La urgencia de la acción climática: desafíos y compromisos desde una mirada local
Expertos en derecho ambiental, sostenibilidad y derechos humanos se reunieron para analizar los mecanismos legales y esfuerzos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la transición energética.
En medio de un panorama global marcado por la reciente adopción del derecho humano a un medio ambiente sano por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y una creciente conciencia sobre la urgencia de combatir el cambio climático, expertos en derecho ambiental, sostenibilidad y derechos humanos se reunieron el miércoles, 4 de octubre, en el marco de la Cátedra Europa, para analizar los mecanismos legales y esfuerzos relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la transición energética y el cumplimiento del mencionado derecho humano.
El evento tuvo como objetivo analizar las acciones necesarias tanto por parte de los Estados como de las empresas para abordar la creciente "ebullición climática". La primera panelista en tomar la palabra fue la abogada Rosana Romero, magíster en derecho ambiental y sostenibilidad, auditora interna ambiental y especialista en derechos humanos, quien señaló que, a pesar de los compromisos internacionales y los objetivos establecidos, hay una preocupante realidad.
"Podemos hacer un balance de los objetivos del desarrollo del milenio y el balance nos arroja que hay aproximadamente entre un 13 % y 20 % de cumplimiento de estos objetivos. El panorama es desolador. A nivel internacional, hay instrumentos, hay políticas, hay cosas que se están haciendo, pero realmente no están siendo efectivas", comentó en el Restaurante 1966.
Rosana también señaló la importancia de los acuerdos internacionales, como la Convención Marco de las Naciones Unidas y el Protocolo de Kioto, en los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, destacó las iniciativas nacionales, como la Ley 1931 de 2018, que busca gestionar el cambio climático a nivel departamental, y la Ley 2169 de 2021, que compromete a Colombia a reducir sus emisiones en un 51 % para 2025.
"Colombia está buscando generar estas transformaciones, pero naturalmente se necesita la participación de cada uno para que esto sea una realidad", subrayó Romero. También mencionó la Ley 2294 del 2023, el actual Plan Nacional de Desarrollo, que regula el mercado de carbono y aborda las salvaguardas sociales y ambientales en proyectos de mercado voluntario.
Xiomara Romero, doctora en Derecho por la Universidad Externado de Colombia y Doctora en Geografía y Planeación Urbana por la Universidad de la Sorbona en París, arrojó luz sobre la importancia de los mecanismos de flexibilidad en la lucha contra el cambio climático y la experiencia de su implementación en Colombia, además de explorar la perspectiva a futuro en cuanto a estos mecanismos.
"El punto es: ¿con qué dinero vamos a hacer todos estos cambios?, ¿de dónde va a salir el dinero para todas las iniciativas que tenemos? Hay ganas de cambio, pero ¿quién va a pagar por eso? Entonces, efectivamente, viene ese nuevo término de financiamiento climático", manifestó.
Xiomara presentó varias opciones para obtener los recursos necesarios, pero hizo hincapié en la importancia de los bonos verdes, que son inversiones de renta destinadas exclusivamente a proyectos sostenibles. "Nos toca empezar a hablar en lógica de capitalismo. Si queremos hacer un financiamiento, no podemos hablar de regalos, donaciones, pues eso no funciona en un sistema capitalista", enfatizó.
José Rico Salcedo, director comercial y de proyectos de Transelca, ingeniero electricista de Uninorte y especialista en sistemas de transmisión de energía eléctrica, aportó su visión acerca del papel actual de Transelca en relación con la transición energética y la sostenibilidad ambiental.
Salcedo comenzó subrayando la relevancia de la energía en la vida cotidiana de todos los colombianos y la importancia de considerar quién la genera y cómo afecta a la sociedad en el contexto de la transición energética, planteando una pregunta: ¿cómo contribuir a la transición energética y la sostenibilidad?
También hizo hincapié en la necesidad de mitigar las emisiones de CO2 y adaptarse a tecnologías más limpias y eficientes, y compartió los proyectos de Transelca relacionados con la transición energética, que incluyen la expansión de la red de transmisión, la renovación de la infraestructura existente y la facilitación de la conexión de nuevas fuentes de generación renovable.
"Esta no es la primera transición energética que hemos tenido, es la cuarta. La primera fue de la biomasa al carbón, a mediados del siglo XIX. Luego vino el petróleo a buscar la supremacía por las necesidades del mercado y la realidad política de estos tiempos, a mediados del siglo XX. Y luego aparece la tercera transición energética, con el gas ocupando un espacio muy importante. Pero ninguno de estos energéticos sustituyó del todo al otro, sino que, por el contrario, se unieron estos tres fósiles para dominar la matriz energética, hoy en un 80 %", agregó el profesor Henry Jiménez, abogado con más de 25 años de experiencia en el sector energético, especialista en Ciencias Penales y Criminológicas por la Universidad Católica Andrés Bello y magíster en Derecho por la Universidad de Heidelberg.
El panel concluyó con la intervención del profesor de Uninorte, Carlos Javier Velázquez, doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca, quien destacó "la necesidad de un desarrollo sostenible y, sobre todo, resiliente", en un mundo que se enfrenta a desafíos que en gran medida no fueron controlados a tiempo por la humanidad.
Velázquez enfocó su discurso en el papel crucial de la planeación en la lucha contra el cambio climático en Colombia y a nivel global. Argumentó que la planeación es una herramienta poderosa para la intervención estatal, con el fin de lograr un propósito fundamental: la mitigación de los efectos del cambio climático.
El profesor resaltó que las obligaciones relacionadas con la planificación en el contexto del cambio climático no son una invención, sino una "parte esencial" de las agendas de desarrollo más importantes en el mundo. Señaló que casi el 60 % de la población global vive en áreas urbanas, las cuales son cruciales en la generación de la economía mundial y, al mismo tiempo, en la producción de energía y emisiones contaminantes.
El llamado de los expertos fue claro: ante la inminente crisis climática, es imperativo que los compromisos se traduzcan en acciones efectivas y que tanto los gobiernos como la sociedad civil trabajen de manera conjunta para frenar el calentamiento global y proteger el derecho humano a un medio ambiente sano.
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