Con OCSA y Cátedra de Economía, expertos debatieron sobre la desigualdad y el desarrollo regional
La XVII jornada académica del Observatorio y la X Cátedra de Economía del Caribe reunieron esta semana a expertos y estudiantes en torno a las preocupaciones e intereses de la disciplina económica.
El departamento de Economía de la Universidad del norte desarrolló del 3 al 5 de octubre la XVI Jornada Académica del Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Atlántico OCSA y la X Cátedra de Economía del Caribe, dos jornadas que convocaron a expertos, académicos y estudiantes en torno a las preocupaciones e interes de la disciplina económica, desde una lupa regional y nacional.
El 3 de octubre inició la jornada académica del OCSA, en donde se abordó la temática de desigualdad socioeconómicas dentro de la educación e ingresos post-pandemia en Colombia y la región Caribe.
La primera jornada contó con la participación de Luis Armando Galvis, economista de la Universidad del Valle, magíster en Economía y doctor en Geografía, e investigador principal del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República CEER; y Wendy Galvis, asistente de Información y Estadística en la Oficina de Planeación de Uninorte.
Durante el coloquio se buscó identificar cuáles son los factores socioeconómicos que influyen dentro de la pobreza del país, mediante un estudio de la desigualdad que trasciende a los aspectos técnicos de la investigación y la presentación de los hechos, junto con la formación de hipótesis para explicar si el entorno social y económico justifican los altos índices de pobreza en Colombia.
“Nos convoca un tema de máxima importancia, hemos sido testigos de todo el acontecer político en nuestro país en los últimos años. El tema de desigualdad y distribución está en el centro de la agenda. El estudio de estos términos ha vuelto a ocupar un lugar destacado en la condiciones de la disciplina económica, el énfasis en la eficiencia nos llevó a tomar una distancia prudente e infundada respecto a las implicaciones distributivas de las asignaciones económicas de los recursos en la educación y la distribución de nuestros recursos económicos”, comentó Andrés Vargas, director del Departamento de Economía, durante la apertura.
La jornada empezó con Wendy Galvis, presentando ante los asistentes su investigación ‘Evolución de la pobreza educativa en Colombia’, en la cual pudo desarrollar un modelo algorítmico para diferenciar y comparar los déficit de la cobertura educativa en la penúltima década en el territorio nacional.
Wendy Galvis durante su presentación investigativa
“La calidad de la educación es más relevante a la hora de explicar las diferencias a largo plazo en los ingresos individuales y el crecimiento económico. Eso sugiere que la calidad de la educación es más relevante que la cobertura en ingresos económicos, es decir, aunque hay una mayor cobertura que hace 20 años, aún sigue existiendo un bajo desempeño en el umbral educativo”, evocó la expositora.
Dentro de la indagación, se enfatizó el impacto de tener pobreza educativa, que es una situación en la que un estudiante no alcanza un umbral de conocimiento que se ha determinado como el mínimo social deseable. Esto va de la mano con la alta tasa de deserción en zonas periféricas del país, los estudiantes de menos recursos son más excluidos del ámbito académico al no recibir educación de calidad.
Para esta investigación se aplicó un análisis de resultados en las Pruebas ICFES desde los años 2000 a 2013, tomando como punto de análisis la prueba de matemáticas y lenguaje. Los resultados fueron discretos pero significativos, evidenciando a los departamentos del centro del país con un índice de calidad educativa por encima del umbral educativo de las regiones periféricas de Colombia. Este mismo caso de fluctuaciones se presentó en el indicador de un año a otro.
“La medición ideal es que el índice de pobreza educativa disminuya, sin embargo con esto se concluyó que aún hay persistencia de la pobreza educativa en algunos departamentos. Para medir la calidad de educación se deben mirar factores socioeconómicos que llevan a otro tipo de investigación más profunda y caracterizada en temas de población, recursos y calidad de vida de los estudiantes”, finalizó Galvis.
La segunda presentación, a cargo de Luis Armando Galvis, habló con base a ‘Desigualdades del Ingreso en Colombia: ¿Cuáles son sus determinantes y cómo se han afectado por la pandemia del Covid-19?’, partiendo de una disminución de brechas económicas en las principales ciudades del país en la última década. Durante la indagación se descubrió que no todas las ciudades disminuyeron al mismo tiempo, sugiriendo que el factor de la desigualdades no viene desde el mismo periodo de gobierno, por ello, el Estado no garantiza una equidad económica para todos los sectores del país, lo que denota en la poca inversión del capital humano en algunas ciudades capitales.
Luis Galvis, investigador del CEER Banco de la República.
“Las desigualdades son un problema estructural del país, especialmente las que tienen que ver con el aspecto regional. Los individuos más pobres no logran financiar una buena educación o tener acceso a servicios de salud de calidad, lo cual afecta la acumulación de capital humano. Las disparidades en la participación laboral por género conllevan a que haya menos aportes a la economía de los hogares y menor demanda. Mayores desigualdades aumentan el riesgo de presentar inestabilidad política, lo cual desincentiva los proyectos de inversión tanto nacionales como extranjeros”, agregó Galvis.
