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Redacción por: Oficina del Egresado
prensaegresados@uninorte.edu.co

Uninorte, desde la voz de sus expertos, nos cuenta cuales son los retos en los sectores de la educación, economía, negocios, medio ambiente y bienestar emocional, para impulsar el gran salto que debe dar Barranquilla y la región Caribe ante los desafíos de hoy.


Educación 

De acuerdo con José Aparicio, decano del Instituto de Estudios en Educación de Uninorte y egresado de Psicología (1994), el principal reto en el sector educativo es mantener el servicio en marcha durante la crisis y planear estrategias para poner al día en sus aprendizajes, a los estudiantes que no han podido ser atendidos en estos meses.

“Mientras se define si se implementa o no el modelo de alternancia propuesto por el Ministerio de Educación Nacional, se deben generar estrategias que minimicen los efectos de la pandemia sobre las trayectorias educativas de los estudiantes. Se ha apostado por una educación que combina elementos de la educación a distancia y la educación virtual”, indicó el decano.
 

¿Qué se debe hacer? 

1. Redefinir los objetivos de aprendizaje en cada área y grado, reduciéndolos a las competencias fundamentales.

2. Definir mecanismos de evaluación complementarios, acordes a las actuales circunstancias.

3. Facilitar prontamente el acceso de estudiantes a equipos de cómputo y soluciones de conectividad.

4. Establecer mecanismos para garantizar la calidad y pertinencia de los materiales diseñados para los estudiantes con los que no se tiene contacto por medios digitales.

5. Acelerar el proceso de formación de los docentes en ambientes virtuales de enseñanza y aprendizaje.

6. Fortalecer las escuelas de familia como un espacio necesario de relación entre escuela y comunidad.
 

Además, manifestó que el sistema debe prepararse para el retorno gradual a la educación presencial, lo cual implica identificar las necesidades de inversión para garantizar en cada entidad educativa, el distanciamiento social, la limpieza, desinfección y el acceso a servicios sanitarios básicos.

“La ciudad y la región se enfrentan al reto de recopilar información precisa sobre el estado de la infraestructura escolar y encontrar fuentes de financiación para realizar las inversiones que sean necesarias para cumplir con los protocolos de bioseguridad definidos por el Ministerio de Educación Nacional. Cada establecimiento debe analizar y concertar, qué adecuaciones del currículo son precisas de acuerdo con la propuesta de alternancia y planificar estrategias de refuerzo académico (o modelos educativos flexibles) para los estudiantes con mayor afectación en su aprendizaje por causa de la crisis”, dijo Aparicio.

A su vez, Carmen Ricardo, profesora, investigadora y directora del departamento de Educación de Uninorte; egresada de Ingeniería de Sistemas (1992) y de la especialización en Gerencia de Empresas Comerciales (1998), expresó que, cuando hablamos de los retos en la educación en Barranquilla y el Caribe, es evidente la necesidad de cerrar brechas de aprendizaje para ofrecer igualdad de oportunidades en todos los niveles de educación: preescolar, básica primaria, secundaria y educación superior.

“Las brechas de acceso a la educación y al aprendizaje, han existido siempre, sin embargo, con la coyuntura Covid-19 se han agudizado, en especial, las tecnológicas que implican el acceso a Internet y dispositivos de conexión, las habilidades y destrezas para su uso e incorporación en la academia. Así mismo, se hace necesario reconocer las diferencias y la diversidad, ofrecer una educación inclusiva que integre las necesidades educativas especiales, y una educación intercultural sin formar guetos, sino ofreciendo un servicio con igualdad de derechos y de oportunidades. Asumir este reto implica un reconocimiento desde lo curricular y el proyecto educativo institucional”, manifestó Ricardo.

Frente al aprendizaje y las tecnologías, Ricardo mencionó también que vale la pena remontarse al inicio u origen de la educación a distancia que buscaba cerrar las brechas de aprendizaje y llegar a los lugares a donde no se podían llegar, con metodologías flexibles utilizando recursos físicos, guías y medios tecnológicos tradicionales y disponibles en la población objetivo como por ejemplo televisión y radio. Sugiere además el uso de nuevas tecnologías como celulares convencionales y en algunos casos aplicativos como el WhatsApp y mensajes de texto para la comunicación en tiempo real.

Se necesitan maestros preparados para asumir una educación de calidad desde diversas modalidades, que sean capaces de adaptar el proceso de enseñanza para contribuir con los resultados de aprendizaje y desarrollo de competencias, utilizando diversas estrategias metodológicas. Instituciones educativas con modelos organizativos, financieros, educativos y tecnológicos flexibles y pertinentes a las exigencias del contexto. Padres de familias, especialmente en primeros niveles de formación comprometidos con la formación de sus hijos y abiertos a las innovaciones con uso de tecnologías.

