Docentes de Ing. Civil apoyan formulación del Plan de Gestión Integral de la Calidad del Aire

Los trabajos que se ejecutan en el marco de esta colaboración constituyen un informe técnico integrado, que servirá como sustento para avanzar en la hoja de ruta del Distrito en su proceso de mejoramiento de la calidad del aire.

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19 feb 2020

El aire limpio es considerado un requisito básico de salud y bienestar, sin embargo, su contaminación representa una amenaza significativa para la salud mundial. De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la carga de morbilidad debida a la contaminación del aire, más de dos millones de muertes prematuras cada año pueden atribuírsele a sus efectos.

Más de la mitad de esta carga de enfermedad es soportada por las poblaciones de países en desarrollo, y es por eso que el Distrito de Barranquilla designó al Clean Air Institute, en colaboración con la Universidad del Norte, para la asistencia técnica en la construcción de las bases técnicas y científicas de la formulación del Plan de Gestión Integral de la Calidad del Aire en la ciudad.

El proyecto se desarrolla desde octubre de 2019 mediante un contrato de ciencia y tecnología, y los trabajos que se ejecutan en el marco de esta colaboración constituyen un informe técnico integrado, que servirá como sustento para avanzar en la hoja de ruta del Distrito en su proceso de mejoramiento de la calidad del aire.

De acuerdo con información reportada por Barranquilla Verde, si bien se cumple en su mayoría con la Resolución de 2254 de 2017, que fija los límites establecidos para la calidad de aire en Colombia, los datos muestran que “existe una marcada tendencia descendente de los indicadores de calidad de aire”, influenciados por causas como el incremento descontrolado del parque automotor, eventos de fuego naturales y de origen antrópico, y la falta de programas de mejora en la calidad de combustibles en la actividad portuaria.

Algunos resultados

Los datos de la red de monitoreo de calidad de aire de Barranquilla para 2018 y 2019 se analizaron en colaboración con la Universidad del Norte, en virtud del convenio marco que Barranquilla Verde suscribió con la institución. Se compararon indicadores clave con los niveles máximos permisibles de contaminantes en el aire, estipulados por la Resolución 2254 de 2017, y los niveles máximos que entrarán en vigencia en 2030. El análisis de estos datos se realizó a través de tres estaciones donadas por la Agencia para la Cooperación Internacional Koica, una de ellas es móvil y está ubicada en Uninorte. 

“En términos de la estación móvil, hay un comportamiento típico de zonas urbanas, es decir, que cuando hay horas pico aumenta la contaminación de algunos contaminantes que vienen de los vehículos. También se ha encontrado que la ciudad sufre de material particulado (PM) en altas concentraciones por sus condiciones meteorológicas. Analizando datos promedio, la ciudad cumple, pero no significa que estemos ya bien, porque la norma se va a poner mucho más restrictiva dentro de 10 años, y en ese momento Barranquilla no cumpliría la norma”, advirtió Dayana Agudelo, docente del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, quien coordina el monitoreo en la universidad.

A partir de los resultados, se registró que la estación ubicada en la Escuela de Policía Antonio Nariño (ESANA) presenta las concentraciones más altas de PM10 (Material particulado de diámetro aerodinámico inferior a 10 microgramos por metro cúbico - µm) y PM2.5, sobrepasando el máximo definido por la Resolución 2254 de 2017, ya que cerca de esta estación se presenta de forma recurrente quema de llantas y residuos, mientras que para la estación Tres Avemarías, se tienen concentraciones más bajas al estar ubicada cerca del río.

El material particulado es una serie de cuerpos sólidos y líquidos diminutos que se encuentran en el aire y se agrupan en las dos medidas mencionadas. De acuerdo con el profesor Julián Fernández, del departamento de Salud Pública, y quien hizo parte de un grupo de investigación que usó de 2011 a 2014 la información de la red de monitoreo de la calidad del aire en Bogotá, Cali, Medellín y Bucaramanga, y evaluó su asociación con el número de visitas médicas por urgencias, las de 2,5 micras son más importantes porque se absorben más rápido en el torrente sanguíneo y pueden afectar diversos órganos.

Además, en julio y diciembre los niveles de PM10 y PM2,5 aumentan debido a las quemas en Parque Isla Salamanca y por la quema de pólvora en días festivos, respectivamente; esto además de otros episodios con altos niveles de concentraciones debido a las diferentes festividades y eventos celebrados en la ciudad. También se observó que las mayores concentraciones se presentan en las horas pico del día, siendo estas de 6:00 am a 7:00 am y de 6:00pm a 7:00 pm.