Dentro de esta indagación se utilizó el Coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini, para medir la desigualdad en los ingresos dentro de un país, pero puede utilizarse también para medir cualquier forma de distribución desigual. Con esta, por medio de los ingresos laborales, el stock de educación es el principal factor que contribuyó a la reducción del Gini al interior de las áreas estudiadas. Con lo cual podría decirse que la mejora en la cobertura educativa puede ponderarse como un factor que ayuda a reducir las desigualdades.
“Hoy la educación es un factor determinante para reducir las brechas dentro de la economía de un país, nosotros no somos ajenos a esa situación, si se manejan los recursos de una manera adecuada podremos en los próximos diez años lograr una reducción de ingresos económicos y de políticas de educación mucho más estándar que en la última década. El tema es cómo se distribuirán esos recursos de forma equitativa en todo el territorio nacional, priorizando a las regiones rezagadas históricamente”, explicó el investigador.
Cátedra de Economía del Caribe
Durante el 4 y 5 de octubre se realizó la Cátedra de Economía del Caribe, evento anual que busca presentar y discutir temas de interés para la disciplina. En esta edición, y en colaboración con el Banco de la República de Cartagena, se enfocó en los temas de productividad y desarrollo económico regional.
Su jornada empezó con '100 años de finanzas públicas regionales en Colombia', a cargo de Jaime Bonet, gerente del Banco de la República de Cartagena, analizando que en el último centenar de años se pueden identificar periodos de cambio en el grado de autonomía de los gobiernos territoriales frente al poder del gobierno nacional central.
En este estudio se introduce una visión de largo plazo para contribuir a la comprensión del proceso y a la construcción de una agenda para avanzar en el fortalecimiento de la descentralización. Hay diferentes factores que han determinado la evolución de las finanzas públicas territoriales en Colombia, por un lado el país tiene una alta diversidad y heterogeneidad en sus regiones, sigue existiendo una falta de presencia del Estado en algunas regiones que ha llevado que surgen grupos que tomen el control del territorio, al margen de esto surgen las protestas. Dado esto, como respuesta el país se ha movido entre políticas de descentralización y centralización para lograr una mayor presencia estatal.
"Hemos construido una serie de datos sobre las finanzas públicas territoriales en Colombia a partir de varias fuentes disponibles, que van desde anuarios de estadística general, informes financieros del contralor, finanzas intergubernamentales en Colombia, ejecuciones presupuestales y las finanzas públicas regionales del país. También es importante no perder de vista que el país tiene un tamaño importante en el sector público hasta 1991, donde se considera un Estado pequeño comparado con sus pares", explicó Bonet.
Colombia sigue siendo un país unitario donde las finanzas públicas locales muestran un movimiento pendular entre descentralización y centralización. Esos cambios han estado dominados por decisiones políticas sobre el manejo del estado colombiano y el entorno económico en el que se ha ejecutado. Los retos que enfrenta el proceso de descentralización colombiano abarca una mejor calidad del gasto público territorial que asegure un mayor bienestar de los ciudadanos y un mayor recaudo tributario que aumente la economía local.
Por otro lado, la charla 'Antioquia Vs el Caribe, 200 años de divergencia regional en Colombia' estuvo liderada por el rector Adolfo Meisel y Javier Mejía, columnista de la revista Forbes e investigador postdoctoral en la Universidad de Stanford.
Javier Mejía y Adolfo Meisel durante la charla.
Durante más de 200 años en Antioquia y el Caribe se han proyectado varios temas de desarrollo económico y divergencia regional, donde se tocan diferentes intereses en el ámbito de la economía.
"Hace más de 200 años la ciudad de Cartagena tenía los ingresos per cápita más altos, vistos a través de los impuestos sobre el consumo y reflejados en el consumo de licor y tabaco. En esos años la heroica era un enclave militar, teniendo el monopolio del comercio exterior, siendo una ciudad fortificada con casi 1000 soldados profesionales, que tenían que ser mantenidos. Las zonas rurales eran muy pobres donde había predominación de energía extensiva, y esclavitud concentrada en las riberas del Canal del Dique, porque ellos eran destinados al mercado interno para abastecer a Cartagena de miel y producir licores o panela para el consumo local, por ende siempre había desigualdad", evocó el rector.
Por otro lado en Antioquia durante el siglo XX se concentró el desarrollo económico de Colombia, luego se dio el movimiento de convergencia nacional y este departamento tuvo un gran paso en desarrollo, pasando a liderar el avance económico nacional.
"Cuando se toca el tema del gran progreso antioqueño la gente tiende a irse al proceso de industrialización, que sucedió en las primeras décadas del siglo XX. Esta economía minera y de oro comenzó a prosperar a finales de La Colonia, y eventualmente empieza a canalizarse circuitos productivos e internos en Antioquía. Entonces de esta manera, a mediados del siglo XIX, se empieza a fortalecer toda una infraestructura social que va a soportar la industrialización, y lo más interesante para pensar que está llevada con los primeros movimientos del siglo anterior en esa zona del país", comentó Mejía.
Desde el siglo pasado el dinamismo económico del país estaba muy fuerte en el departamento antioqueño, en diferentes sectores como el minero y de industrialización, que lograron posicionar a este departamento como un referente para la economía industrial del país, lo cuál hoy actúa como un reflejo de lo que es Medellín y el Oriente antioqueño.
Revive la primera jornada de la Cátedra de Economía del Caribe
Por Jordy Barrios
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