En 2017, de la mano de la Secretaría de Cultura, colaboró en la implementación de un programa piloto en los parques de Barranquilla, en donde realizaban miniferias con ventas de libros, que incluía actividades alrededor de la lectura. Este se convirtió en el gran piloto para la propuesta de la Feria Internacional del Libro de Barranquilla (Libraq), que fue acogida por la Alcaldía y la Gobernación y que se desarrolló por cuatro años. En 2018, abrió una nueva librería: Nido de Libros, en ese entonces la única de perfil independiente en el mapa de librerías de Barranquilla.

Ahora asume la dirección de la Editorial con ganas de traer a la mesa nuevas ideas y aprender de este sector. “Tengo muchas expectativas. Ser parte de un equipo, de una institución que tiene un saber hacer en muchos sentidos, es una carta de garantía de que las cosas que se puedan liderar desde la universidad van a tener un buen acompañamiento y, seguramente, van a ser acogidas por Barranquilla y por la región”, dice.

En su plan de trabajo espera desarrollar nuevas ideas, como buscar otras líneas editoriales, pensar en cuáles son los vacíos que tiene el mercado editorial del Caribe. “Encontrar todas esas temáticas que son sensibles hacia el Caribe y que pueden ser consolidadas desde un proyecto editorial en una universidad que se visiona como una punta de lanza de la academia para la región”, señala.

Dentro de sus objetivos está consolidar un catálogo editorial de referencia que sea consultado por otras instituciones nacionales e internacionales, pero también apetecida por el público general. Además del contenido académico y de investigación, su meta es ampliar el rango de lectura de los libros que se producen en la Editorial, para posicionarla como una biblioteca del caribe expandido.

Por último, buscará afianzar la imagen de la universidad en el sector editorial, apoyado en la calidad y el carácter de sus publicaciones. Su idea es reforzar la propuesta estética, “con una línea gráfica muy definida que represente el nivel, el alcance y la durabilidad de lo que son los libros editados por la universidad”, finaliza.