologías. Sentimiento que hasta el día de hoy persiste, pues aseguró que cada vez que viene desde Santa Marta se impresiona de los avances que continúa haciendo en infraestructura.
 
Los egresados de Uninorte en su familia incluyen a su padre, Alberto, quien realizó un posgrado en Gestión Ambiental en la universidad, y a su esposa, Diana Suárez, quien es egresada de la carrera de Administración de Empresas. Juan Carlos y su hermano siguieron los pasos de su padre y también realizaron posgrados en diseño estructural y gestión ambiental, respectivamente.
 
Actualmente, Zúñiga, quien se desempeña como jefe del departamento comercial de Gases del Caribe en Magdalena, tiene tres hijos de 14, 8 y 3 años. “Quiero que mis hijos estudien en la Universidad del Norte. Los voy a dejar que tomen sus decisiones, pero es una visita obligatoria, yo mismo se las voy a mostrar la Universidad”, afirma.
 
Y las razones para él están claras. “Uninorte es una universidad de vanguardia, que siempre está preocupada por el mejoramiento de su planta, tanto física como de profesores, y dirigida para que sus alumnos hagan grandes cosas por su región”, finalizó.
 

“Quiero que mis hijos estudien en la Universidad del Norte. Los voy a dejar que tomen sus decisiones, pero es una visita obligatoria, yo mismo les voy a mostrar la Universidad” Juan Carlos Zúñiga.


 

Los Jaramillo

El apellido Jaramillo está presente en el día a día de nuestro campus, reflejo de la importancia que ha tenido esta familia para nuestra institución. El edificio de posgrados Álvaro Jaramillo Vengoechea lleva este nombre en honor a uno de los fundadores de la Universidad del Norte. Sus hijos, Álvaro, Leonor y Juan José, hicieron sus estudios aquí y han continuado el legado de su padre.
 
“Uninorte formaba parte de nuestra vida por el amor que le tenía. Siempre pensó que empujar la educación en la costa era lo que había que hacer para reducir la pobreza y desigualdad. Nosotros hemos continuado su legado”, afirmó Álvaro, quien es egresado de la primera promoción de Administración de Empresas en 1973.
 
Recordó su propio grado hace 45 años, en el que recibieron su diploma 13 alumnos y resaltó el progreso que desde entonces ha tenido Uninorte como institución gracias al trabajo y dedicación. El hijo mayor de los Jaramillo, al igual que su padre, hizo parte del Consejo Directivo hasta recientemente cuando una enfermedad lo obligó a relegar su cargo.
 
Por su parte, Leonor ingresó en 1978 a la segunda promoción de la carrera de Licenciatura en Pedagogía Infantil y hace parte de la historia de la educación de la Universidad del Norte. Tras una carrera en el sector privado, regresó para estar vinculada durante 20 años a Uninorte como docente, directora de programa de Lic. en Pedagogía Infantil, y decana del Instituto de Estudios en Educación hasta 2015, cuando se jubiló.
 
Dos de los hijos de Leonor también hicieron parte de nuestra institución. Andrés Certain Jaramillo realizó su especialización en Derecho Comercial, mientras que Michelle se especializó en Gerencia de la Comunicación Organizacional. Actualmente tiene tres nietos y aunque asegura que no tiene control sobre la decisión que tomen de dónde estudiar, su añoranza es que estudien en Uninorte para que aprovechen las ventajas que conoce que tiene nuestra institución. “Viví la formación y la administración de la Universidad personalmente, y sé la excelencia que ofrece”, afirmó.
 
Juan José Jaramillo, actual secretario de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla, encontró en Uninorte, además de una formación que le ayudó a llevar la destacada carrera que hace como funcionario público, a quien describe como el amor de su vida: su esposa Maricel Char. Ambos pasaron por nuestra institución a finales de los años 80 y recordaron que el campus no contaba con el espacio que tiene hoy, sino que se ajustaba a las necesidades de una mucho menor cantidad de estudiantes.
 
En ese entonces, relata Jaramillo, sin importar carreras había una integración entre todo el alumnado. Recuerda que conoció a Char, que estudiaba Administración de Empresas, en la cafetería, la única que había en el campus. “Hablando, un día le dije: ‘ombe, sabes qué, tú te vas es a casar conmigo’”, cuenta el secretario sobre el inicio de un matrimonio que lleva 30 años. Jaramillo señala que su familia ha elegido Uninorte en cuatro ocasiones. El funcionario, quien también hizo parte del Concejo de Barranquilla, cuenta que primero comenzó a estudiar Administración de Empresas pero se retiró pues dejó el país para vivir durante un tiempo en Estados Unidos. Cuando regresó una vez más ingresó, esta vez a la carrera de Psicología, de la que es egresado.También realizó una especialización en nuestra institución en psicología económica y del consumo.
 
La cuarta y última elección fue la de su hijo, Juan Esteban, quien comenzó su carrera de Administración de Empresas, para luego terminarla en Florida International University, en Miami. El secretario fundamenta su decisión por Uninorte en una idea: “Si quieres vivir la riqueza de ser Caribe, tienes que estar en Uninorte. Es una universidad que te acompaña en un estilo de vida de avanzada, y que te abre todas las oportunidades profesionales”.
 

“Uninorte es una universidad que te acompaña en un estilo de vida de avanzada, y que te abre todas las oportunidades profesionales” Juan José Jaramillo.