Según Aparicio, la región ha mejorado de forma notable en acceso y permanencia al sistema educativo, pues en 2019 la tasa de matrícula de la región y el distrito eran superiores al 95% (en Colombia al 92%) y la tasa de deserción se ubicaba por debajo del 3% (3.5% a nivel nacional). No obstante, aún hay retos importantes en otros indicadores. Por ejemplo, el porcentaje de escuelas clasificadas en los niveles más bajos de la prueba SABER 11 (C y D) es de 8% en Bogotá, 36% en Barranquilla y de 67% en la región Caribe.

“La ciudad y la región se enfrentan al reto de mejorar de forma significativa las condiciones de calidad del servicio educativo, especialmente en los sectores socioeconómicamente más desfavorecidos, en las áreas rurales y aquellas zonas con mayor participación de población con necesidades educativas especiales: Las víctimas del conflicto, los migrantes y las comunidades étnicas. Las experiencias de otras regiones y países indican que la ruta hacia la mejora en los resultados de aprendizaje viene de la mano con programas de intervención para la cualificación docente; y la revisión y ajuste de la estructura curricular de las instituciones educativas, y no sólo la inversión en infraestructura y equipos”, dijo el académico.

Uninorte aporta al gran salto de la educación

 

Desde el IESE se encuentran comprometidos con la formación de educadores del más alto nivel, a través de la Licenciatura en Pedagogía Infantil, tres maestrías y el doctorado en Educación. Además lideran proyectos de consultoría, formación continua e investigación en Educación, con otras Universidades, empresas, fundaciones, secretarías de educación, y ONGs, todos ellos centrados en promover una educación de calidad para niños y niñas.

“Estamos vinculados con la iniciativa de Uninorte Social y el programa de Univoluntarios, para acompañar el desarrollo educativo de las comunidades de Manatí y Santa Lucía. Igualmente, a través del Observatorio de Educación hacemos parte de los comités de formación docente de las Secretarías de Educación Distrital y departamental y se cuenta con alianzas con entes como las Cámaras de Comercio y las Alcaldías, para desarrollar planes de educación, realizar foros de reflexión sobre la educación, y en general, para brindar a la comunidad, análisis críticos y objetivos de nuestra realidad educativa”, afirmó Aparicio.

 

¡Todos podemos aportar a la calidad de la educación!

 

Colaboradores, egresados y estudiantes. Cada uno puede aportar a dar este gran salto que necesita Barranquilla y la región Caribe.

¿Cómo?

Ayudar a dignificar la profesión docente y dar a los educadores el lugar que merecen a nivel profesional.


Aportar a la pedagogía, desde cada una de las otras disciplinas (Psicología, Arquitectura, Comunicación, Filosofía, Artes, Derecho, Administración, Ingeniería de Sistemas, etc) ideas innovadoras y creativas para mejorar las formas de aprender, la infraestructura de los colegios, las maneras de comunicarse, la comprensión de la complejidad del conocimiento escolar, el desarrollo de la sensibilidad, la resolución de conflictos, la gestión administrativa de las Instituciones o  el uso de las nuevas tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje.

Los estudiantes pueden hacer voluntariado educativo, poniendo al servicio de los niños y niñas más vulnerables, su tiempo y su acompañamiento.

Podemos y debemos todos, ser vigilantes de que la educación sea prioridad para nuestros gobernantes y hacer seguimiento a las inversiones en esta área.

Las Universidades privadas pueden fortalecer sus carreras de educación, dando becas, y promoviendo la importancia de formar educadores de calidad.

Aportes desde las empresas a las instituciones educativas y a proyectos sociales que requieren priorización e intervención desde la educación y la formación, mitigando con ello problemáticas sociales por las ofertas de educación.

Egresados aportando desde la labor social y con destinación de recursos económicos a fondos de becas. Así mismo, desde sus roles y funciones apalancar procesos y proyectos que contribuyan con el fortalecimiento del Caribe colombiano.
 


“Reconocer que la educación es un requisito fundamental para el desarrollo humano, social y económico de la región, y apoyar todas las iniciativas privadas y públicas que tengan como objetivo convertir la educación en una prioridad en la agenda política de nuestro país”, eso estamos llamados a hacer enfatizó Aparicio.

