enContacto edición 30

INTÉRES PROFESIONAL

 

 
 
Por: Mauricio Rosillo Rojas
Vicepresidente Corporativo Grupo Bancolombia.

 

2020 nos dejó grandes transformaciones y aprendizajes. Fue un año en el que el mundo se enfrentó a situaciones de incertidumbre y donde todo lo que conocíamos cambió. Las empresas se adaptaron rápidamente y las decisiones ágiles por parte de los líderes marcaron el camino de un nuevo normal.

Sin lugar a duda, más allá de haber sido una época retadora, se ha tratado de una etapa que nos ha entregado grandes oportunidades de manera acelerada, que nos ha demandado transformarnos con mayor velocidad desde adentro, y en esta evolución, la forma en la que concebimos el trabajo también cambió, por lo que, como organización, tuvimos que diferenciar nuestra propuesta de valor al empleado y alinearla con sus nuevas necesidades para responder a los cambios del entorno y a las exigencias del nuevo talento.

Les comparto algunos de los aspectos más relevantes de esta evolución.


Nuevas formas de trabajo

Durante la contingencia del COVID, en Bancolombia llevamos a 19.500 de los cerca de 22.000 empleados a trabajar remotamente desde casa, en menos de una semana. Esto, por supuesto, representó un gran momento, en el que se rompieron paradigmas que existían en muchas empresas, por ejemplo, cómo una organización puede trabajar remotamente y seguir siendo productivos, alcanzando resultados extraordinarios. 

Para nuestro caso, los esquemas flexibles de trabajo no significaron una novedad, pues desde 2012 implementamos el teletrabajo, lo que nos permitió adaptarnos con facilidad, gracias a un camino recorrido, lleno de aprendizajes y en el que más de 3.300 empleados que ya nos acompañaban. 

La pandemia nos ha demostrado que es posible seguir masificando estos esquemas de trabajo, evolucionando las nuevas formas de relacionarnos y construyendo juntos nuestra propia versión del mundo del trabajo. El año pasado nos ayudó también a confirmar los grandes beneficios que tienen estos esquemas para los empleados y para la organización: mejoran la calidad de vida de los empleados y el equilibrio entre la vida personal y laboral, aumentan la productividad, impulsan el uso y la apropiación de las nuevas tecnologías y herramientas colaborativas y por supuesto contribuyen a la sostenibilidad del país y de la organización. 

A raíz de estos nuevos cambios y aprendizajes, decidimos masificar esquemas flexibles de trabajo, como lo son el flexiwork y el teletrabajo, para seguir apalancando los resultados y contribuir al bienestar de los empleados que trabajan con nosotros, de los cuales 6.000 están laborando actualmente bajo los diferentes modelos de trabajo. 

Hoy el reto está en cómo seguir entregándole las herramientas a nuestros líderes y empleados para desempeñar su rol de la mejor forma, para así acompañar los desafíos de la industria financiera, las necesidades de las áreas de la organización y las del mercado. 
 

Estrategias de atracción de talento

La pandemia llevó a las empresas a acelerar los procesos de digitalidad, no solo a nivel de negocio sino a nivel laboral. Los negocios tradicionales tuvieron que digitalizar sus productos y servicios para mantener conectados a sus consumidores y mantener sus organizaciones a flote. Esto llevó a un incremento de los ataques cibernéticos, lo que derivó en un aumento de la demanda del talento experto en áreas digitales, en temas como la ciencia de los datos, la experiencia digital del usuario, la ciberseguridad y la tecnología en la nube, lo que ha dejado como resultado en las compañías, un indicador de rotación del 15%, un reto para el equipo de Gestión Humana que les significa encontrar nuevas formas de atraer este talento.

Por lo anterior, durante 2020 nos enfocamos en construir una marca empleadora que se mantenga vigente, con el objetivo de acercarnos a nuestro público de interés. Generamos una estrategia de atracción a partir de tres categorías: 1. Desarrollar el talento del futuro, 2. Estar presentes donde nuestro talento se encuentra y 3. Usar la tecnología como aliado para mostrar nuestro ADN cultural. 

 

Procesos digitalizados

En nuestra organización la virtualidad no ha sido una barrera para llevar a cabo nuestros planes de trabajo, interactuar con los equipos y seguir entregando experiencias memorables a los empleados. Como banco vivimos un tiempo para explorar diferentes alternativas que nos permitieran llevar a cabo nuestros procesos, inclusive con mayor calidad, productividad y a través de mejores soluciones:

  • iconSe virtualizaron los entrenamientos de cargos comerciales.
  • iconLlevamos a la virtualidad el proceso de selección, conectándonos con las nuevas realidades.
  • iconVirtualizamos programas de nuestro Instituto de Liderazgo para contribuir al desarrollo de nuestros líderes y acompañarlos en sus necesidades y las de sus equipos, guiándolos para afrontar los retos de la pandemia y el nuevo normal.
  • iconCreamos un sitio donde se centralizaron diferentes iniciativas de formación, permitiendo desarrollar en los empleados las competencias del futuro (gestión de la información y digitalidad, análisis de datos, comportamiento del consumidor, inteligencia emocional y social, adaptabilidad, pensamiento estratégico y liderazgo).
  • iconLanzamos el modelo de gestión del desempeño que fue adaptado de acuerdo con las necesidades de la organización, el entorno cambiante y las solicitudes de los equipos de trabajo.

 

Cultura organizacional

En 2020 supimos que, ante el cambio acelerado e inesperado, debíamos prepararnos desde adentro, consolidando la evolución de nuestra cultura como organización. Por eso, para el Grupo Bancolombia, el año anterior fue un momento en el que declaramos por primera vez, en las cuatro geografías en las que tenemos presencia (Colombia, El Salvador, Guatemala y Panamá), aquellos rasgos que nos caracterizan como organización y los comportamientos que promovemos y que no toleramos. 

De igual forma, entendiendo que los líderes son los movilizadores de esta evolución, declaramos también el perfil del líder del Grupo Bancolombia, sus características y responsabilidades para contribuir a la materialización de nuestro propósito: promover desarrollo económico sostenible para lograr el bienestar de todos. 

Sin duda, el cambio cultural implica, no solo la apropiación de aquellos comportamientos o rasgos que nos distinguen, sino que también representa la oportunidad para repensar todos los procesos de Gestión Humana de cara a lo que esperamos de nuestros empleados. Debemos seguir trabajando en la transformación cultural de nuestros líderes y empleados hacia la apertura y flexibilidad de diferentes formas de trabajo, donde el trabajo por objetivos es clave en entornos híbridos. Otro gran reto es seguir posicionando y acercando la cultura para todos los 30.000 empleados que trabajan con nosotros en todas las geografías, conscientes de que la cultura debe ser algo transversal, que se viva y se apropie, sin importar el lugar donde estén las personas.  

Todas estas estrategias, fomentadas por una nueva realidad que ha traído cambios económicos, sociales y culturales, y que ha impactado el mercado laboral, las expectativas del talento y la forma de concebir el trabajo, nos invita a ser conscientes del cambio en las prioridades y en las expectativas de los empleados y el talento potencial, pero la constante es seguir teniendo en el centro de nuestro propósito, objetivos y quehacer, al ser humano.