También se evidenció que el ozono (O3) tiene un "comportamiento particular" de acuerdo con las horas del día, pues sus componentes requieren un proceso de degradación para poder constituirse como ozono y los vientos no permiten que este proceso se complete como debe, por lo que se presentan niveles considerables de ozono, principalmente en las estaciones más cercanas al río. Además, se observa que las mayores concentraciones se presentan al mediodía, periodo en el que se presenta la mayor radiación solar

“Hemos encontrado que hay mucho por hacer, y que la ciudad adolece de mucha información y trabajo que ya tienen otras ciudades, como estudios relacionados con el efecto sobre la salud o la movilidad, pero la experiencia ha sido positiva. Notamos una buena intención y un propósito real de gestionar apropiadamente la problemática de la calidad del aire asociado a Barranquilla”, señaló Aymer Maturana, profesor del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, PhD en Ciencias Térmicas y Fluidos, y magíster en Ingeniería Civil y Ambiental.

Trabajo y visión conjunta

Clean Air Institute es una organización sin ánimo de lucro, creada por el Centro Mario Molina de Ciudad de México, en conjunto con el Banco Mundial, que apoya a las autoridades ambientales latinoamericanas en el manejo y la solución a la problemática de calidad de aire. En Colombia ya ha trabajado con las administraciones municipales de Bogotá, Medellín y Cali.

Los docentes de Uninorte apoyan técnicamente a esta institución internacional no solo para la evaluación del plan y poner a disposición el conocimiento y el apoyo técnico de la universidad, sino también en cuanto a la logística que puede ofrecer y la convocatoria de todos los actores interesados en la problemática. 

Andrea Fernanda Monroy Linch, docente del departamento de Química y Biología, candidata a doctora en Toxicología Ambiental en la Universidad de Cartagena, explica que el PM2,5 tiene una estrecha relación con enfermedades de tipo respiratorias, incluso puede llegar a tener efectos en enfermedades cardiovasculares. El control de este tipo de emisiones, agrega, de alguna forma garantiza la prevención de estas enfermedades, y hace que para la Alcaldía sea una decisión responsable mantener estos niveles, porque redundará en una menor carga a la salud en el departamento.

“En la legislación en la que se basa el monitoreo se incluyen los parámetros regulares, es decir, de monitoreo rápido porque se basan en las concentraciones de estos elementos en cierta cantidad de aire y se mide como metros cúbicos de aire, pero hay otros compuestos que también están en el aire, que hacen parte de su carga tóxica y no son tan sencillos de medir”, indicó la docente.

En ese sentido, celebra el monitoreo implementado porque arroja datos rápidos, pero espera que en un futuro la ciudad logre estudiar compuestos que ahora deja de lado como el benceno, un hidrocarburo que se encuentra en el petróleo, la gasolina y en el humo de cigarrillos. Los niveles de benceno en el aire pueden aumentar por emisiones generadas por la combustión de carbón y petróleo, operaciones que involucran residuos o almacenaje de la sustancia.

“Hay algunos metales como el mercurio y el plomo, que en algunos de sus estados de oxidación pueden tener algunas formas gaseosas. El monitoreo debe ser dinámico, debe ir modulándose de acuerdo con las nuevas sustancias químicas a la que cada vez estamos expuestos. El monitoreo que hoy se realiza implica que hay una intención de la Alcaldía de querer comprometerse con sus ciudadanos y sus ecosistemas para mitigar esos riesgos”, expresó.

Para la profesora María Mercedes Botero, doctora en Psicología, magíster en Estudios Políticos y Económicos, y especialista en Desarrollo Organizacional y Procesos Humanos, es importante que estas alianzas entre academia y sector público sean más frecuentes en pro de la investigación.

“A nosotros nunca nos hablan del aire, salvo que está frío o caliente en el medio ambiente, pero nunca hemos tenido los indicadores reales al alcance del usuario. Lo manejan los expertos y las autoridades y ahí hay un problema vital. La calidad del aire también depende de la calidad de vida de los ciudadanos”, señaló Botero.

La implementación de políticas públicas integrales para la mejora de la calidad del aire es clave para proteger la salud de la población. El camino para mitigar la contaminación en las ciudades es claro y el Distrito de Barranquilla no es la excepción. Los académicos proyectan que el Plan de Gestión Integral de la Calidad del Aire de la ciudad esté listo antes de finalizar el primer semestre del año.

Por José Luis Rodríguez R.

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