Esta sesión abordará aspectos relacionados con la legislación internacional sobre protección del patrimonio arqueológico, el concepto de norma jurídica en una sociedad organizada y las convenciones, acuerdos, cartas y recomendaciones que rigen el tema a nivel mundial. De igual forma se profundizará en el régimen jurídico del Patrimonio Arqueológico en Panamá, haciendo énfasis en la historia de la normativa sobre patrimonio arqueológico y las Instituciones y organismos que velan por la protección del Patrimonio Arqueológico. 

Este componente aborda aspectos generales de la conservación preventiva y las intervenciones al patrimonio arqueológico para garantizar su preservación, ya sea patrimonio mueble o inmueble. Se destacarán los principios básicos de mínima intervención y total reversibilidad, siguiendo las normativas internacionales, aceptadas por los especialistas a nivel mundial. 

Arqueología e Historia siempre se relacionan, pero cuando se trata de estudiar contextos arqueológicos o cultura material de la América colonial, el conocimiento histórico se antoja fundamental. No solo para poder ubicar en el tiempo concreto los restos materiales, sino para ser capaces de entender en qué contextos y dentro de qué procesos determinados surgieron dichos restos. Es a la luz de la Historia y sus fuentes que pueden comprenderse mejor transferencias culturales o dinámicas sociales como las que las evidencias materiales apuntan. 

El parque arqueológico Panamá Viejo representa la presencia temprana de los primeros europeos en el Pacífico americano. Su corta ocupación ha permitido precisar aspectos relacionados con el primer impacto de la conquista europea. Desde hace 25 años el sitio arqueológico viene siendo gestionado por una figura mixta, en donde la sociedad civil juega un papel determinante. Se trata de un modelo de gestión patrimonial que ha garantizado la continuidad de un plan maestro y se enfrenta a retos fundamentales, como la consecución de recursos. A partir de una aproximación a su historia, investigación y gestión, mediante un recorrido de campo y visita técnica a su laboratorio de conservación y museo de sitio, es posible comprender el valor patrimonial del sitio, la importancia que reviste en la construcción de identidad nacional y los retos y dificultades que afronta una gestión particular como esta. 

El barrio San Felipe o Casco Antiguo de Panamá, corresponde al traslado de la ciudad, luego del ataque del pirata inglés Henry Morgan en 1671. Se trata de un emplazamiento que se dispone cumpliendo con otra noción de apropiación del territorio, por parte de los españoles. Su historia se entrelaza con el periodo temprano republicano y luego con la fuerte influencia estética francesa y estadounidense, producto de los respectivos proyectos de canal interoceánico. Se trata de un centro histórico vivo, que ha sido gestionado desde el Estado, con un modelo diferente de investigación arqueológica, asociado a las restauraciones e intervenciones arquitectónicas, motivadas por una creciente especulación inmobiliaria. A través de una introducción teórica y con una visita de campo con un recorrido definido y comentado, es posible aproximarse al modelo de gestión del barrio, a su desarrollo histórico constructivo y a los retos de gestión que tiene, desde una perspectiva social. 

El istmo de Panamá se consolidó como una arteria del imperio español. A través del Camino Real y el Camino de Cruces transitaron el oro y la plata extraídos en las minas de Potosí, en el Virreinato del Perú. Su actividad fue intensa hasta mediados del siglo XVIII. De igual forma se convirtió en el paso obligado para el tránsito de mercancías provenientes de europa que inundaban los mercados americanos. Este hecho llevó a que se convirtiese en un espacio geopolítico de interés para las otras potencias europeas. Los frecuentes ataques al Caribe panameño llevaron al diseño de un complejo sistema de fortificaciones que garantizara la seguridad de la Feria de Portobelo, así como de la Flota de Tierra Firme que, con regularidad, alcanzaba el istmo panameño. Desde finales del siglo XX, este sistema defensivo fue declarado Patrimonio Mundial. Su gestión ha sido diferente y evidencia las dificultades, en términos de investigación, conservación y gestión, a tan sólo 80 km de Ciudad de Panamá. Se hará una visita que profundiza aspectos históricos, investigativos, así como los retos de conservación y gestión, asociados con sus respectivas particularidades sociales y naturales.