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SELLO UNINORTE

Kelly Henao
 
Por: Lucia Avedaño Gelves
Egresada de Economía (2011) y del pregrado de Comunicación Social y Periodismo (2014). 
Actualmente es la coordinadora del programa Uninorte Social.

En momentos adversos para la economía mundial, cuatro emprendedores uninorteños le imprimen los valores aprendidos en Uninorte a sus empresas, las cuales se reponen y se reinventan satisfactoriamente. Cuatro historias de creatividad y resiliencia que nos enorgullecen.


Un hotel con visión medioambiental

Foto Ankua

De izquierda a derecha, Eduardo Puello, egresado del programa de Administración de Empresas (2003) y Silvana Borrero, egresada del programa de Administración de Empresas (2006) y de la maestría en Educación (2012).

En enero de este año nació Ankua Ecohotel, un bello espacio ubicado en el municipio de Usiacurí, a tan solo 40 kilómetros de Barranquilla. Es el sueño de Silvana Borrero, egresada del programa de Administración de Empresas (2006) y de la maestría en Educación (2012) y Eduardo Puello, egresado del programa de Administración de Empresas (2003), una pareja de egresados uninorteños que decidieron apostar por una opción para descansar y compartir en familia, en completa conexión con la naturaleza atlanticense.

A poco tiempo de haber inaugurado el proyecto, se decretó la emergencia sanitaria. Sin embargo, “tomamos la decisión de seguir intentándolo”, dice Eduardo. Para ambos, “Ankua se volvió una solución para seguir generando mayor desarrollo rural, para seguir produciendo”. Menciona Silvana que Ankua siempre tiene el objetivo de brindar experiencias, en las que se les pueda enseñar a los huéspedes mucho más sobre la conciencia sostenible y lo fundamental que representa el campo y su gente, en nuestras vidas.

El hotel, al que cariñosamente llaman “la finca”, registra 15 hectáreas de extensión. En ellas, hay casi 6 hectáreas de reforestación de bosque nativo, en las que pasean las aves de corral y demás animales. De hecho, jocosamente, estos egresados les han denominado “aves felices”. El 75% de la energía que se consume en el hotel es solar, el agua proviene de la misma tierra ya que cuentan con un pozo profundo y mecanismos para recolección de agua en forma de lluvia. Además, en el hotel existe un reservorio y utilizan una planta de tratamiento para aguas residuales. Para la granja, la materia prima es totalmente orgánica.

El hotel recibe, aproximadamente, 35 personas. Hay 4 habitaciones, en las que se pueden alojar 5 visitantes como máximo. Un total de 20 huéspedes. El resto corresponde a los colaboradores y a quienes, a veces, desean sumarse para almorzar o vivir alguna de las experiencias del ecohotel.

“Todos están fascinados, mucho más la gente de Usiacurí; ya no tengo disponibilidad, en fines de semana, hasta diciembre”, dice Silvana emocionada. Ankua Ecohotel, no solo ha sido una apuesta ganadora en medio de la pandemia, sino una manera innovadora de concebir la hotelería en el departamento y una nueva realidad que, como padres de dos hijos pequeños, quieren transmitir a las nuevas generaciones.

 

Cosmética preparada para el reto

Foto de I Love Pinch

De izquierda a derecha, Alfonso Atencio egresado del programa de Negocios Internacionales (2013); María Carolina Donado egresada del programa de Administración de Empresas (2016); y Alfredo Tapia egresado del programa de Administración de Empresas (2015).

¿Quién iba a pensar en maquillarse en medio de una pandemia?, una pregunta lógica durante una emergencia que ha puesto ‘en jaque’ al planeta. Quienes también se vieron tocados, pero muy positivamente, fueron los egresados Alfredo Tapia del programa de Administración de Empresas (2015), María Carolina Donado del programa de Administración de Empresas (2016) y Alfonso Atencio del programa de Negocios Internacionales (2013), líderes de ‘I love Pinch’.

La empresa, que inició hace 6 años de una idea casera y que se concretó en una cena entre amigos, ya se encontraba preparada para afrontar la crisis, quizá, sin habérselo propuesto. “Hace dos años decidimos enfocarnos en dos aspectos: ofrecer productos que estén en la ‘cosmetiquera’ de las mujeres y enfocarnos en el e-commerce”, resalta Alfredo. Afirma, además, que desde el cierre de los negocios, las mujeres se quedaron sin tener dónde comprar sus maquillajes. No obstante, sus reuniones y compromisos continuaron, esta vez, a través frente a la pantalla. Es así como el camino recorrido en el marketing digital fue su mejor aliado, para capitalizar sus fortalezas y fidelizar nuevas audiencias.