Economía

“El gran reto de la economía, y particularmente en Barranquilla y el Caribe, debe ser aumentar los ingresos de los hogares y, en general, mejorar las condiciones de vida de la población, indicadores que están empeorando dramáticamente como consecuencia de la pandemia global que estamos experimentando. En ese sentido, las decisiones de política económica que se tomen en distintos ámbitos deben priorizar a los sectores populares y la clase media, que no han sido los mayores beneficiados de los avances logrados en la ciudad y en la región en los últimos años”, Jorge Quintero Otero, PhD Docente Investigador del departamento de Economía de Uninorte.

De acuerdo con el docente, el gran salto que debe dar Barranquilla y la región Caribe en la economía, debe ser un aumento importante en la generación de empleos y en la calidad de los mismos. Para él, la pandemia ha arrasado con muchas empresas y con ello una gran cantidad de oportunidades laborales en la ciudad y en la región se han perdido. Adicionalmente, muchos empleados, especialmente en el sector informal, han visto afectados sus ingresos de forma considerable, por lo tanto, se requiere de una política que estimule la generación de empleo y el emprendimiento desde el sector privado, junto con un ambicioso plan de inversión pública, que al tiempo que contribuye a la generación de ingresos, aporte a generar buenas condiciones de seguridad, movilidad, oferta inmobiliaria, calidad educativa y  de salud, oferta cultural, entre otros aspectos, que generen un ambiente propicio para la inversión.
 

Uninorte en frente de la economía

El profesor destaca que Uninorte está comprometida con ofrecer una educación de excelencia, formando profesionales con liderazgo y que sean buenas personas. Adicionalmente, la Universidad viene poniendo su liderazgo al servicio del desarrollo de la región. En particular, vale la pena resaltar el programa Uninorte social, que es una iniciativa para apoyar el desarrollo sostenible de los municipios del Departamento del Atlántico, poniendo el conocimiento de su personal a disposición de los planes de acción de los entes territoriales.


¿A qué estamos llamados?

“Las profesiones están orientadas a proporcionar a la sociedad bienes o servicios específicos que contribuyan a su desarrollo. Es decir, los profesionales no deben buscar únicamente el bienestar individual sino tener una vocación de servicio a los demás. Este actuar en el ejercicio de la profesión debe estar enmarcado en principios éticos y la responsabilidad social. Adicionalmente, el profesional de Uninorte, al ser egresado de una institución con un alto reconocimiento nacional debe contribuir permanentemente aportando sus conocimientos y liderando acciones orientadas a solucionar principales problemáticas de la ciudad y la región”, expresó Quintero.


¿Cómo dar el gran salto?

 




Negocios 

De acuerdo con Jahir Lombana, Ph.D. En Economía, máster en Estudios Internacionales, profesor del departamento de Mercadeo y Negocios Internacionales de Uninorte, los departamentos del Caribe tienen vocaciones en diferentes frentes: Agro, minero, manufactureros y de servicios. Las agendas de cada departamento han estado muy aisladas entre sí y más bien ha sido la necesidad del sector privado de vincular los diferentes eslabones de las cadenas de suministro, lo que ha logrado conectar de alguna forma a la región.

“Es relativamente fácil encontrar complementariedades entre los departamentos, pero parece difícil poner a dialogar a los entes gubernamentales en un fin común. El reto debería estar en la cohesión de políticas interdepartamentales y alineadas a los intereses de las empresas que finalmente son quienes mueven el aparato productivo. Adicionalmente, el tejido empresarial, mayoritariamente de micros y pequeñas empresas, requieren del gobierno con el jalonamiento de políticas fiscales para suavizar los efectos en gastos impositivos y de política monetaria para mejorar condiciones de crédito e inversión. Barranquilla ha logrado convertir su otra vocación comercial también en industrial y de servicios. Su desarrollo económico reciente llama a que sea primordial en la recuperación regional post-pandemia, pero eso también depende del concurso de todos los actores regionales (gobierno, academia, empresas y sociedad civil)”, dijo Lombana.

Para él, las cadenas de valor ya se venían reconfigurando en perspectiva para encontrar mercados internacionales y eso para la región ha sido un elemento de su desarrollo reciente con el desplazamiento de varias empresas del interior del país e internacionales a la Costa colombiana. Es posible que las empresas de países desarrollados provenientes de Europa y EE.UU. busquen nuevas fuentes de suministro que reemplacen al mayor proveedor mundial, como lo es China. En ese sentido vale la pena revisar las necesidades que puedan tener en materias primas o productos/servicios con mayor valor agregado, que puedan suministrarse desde Colombia en general y desde la región Caribe en particular hacia esos mercados. Destaca que, la logística portuaria será determinante para poder competir regionalmente en bienes y la conectividad estará en primera línea para proveer  servicios de manera fiable y sostenible tanto al resto del país como a los posibles mercados internacionales.


