Autor:Oscar Herrera Molinares.
Los automotores trajeron consigo gran progreso, posicionándose como el traedor de la revolución del siglo XX. Más dentro del contexto del cambio climático propio de nuestro tiempo, este medio de transporte en su forma convencional ha perdido vigencia por ser, como lo menciona Viñoles, Bastante, López, Vivancos y Capuz (2003) el causal de graves problemas ambientales. Como consecuencia de ello en los últimos años, el movimiento de los automotores eléctricos ha adquirido protagonismo; la fuerza tomada por la ola de estos coches eléctricos, ha sido liderada por un gran número de empresas.
Aun cuando existe una gran competencia, el mercado de los vehículos eléctricos es un mercado joven, de rápido crecimiento que desgraciadamente se mantiene fuera del alcance de gran parte de la población, sobre todo la perteneciente aquellos países de economía emergente, tal como es el caso de Colombia; un país donde existe un gran numero de personas interesadas en sumarse a revolución en los medios de que los transportan, un país especialmente comprometido con el cuidado medioambiental, un país que por sus condiciones puede hacer uso de este mercado emergente para crear nuevas y grandes empresa nacionales que aportarían al desarrollo económico local. Por todo lo anterior mencionado, Colombia debe encaminar la transición a los vehículos eléctricos, por medio de la conversión del sistema de propulsión de los hoy automotores de combustión.
Las oportunidades laborales que brinda esta aproximación a los coches eléctricos son numerosas y traen consigo enormes beneficios. Las ya mencionadas oportunidades nacen del proceso de la inmersión nacional en un mercado basto, naciente y especializado, lo cual traerá consigo una gran solicitud de mano de obra tecnificada, esta demanda permitirá el surgimiento de numerosos emprendimientos que traerían consigo una baja del índice del desempleo, siendo este actualmente de un 10,2% (DANE, 2019); por otro lado, estos emprendimientos sin lugar a dudas resultarían benéficos para sociedad, del mismo modo en que lo afirman Durán y Lukez (2003) no solo disminuirían el desempleo, sino que mejorarían en gran medida la calidad de vida del sector laboral, dado que los empleados pasan de un estado anímicamente bajo, causado por el desempleo, a sentirse en confort consigo mismos por la valoración social de sus esfuerzos.
El ya mencionado conjunto de oportunidades laborales, es únicamente posible dentro del contexto económico brindado, cuando se opta por la conversión de los sistemas de propulsión de los automotores; esto debido al hecho de que, para gran porcentaje de proceso, tanto los bienes como servicios empleados, serian brindados dentro de Colombia, generando una gran movilización de la economía nacional; Lo anterior contrasta directamente con otras alternativas (Como la compra de coches eléctricos de marcas tradicionales) en las que estos recursos serian contratados del extranjero. Por ello, el optar por la conversión de los sistemas de propulsión vehicular, impactaría de forma positiva la economía nacional.
Otro aspecto a tener en cuenta, resulta ser, que el ya mencionado método de participación dentro de esta revolución dada por los coches eléctricos; permite a los colombianos movilizarse con normalidad y haciendo uso de un método notablemente más amigable con el ambiente, en comparación directa a los hoy predominantes vehículos con motores de combustión interna; esta abismal diferencia se presenta porque durante su etapa útil, los vehículos eléctricos no llevan a cabo emisiones de gases contaminantes, tales como el dióxido de carbono, monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados, óxidos de nitrógeno y azufre, entre otros vatios; dichos fluidos resultan despedidos grandes cantidades en la fase de uso de los automotores de combustión; fase definida por Viñoles et al. (2003) como las etapa del ciclo de vida automotriz de mayor repercusión ambiental.
La regulación de las ya mencionadas emanaciones, resultan ser de especial interés por parte del estado colombiano; esto debido a dos puntos: El primer punto, data de la fecha veintidós, del mes de abril, del año dos mil dieciseises; momento en el cual el estado colombiano ante la presencia de más de sesenta jefes de estado, firma el acuerdo de parís, comprometiéndose a mermar en un veinte por ciento, la totalidad de gases generadores del efecto invernaderos (Minambiente, 2016); por otra parte y del mismo modo como indicada Bedoya y Martínez (2009), la emisiones de estos gases han traído efectos nocivos para la salud pública, afectando directamente la calidad de los habitantes de zonas de alta polución como el valle de Aburrá. Por ende, el optar por esta forma de transporte eléctrica, impactaría de forma positiva la calidad de vida humana y el ambiente.
