Blogs

Seguridad Alimentaria, Cursar un posgrado en Economía y Big Data en la Semana Económica de Uninorte

Por: Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC)

 

La pandemia de Covid-19 ha afectado los cimientos económicos, sociales y ambientales del mundo entero. Con el previsible aumento de la pobreza y el desempleo, la inseguridad alimentaria aumentará a nivel mundial este año. Esta es una de las conclusiones del panel “Inseguridad alimentaria: calidad vs cantidad en tiempos de crisis” durante la XII Jornada Académica del Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Atlántico, realizada el pasado martes 27 de octubre durante la Semana Económica en Uninorte.

Como expresó Michela Espinosa Reyes, funcionaria de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el empeoramiento de las condiciones económicas tendrá efectos negativos considerables en la garantía del derecho a la alimentación y en el funcionamiento de los sistemas agroalimentarios. Según las estimaciones de la FAO, el hambre crecería en 130 millones de personas en 2020, adicional a los 690 millones - el 8,9% de la población mundial - que lo padece en 2019. Ante este panorama, es necesario evitar que una crisis sanitaria como la pandemia de la Covid-19 se convierta en una crisis alimentaria debido a la pérdida de empleo e insuficiencia de ingresos.

En un horizonte temporal de mediano y largo plazo, la profesora de la Universidad de Chile, Lorena Rodríguez, señaló que esta crisis es una oportunidad para que la región pueda garantizar la seguridad alimentaria a través de una modificación de los determinantes sociales y de los entornos alimentarios que inducen a determinadas dietas.

Rodríguez manifestó que es vital que las estrategias de política deben ser estructurales y afectar ámbitos como la educación, el empleo y los sistemas de bienestar social. Estos últimos deben permitir la creación de sociedades más resilientes frente a las crisis como esta. Todo ello teniendo en cuenta la relevancia que ha adquirido la producción local de alimentos en esta pandemia debido a la ruptura de las cadenas globales de valor.

En esa línea, la producción local de alimentos debe ser una prioridad en el mundo pos pandemia. Así lo resaltó también Iván Andrés Ramírez, nutricionista de la Universidad Nacional y miembro del Observatorio de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional del mismo centro, quién aseveró que Colombia ha descuidado su soberanía alimentaria, dependiendo de lo producido externamente. Debido a esto, el profesor destacó que es necesario replantear la escala de realización desde la seguridad alimentaria hacía el derecho a la alimentación, teniendo como objetivo la soberanía y la autonomía alimentarias. Para eso, el nuevo enfoque alimentario debe ir de lo nacional a lo comunitario, y de lo comunitario a los hogares hasta llegar al individuo.

Por otra parte, Ana María Narváez, abogada e investigadora en Dejusticia, enfatizó en cómo la pandemia de covid-19 ha agravado el estado de la inseguridad alimentaria en el país y, especialmente, en la población migrante venezolana. A pesar de los esfuerzos realizados por las instituciones estatales, los sistemas de información incompletos, como ciertos registros oficiales y la ausencia de bancarización en ciertos grupos de población, han impedido que estas ayudas tengan un alcance mayor. En ese sentido, la investigadora resaltó la necesidad de crear sistemas de información que permitan focalizar mejor las ayudas.

En esto último coincidió Lol Ki Itzel López, quien se desempeña como coordinadora del Observatorio en Seguridad Alimentaria y Nutricional del Estado de Veracruz. La profesora López señaló la importancia del procesamiento y ordenamiento de datos que puedan ayudar a los responsables de formular políticas públicas a tomar decisiones. En este punto, destacó la importancia de la regionalización teniendo en cuenta el caso de México, donde estos observatorios tienen un carácter estatal y no federal debido a las diferencias en patrones de comportamiento y consumo alimentario entre las diferentes regiones del país. Según López, esto último puede ser una característica a tener en cuenta en la formulación de políticas alimentarias en un país con diferencias territoriales como Colombia.

 

Los retos de hacer un posgrado

En la tarde del mismo martes, el profesor Jorge Quintero, coordinador del Doctorado en Economía de Uninorte, moderó un debate con varios estudiantes y egresados de posgrados en economía. En dicho encuentro, estos hablaron sobre sus expectativas antes de entrar a cursar sus estudios de maestría/doctorado, sus primeras impresiones al comenzarlo, los retos que enfrentaron durante sus estudios, además de dar consejos a los estudiantes que se encontraban presentes en el evento a través de la plataforma Zoom.