Hoy, la compañía ha logrado incursionar en los mercados de la cosmética en Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. México está ad portas, para 2021. Bases, paletas de sombras y hasta una línea de cuidado de piel usando CBD, uno de los componentes del cannabis, ya están en el abanico de nuevos productos con los que seguirán impactando el mercado de la cosmética en Latinoamérica.

Esta empresa, que con 14 colaboradores logra sostener con calidad 10 líneas de productos, ha enfrentado diversos aprendizajes durante estos años. Uno de ellos, quizá de los más grandes, es la sostenibilidad de la operación logística, la cual hoy les representa un nuevo sueño: un spin-off en esta materia, por medio del que ofrecerán servicios a otras empresas que deseen ubicar sus productos en nuevos territorios.

“Tenemos mucha tela por cortar, aún, en este continente”, dice Alfonso al hablar de la proyección de la empresa, cuyas formulaciones son 100% colombianas. Ambos, Alfredo y Alfonso, enfatizan que su empresa tiene un sello de resiliencia, el sello Uninorte.

Foto de Michelle Cure

Michelle Cure, egresada de Administradora de Empresas (2015).

Quédate en casa, es tiempo de jugar

Desde antes de inscribirse en el programa de Administración de Empresas de la Universidad del Norte, Michelle Cure siempre tuvo claro que su vida profesional estaría marcada por la gastronomía. Por eso, desde 2012, su casa se convirtió en su laboratorio, gracias a la confianza que depositaron familiares y amigos en sus creaciones culinarias.

Desde ese año creó su primera marca. Sin embargo, ante la declaración de la primera cuarentena se atrevió a abrir una nueva, con la misma acogida con la que nació su nombre en el mercado: Ana & Co by Michelle Cure. Se trata de un emprendimiento de pastelería, que inició en Barranquilla y con el que ha podido llegar a distintos rincones de Colombia en los que no había incursionado: Medellín, Cali, Ibagué, Bucaramanga, entre otros.

El marketing digital ha sido un reto, cuyos resultados también han evidenciado la fidelidad de siempre de sus clientes. “Empezamos desde cero y hoy tenemos 5.000 seguidores “, confirma Michelle. Esta administradora le sigue apostando a la gastronomía, ahora desde Bogotá. “Ya estamos creciendo, con un negocio que cuente con una cocina profesional más grande y con personas contratadas directamente por mí”, resalta.

Michelle Cure es contundente al mencionar que su nombre es sinónimo de calidad, así como el sello de la Universidad del Norte en todos sus egresados. Cure egresó en el año 2015 como Administradora de Empresas.

El servicio es la clave

Foto de Victoria Medina

Victoria Medina egresada de la especialización en Finanzas (2010) y también de la Maestría en Administración de Empresas (2014).

Para la samaria Victoria Medina, el hecho de aportar valor no es una acción que se quede –solamente– en las empresas. Para ella, el proceso debe resultar de la conciencia de las personas enfocada en dar lo mejor de cada una, tanto para sí como para el otro. De ahí nace ‘El servicio es la clave’, un emprendimiento con el decidió lanzarse al mercado, desde una marca personal.

Victoria es egresada de la especialización en Finanzas (2010) y también de la Maestría en Administración de Empresas (2014), donde conoció a una compañera que la conectó con uno de sus cargos más memorables: ser la gerente de la Zona Franca Industrial de Santa Marta. Al llegar allí, lo hizo con todo el aprendizaje de la escuela bancaria de la que provenía, y también fue allí donde dijo “voy por lo mío”, como ella misma lo relata, al descubrir que el mercado tenía oportunidades infinitas para su idea de negocio.

Victoria quiere que ‘El Servicio es la clave’ siga impactando positivamente y sensibilizando, no solo a quienes desean emprender, ni a quienes tienen un contacto directo y diario con clientes, sino al público en general, para que sienta que está aportando valor desde donde se ubique. “Quiero ayudar a quitar ese imaginario de que el servicio en la Costa Caribe no es bueno, quiero seguir inspirando”, puntualiza.

Para esta empresaria samaria, su sello Uninorte se basa en “buscar la excelencia siempre”, un valor que imprime a diario en la misión que ella misma ha elegido.