A su vez resulta pertinente el mencionar que el conducir un coche que cuenta con sistema de propulsión representaría una gran disminución en gastos para el usuario de este; Al comparar estos vehículos con sus análogos propulsados por combustión, se puede evidenciar la presencia de un claro ahorro para propietario de automotores eléctricos, ahorro que nace como lo indica a revista virtual XATAKA (2018) de una abismal diferencia entre los costes de las fuentes de energía requerida por cada tipo de vehículo, siendo cinco veces más costoso el movilizarse en un vehículo propulsado por combustión; del mismo modo la ya mencionada revista digital, resalta que los gastos de mantenimiento son considerablemente inferiores por parte de los vehículos eléctricos al no contar estos con elementos tales como embrague, aceite, filtros o correas de distribución.
Además de lo anterior expuesto es importante tomar a consideración que en el contexto colombiano están presenten un conjunto de políticas, diseñadas para impulsar el uso de estos vehículos de propulsión eléctrica, políticas que como plantea el diario EL ESPECTADOR (2019) buscan lograr este objetivo tomando como principal aliciente un grupo de exenciones tributarias.
Asimismo, y teniendo en cuenta que la conversión de un vehículo de propulsión de combustible a un vehículo de propulsión eléctrica, es una alternativa con un coste inferior respecto al comprar estos vehículos eléctricos con kilometraje cero, el optar por la conversión de los sistemas de propulsión vehicular, impactaría de forma positiva en los bolsillos de las familias colombianas.
En base en lo anterior expuesto, y a sabiendas de que Colombia necesita mucha infraestructura y apoyo gubernamental para sumarse a esta revolución de coches eléctricos, es innegablemente que la conversión del sistema de propulsión vehicular, resulta ser el camino más beneficioso a seguir, por el impacto positivo en múltiples áreas de interés, como lo es el cuidado medioambiental, la sostenibilidad y crecimiento económico local, y la mejora constate de la calidad de vida.
REFERENCIAS
Bedoya, J., & Martínez, E. (2009). Calidad del aire en el Valle de Aburrá Antioquia-Colombia. Dyna, 76(158), 7-15.
DANE. (2019) Empleo & Desempleo. Recuperado 27 octubre 2019, de https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo
Durán, D., & Lukez, B. (2003). Los Microemprendimientos Productivos: Del Desempleo a la Ocupación - EcoPortal.net. Recuperado 27 octubre 2019, de www.ecoportal.net/temas-especiales/educacion-ambiental/los_microemprendimientos_productivos_del_desempleo_a_la_ocupacion/
El Espectador (2019). Así es la ley que promueve el uso de vehículos eléctricos en el país | ELESPECTADOR.COM. Recuperado 27 octubre 2019, de https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/asi-es-la-ley-que-promueve-el-uso-de-vehiculos-electricos-en-el-pais-articulo-878199
Ministerio de Ambiente. (2016). Colombia hace parte de los países que se comprometen a frenar el cambio climático | Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. Recuperado 27 octubre 2019, de http://www.minambiente.gov.co/index.php/noticias-asuntos-cambio-climatico/2275-colombia-hace-parte-de-los-paises-que-se-comprometen-a-frenar-el-cambio-climatico
Viñoles Cebolla, R., Bastante Ceca, M. J., López García, R., Vivancos Bono, J. L., & Capuz Rizo, S. (2003). ANÁLISIS DEL IMPACTO MEDIOAMBIENTAL DE UN AUTOMÓVIL, A LO LARGO DE SU CICLO DE VIDA. In International congres on Project Engineering (pp. 557-565).
Xataka. (2018). ¿Merece la pena el coche eléctrico? Aquí tienes una calculadora para comprobarlo. Recuperado 27 octubre 2019, de https://www.xataka.com/automovil/merece-la-pena-el-coche-electrico-aqui-tienes-una-calculadora-para-comprobarlo