Por ejemplo, Carolina Vecchio, candidata a doctora en Economía, señaló que la investigación siempre había sido una de sus pasiones. Eso, completado con sus experiencias investigativas durante sus prácticas y su deseo de profundizar sus conocimientos de forma más técnica, la incentivaron a realizar sus estudios doctorales. Actualmente se encuentra terminando su tesis que tiene como objetivo identificar las fuentes cognitivas subyacentes a la toma de decisiones.

Además de la parte formativa, los estudiantes encontraron gran apoyo moral y humano por parte del cuerpo docente durante el desarrollo de sus estudios. Así dijo Jesús Parada, magister en economía, quien entró a la maestría en economía debido al prestigio nacional del programa. En este momento trabaja como consultor para la Organización Internacional para las Migraciones.

Sin embargo, los estudiantes señalaron que compaginar sus compromisos personales y laborales con el estudio no siempre fue fácil. Elkin Navas, estudiante del doctorado en economía, destacó que su gran reto siempre fue el tiempo, debido a que trabajaba como investigador y docente durante toda la semana, y las clases de la maestría eran los fines de semana. Esto lo llevó a estudiar permanentemente en las madrugadas. En la misma línea se expresó Vecchio, quien se convirtió en madre durante su doctorado, lo que le ha implicado hacer un mejor manejo de su tiempo.

Finalmente, todos coincidieron en que las energías y sacrificios hechos han valido la pena a medida que ha pasado el tiempo, invitando a los estudiantes presentes a realizar este tipo de estudios. Gina Cárdenas, quien es magister en economía, manifestó que hacer la maestría le ha permitido ser más competitiva en un mercado laboral tan agresivo como el actual. Gina actualmente trabaja en el Banco Mundial como analista del sector privado e infraestructuras para gobiernos nacionales y subnacionales de todo el mundo.

 

El Big Data y la era de la digitalización

El miércoles se llevó a cabo la conferencia “Big Data y el futuro del trabajo después del covid-19”, a cargo del consultor internacional Carlos Ospino. En la charla, Ospino conversó sobre las aplicaciones específicas de la inteligencia artificial en la elaboración de políticas públicas y en el desarrollo económico.

Ospino señaló que una de las aplicaciones con mayor importancia en la actualidad son las vacantes en línea. Estas no sólo dicen los requerimientos de las empresas, sino que permiten hacer relaciones que puedan identificar cómo se organizan los empleos, dónde se ubican y cómo se interrelacionan entre sí, identificando características comunes. Esto último ya se está haciendo en países como Reino Unido, donde el gobierno británico ha diseñado una taxonomía propia para agrupar los más de 250 tipos de trabajos.

El uso de vacantes en línea puede hacerse rápidamente y con costo mucho menor que las encuestas de hogares. Con el uso masivo de estas operaciones, puede llegarse a establecer GPS de mercados laborales que permitan establecer cuáles son las ocupaciones cercanas disponibles a los individuos, además de identificar cuáles son las ocupaciones que están en declive y cuales están viviendo un auge. A partir de esto, la persona puede decidir cuáles habilidades y capacidades potenciar y cuáles no en un mercado laboral cambiante como el de la era digital.

Frente a estos cambios, Ospino anotó que la información que proveen estas plataformas tiene implicaciones de tipo político. Por un lado, el uso de datos masivos invita a identificar las ventajas de esta información para la investigación, la elaboración de políticas públicas y la toma de decisiones en tiempo real. Pero, tal como señaló el consultor, debe hacerse con cuidado: los datos deben ser agregados y no debe ser posible identificar a cada persona. Es decir, deben ser anonimizados.

Para concluir la conferencia, Ospino aseguró que el big data, a pesar de sus innegables beneficios sociales y económicos, también tiene sus límites. Hasta ahora, sólo es posible utilizar dicha información en el sector formal de la economía, lo que limita el margen de acción para gobiernos y empresas de regiones con alta informalidad como América Latina y el Caribe. Además, todavía persisten restricciones que limitan el acceso a muchos investigadores, que sólo pueden superarse mediante convenios con instituciones con un fuerte respaldo financiero – como el BID -, o a través de la adquisición de dispositivos tecnológicos como los satélites.

 

Para ver las grabaciones de los eventos, haga clic aquí