Uninorte de cara a los negocios

Uninorte aporta a este gran salto, en la formación en los programas de pregrado y posgrado relacionados con negocios. Se forma con un énfasis fuerte en el conocimiento y el quehacer y se fortalece en el ser y en los valores. “Este conjunto de saberes deberían ser claves para enfrentar los desafíos que ya tenemos en la reconstrucción del tejido empresarial regional. Así mismo, el espíritu emprendedor es esa semilla que ha permitido a muchos egresados, aunque hayan caído varias veces, reponerse y volver a comenzar. La pandemia es una situación que no debería ser ajena al emprendedor de Uninorte”, manifestó el profesor.

En investigación Uninorte se vinculó con entidades como MinCiencias para la búsqueda de recursos internacionales para proyectos, pues sigue siendo una necesidad llevar la investigación a la aplicación en el sector real que es lo fundamental en esta área disciplinar.

“En la Universidad del Norte el pensamiento crítico y la toma de decisiones en incertidumbre hacen parte de las competencias a desarrollar. La situación actual no tiene precedentes, pero tener ese tipo de formación son ventaja en nuestros egresados. Otra de las grandes ventajas que sobresalen para las empresas domésticas y del exterior es la calidad humana y capacidad profesional del egresado de Uninorte. Esa integralidad en formación permite fácilmente adaptarse a ambientes cambiantes y multiculturales, incluso para trascender fronteras”, manifestó Lombana.

Para él, la verdadera prueba está en la reconstrucción del tejido empresarial que con recursos limitados deberá buscar crecer, sostener y equilibrar nuestra economía, pero con la participación de todos.

 

Medio ambiente 

De acuerdo con Maritza Duque, coordinadora del programa Ecocampus de Uninorte, el reto ambiental hoy en Barranquilla y el Caribe, es la conservación de los ecosistemas del bosque seco tropical, uno de los ecosistemas que ha perdido el 80% de sus superficies. “Necesitamos apoyar espacios para que haya una renovación, esto tarda mucho tiempo, pero es importante hacerlo. En estos bosques viven muchas especies endémicas como el Tití, entonces es la conservación de sus bosques para que puedan vivir los animales. Uno de los grandes retos es la generación de la conciencia social y de normatividad menos permisiva que permita el mejoramiento de las relaciones de las personas con el entorno para que esto se dé”, indicó Duque.

Para ella, el gran salto que debe dar Barranquilla y la región Caribe, es dejar de lado esa “falsa idea de desarrollo”, lo que se puede llamar desarrollismo, en donde las construcciones son lo que vale el cemento, y muy importante, reconocer que realmente de donde provienen el bienestar de las personas es de la conservación del ecosistema.


Uninorte a favor del medio ambiente a través del Programa Ecocampus

Uninorte, a través del programa Ecocampus, aporta a este gran salto, buscando que las personas reconozcan la importancia de la conservación del ecosistema, porque es de allí que proviene su bienestar. “Estamos haciendo actividades donde no solo se convocan a la comunidad universitaria sino también a la ciudadanía. Es importante que las universidades reconozcan que tienen una responsabilidad social para que estos cambios se den. Las últimas dos actividades que se han realizado están enfocadas a conocer las realidades y ver qué podemos hacer frente a las quemas que se están dando en el Vía parque Isla de Salamanca. No solo nos quedamos viendo el húmero que se está generando allá y que nos está afectando, sino que también podemos hacer algo desde la ciencia ciudadana”, manifestó la profesora.



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La declaratoria de la Corte Suprema de Justicia busca garantizar el derecho a la salud y vida digna de los niños de Barranquilla, ante las consecuencias por las quemas recurrentes originadas en el Parque Isla Salamanca.

 

Para Duque, estamos llamados a reconocer que podemos hacer algo, por ejemplo, desde su equipo quieren emplear un piloto que se está haciendo en la ciudad de Bogotá para la identificación de la calidad del aire con unos sensores muy sencillos.

“Hoy día cada vez más está tomando fuerza la ciencia ciudadana, como las personas podemos usar la información que generan los científicos también para tomar decisiones. Los ciudadanos pueden comenzar a proponer cosas para hacerles llegar propuestas a los tomadores de decisiones. Hay que ser conscientes de que lo que sucede en los ecosistemas nos afecta directamente”, dijo.

