Leer es un placer

Por Adolfo Meisel, rector Universidad del Norte

Desde hace dos años desde la rectoría de la Universidad invito a toda nuestra comunidad a leer un libro durante el semestre en un programa que he llamado “El poder de la lectura”. Eso lo ambientamos con diferentes conversatorios, conferencias y discusiones que desde diferentes perspectivas analizan la obra y el autor escogidos. Hemos leído novelas, biografías, autobiografías y textos reflexivos.

Algunos han tenido un éxito arrollador, agotándose rápidamente los libros que disponemos en nuestra librería KM5. Para ello la variable precio ha sido determinante: trasladamos al comprador el descuento que nos otorga el editor por comprar un buen volumen de ejemplares, de manera que quien adquiere el libro lo hace con un un descuento de alrededor del 40% con respecto al precio normal de venta. Adicionalmente, para quien no compre la obra, disponemos un número importante en la Biblioteca Karl C. Parrish Jr., que revela la buena rotación de la misma con sus indicadores de préstamo a estudiantes, colaboradores y profesores, principalmente.

La idea de este programa es fomentar entre nuestros alumnos, profesores, colaboradores administrativos y egresados la lectura de un texto cautivador que nos ponga a pensar, ojalá sacándonos de nuestros senderos usuales de lectura. En ocasiones, incluso, se trata de que las personas lean algo diferente a lo que leen por las necesidades de su trabajo.

Este semestre el libro escogido es La Llamada de la Tribu, de Mario Vargas Llosa. Allí el premio Nobel desarrolla las ideas de siete autores que influyeron en la definición de su visión política liberal. Se trata de siete capítulos escritos con profundidad, humor y claridad. Es un texto ameno y muy importante por la temática que aborda. Durante el semestre, ya hemos realizado cuatro diálogos sobre la obra, entre ellos uno con la participación de Vargas Llosa, quien desde España nos acompañó para compartir su pensamiento liberal con nuestra comunidad. Más de dos mil reproducciones lleva ese diálogo en YouTube Uninorte.

Uno podría referir muchos argumentos para expresar las razones por las cuales es tan necesario leer buenos textos, esos que nos abren la mente, nos ayudan a ampliar nuestro vocabulario y nos enseñan a comprender escritos complejos. Sin embargo, yo me limitaré a dar solo uno: leer es un inmenso placer... Es un placer que nos permite conocer más, vivir muchas vidas, y que con la frecuencia que lo hagamos, nos permite volvernos más diestros en este oficio.

Aprendí a leer cuando tenía 5 años en el viejo Colegio del Prado que quedaba en el barrio Bellavista. Fue como abrir la casa de un palacio que me ha brindado el placer de explorar salones maravillosos, cargados de cuadros, esculturas, tapetes, espejos, y aún no termino de recorrerlo. Mi vida ha tenido que ver mucho con la lectura: el estudio durante años en algunas de las mejores universidades del mundo. En una de ellas trabajé en una de sus bibliotecas, la Beinecke Library, para complementar el limitado estipendio de la beca que tenía. Entre libros raros y manuscritos, mi función era la de buscar los libros que pedían los investigadores y que yo también leía. También debía fotocopiar documentos y los leía, como leí buena parte de la correspondencia del poeta Ezra Pound. Luego en mi vida laboral fui investigador económico durante décadas. Ahora sigo leyendo, para alimentar a nuestra editorial con textos para publicar, para preparar las clases que dicto, para prepararme para las decisiones que debo tomar.

Por todo lo anterior, siempre que puedo promuevo la lectura. El programa El Poder de la Lectura tiene ese objetivo. Por eso para este semestre los invito a que disfruten la prosa que fluye como una quebrada cristalina de Mario Vargas Llosa en La Llamada de la tribu.