 

Los Pezzano

La familia Pezzano, con 30 miembros, rompe los récords. Dos psicólogos, dos médicos, seis administradores, cuatro ingenieros industriales, siete ingenieros civiles, dos de sistemas, un abogado, uno en relaciones internacionales y varios posgrados confluyen en las dos generaciones que han pasado por nuestro campus. “Nos sentimos orgullosos de eso, ha sido nuestra Universidad, algo que nos pertenece”, afirmó Silvana Pezzano, una de las primeras mujeres graduadas en Ingeniería Civil, en la promoción del 1983.
 
Y así como se han beneficiado de su formación en Uninorte, los Pezzano han retribuido lo recibido y su apellido está presente en la vida universitaria a través de la Cátedra Barranquilla y del Caribe, iniciativa de Gina Pezzano que lleva más de 15 años convirtiendo a estudiantes en líderes. La psicóloga, egresada en 1980, ha trabajado como docente durante más de 35 años en los que fungió en cargos como directora del programa de Psicología y de Bienestar Universitario.
 
“A veces siento que mi apellido es Uninorte porque cuando uno está tan comprometido con una institución, esa identidad personal muchas veces se transforma en una identidad institucional”, expresó. Por eso, nunca dudo que este era el centro de educación superior para sus hijos, pues soñaba con que pudieran disfrutar y formarse integralmente como ella y su esposo, Enrique Vengoechea, lo habían logrado.
 
Laura Pezzano no estudió el pregrado en esta institución, y cuenta que su primera experiencia fue de admiración al ver a sus hermanos estudiando. “Los veía comprometidos, que tenían ese espíritu y ganas de triunfar en todo. Cuando llegó la oportunidad de mis hijos, quise que estudiaran en la Universidad del Norte”, contó quien es madre de cuatro egresados. También ella misma se decidió por hacer parte de nuestra familia pues hizo parte de la primera cohorte graduada de la maestría en Educación.
 
Por su parte, Rossana, otra de las hermanas Pezzano, reflexionó que la Universidad que hoy existe es muy diferente a la que ella estudió, en términos del campus, pero conserva los mismos valores y principios. La ingeniera civil valoró la capacidad de planeación y organización que adquirió en sus estudios y que hasta el día de hoy aplica. “La universidad le da a uno una formación tan exigente, tan completa, yo considero que eso forma para la vida laboral”, señaló.
 

“Nos sentimos orgullosos de eso, ha sido nuestra Universidad, algo que nos pertenece” Silvana Pezzano. 


 

Los Espinoza

En 2014, Juan Pablo Espinosa Bernal obtuvo uno de los mejores puntajes a nivel nacional en las Pruebas Saber 11. Las puertas estaban abiertas para que eligiera la facultad del país que quisiera, pero él quería seguir los pasos de su padre y su abuelo en la Medicina. Por eso, decidió venir a Uninorte.
 
Muchos factores pesaron, como el hecho que su padre, Humberto Espino - sa de Vivero, es egresado de este programa en 1984, o que su abuelo Hum - berto Espinosa Taboada fue el fundador de la cátedra de Cirugía General y uno de los primeros directores del programa de Medicina de Uninorte. “Siendo la tercera generación de médicos Uninorte, y luego de haber vi - vido mi carrera, siento que la mejor manera de describir lo que siento es orgullo”, manifestó el joven quien se graduó en 2019, con la distinción aca - démica de Medalla de Plata.
 
Su padre, Humberto, uno de los ginecólogos más reconocidos de la ciu - dad, manifestó que sabía, por experiencia propia, que su hijo recibiría una formación de la mejor calidad. El único lamento que le queda es que su padre no haya alcanzado a ver a su nieto ingresar a la carrera que ayudó a crear.
 
De su paso por nuestra institución, el doctor Espinosa guarda recuerdos como los desayunos antes de las clases de Anatomía con el profesor Isaza, en la que debían observar cadáveres en vivo y en directo, los dos campeonatos que consiguió con sus compañeros de medi - cina en los torneos internos de fútbol, y especialmente las amistades, que aún conserva. “Todavía nos mantenemos en contacto en un chat de egresados y recordamos todos los cuentos y apo - dos”, anotó Espinosa, quien ya cumplió 35 años de graduado.
 
El ginecólogo estudió Medicina en una época en la que todavía no fun - cionaba el Hospital Universidad del Norte (HUN). No obstante, señala que siempre hubo un énfasis en la práctica y recuerda positivamente sus experien - cias en hospitales como Los Andes y San José. “Todos los miércoles se reunía todo el hospital con los estudiantes y se presentaban casos clínicos. Se dis - cutía entre todos y al final el patólogo explicaba los aciertos y errores”, evocó sobre estas prácticas pedagógicas que hoy se replican en el HUN.
 
Para los Espinosa, Uninorte fue un espacio en el que, de generación en generación, se traspasó el conocimiento que pensó el abuelo, que lleva más de 30 años aplicando el padre, y que ahora adquirió el hijo, es decir, un hogar. 
 
Como estas familias hay miles más que han considerado a la Universidad del Norte su casa, donde se enseñan y comparten los valores, las ense - ñanzas y la ética, su lugar en el mundo con las puertas abiertas, donde son bienvenidos padres, hijos, hermanos, tíos, primos, y nietos y todos los demás. Si eres una de estas familias que tiene el sello Uninorte, escríbenos y cuéntanos tu historia.

“Siendo la tercera generación de médicos Uninorte, y luego de haber vivido mi carrera, siento que la mejor manera de describir lo que siento es orgullo”.