Según la académica, es clave que la academia genere información e investigación que le sirva a la sociedad para tomar decisiones, que utilicen mecanismos por los cuales esta información pueda llegar directamente a las personas. Es importante mirar ese conocimiento ancestral de las comunidades indígenas, que durante siglos ha tenido una buena relación con la naturaleza y que todos los puntos de vista tengan una visión compartida, para entre todos unir esfuerzos y poder dar ese gran salto.

Bienestar emocional 

El decano de la división de Humanidades y Ciencias Sociales, Alberto Mario De Castro Correa y egresado Psicología (1998), manifestó que hay varios retos respecto al bienestar emocional. “A modo de contención: ofrecer espacios formales y adecuados ahora mismo para que las personas puedan conversar sobre sus emociones y así ayudar a que la población pueda conocer y entender lo que sienten. Si no las entiende apropiadamente podrá tomar decisiones erráticas, impulsivas o basadas en el temor y desconfianza. Otro reto de educación emocional a mediano y largo plazo, es que la población aprenda a manejar estados ansiosos, de tristeza, sensaciones de soledad y encierro, momentos de ira o rabia, frustraciones y emociones en general”.

De acuerdo con el decano, la salud mental está en estado crítico actualmente, lo cual se evidencia en el aumento desenfrenado (en todo tipo de población y en muchos casos, cada vez en edades más tempranas) de: Trastornos de ansiedad (ansiedad generalizada, fobias, comportamientos obsesivo-compulsivos, estrés postraumático, ataques de pánico), depresión e ideación suicida, violencia y maltrato intrafamiliar, violencia de género, embarazos no deseados (incluyendo adolescentes), violencia producto de intolerancia en la calle, etc. Es por esta razón, que el gran salto debe ir enfocado a educar emocionalmente a la población para ayudar a prevenir problemáticas psicosociales.


Uninorte responde al bienestar emocional

La Universidad del Norte ha creado y desarrollado varios espacios de apoyo a la ciudadanía en general. El departamento de Psicología y la Maestría en Profundización Clínica han unido esfuerzos para generar espacios gratuitos de atención individual telefónica o virtual, grupos de apoyo para educar emocionalmente y talleres sobre temas de convivencia en la situación actual. Bienestar Organizacional y Bienestar Universitario, han creado espacios de apoyo y orientación para funcionarios y estudiantes respectivamente. Univoluntarios ha desarrollado estrategias de apoyo a la comunidad. El programa Pisotón ha creado un diplomado en Educación Emocional puntualmente. El hospital de la universidad ha desarrollado un plan de apoyo a sus funcionarios.

“Dependiendo de los intereses, conocimientos y capacidades, las personas vinculadas a la universidad podrían vincularse a estas iniciativas o incluso proponer nuevas en asociación con estas ya creadas”, dijo el decano.


Todos podemos apoyar

Para De Castro, lo mínimo que podemos hacer es aprender a cuidarnos apropiadamente a nivel micro, en nuestro entorno inmediato, ayudando a que personas cercanas a nosotros entiendan la magnitud de esta situación y se concienticen sobre aquello que pueden hacer, tanto en términos de salud física como emocional. Adicionalmente, podemos comprometernos con apoyar una actividad de orientación social que facilite y permita educar a las personas en autocuidado, ayuda mucho si un grupo significativo de personas dan el primer paso ya que su ejemplo sirve para que otros modelen su comportamiento.

Puntos claves para lograr el gran salto

  • Algunas recomendaciones para lograr el gran salto en Bienestar, por el decano Alberto De Castro: A nivel micro, aprender a crear espacios sanos de convivencia, donde las personas en su entorno inmediato sean capaces de compartir sus emociones y ayudar a entenderlas.
     
  • Darse soporte mutuo es un factor protector de increíbles proporciones.
     
  • Aprender a conocer las propias limitantes para saber cuándo hacer pausas para descansar un poco de toda la presión y recuperarse al menos un poco tanto física como anímicamente.
     
  • Clarificar actividades, metas o intereses que podamos realizar en esta situación y con los cuales nos identifiquemos plenamente.
     
  • Sentir que lo que hacemos tiene un impacto a nivel personal, familiar o social ayuda a motivarse y no perder de rumbo aquello que es significativo para cada quien.
     
  • Aprender a disfrutar pequeños detalles de la vida cotidiana en encerramiento que antes pasaban desapercibidos por falta de tiempo o por dedicación a otros aspectos de la vida. Saber disfrutar aspectos aparentemente simples de las relaciones con personas cercanas es importantísimo para el bienestar emocional, el cual se mantiene no con alcanzar grandes logros sino con aprender a disfrutar pequeños detalles en las relaciones de la vida cotidiana simple. 


Pos pandemia con prosperidad inclusiva