"Dicen que Macondo son muchas cosas y a la vez no existe, es un lugar imaginado, una historia contada a través de las páginas de 100 años de soledad, es el taller del abuelo de Gabo donde fabricaba los pececitos de oro, es la estación del tren que respira un aire de nostalgia en Aracataca. Pero Macondo también es una especie de árbol que con sus más de 50 metros intenta tocar el cielo, sus flores se convierten en faroles que salen a volar una noche de cada abril como las mariposas amarillas del Macondo soñado. Un árbol descubierto por Humboldt durante sus exploraciones botánicas en 1800, posee una madera perfecta que se ha utilizado para construir desde canoas hasta cucharas de palo; su tronco recto y cilíndrico marcado con anillos prominentes y dispersos a manera de costillas, con hojas alternas simples y palmeadas de unos 30 cm de largo se caen en masa durante la época seca, sus frutos grandes y redondeados formados por cinco alas membranosas".
Macondo es el Caribe, Macondo es Ecocampus.
Texto extraído del video de los Premios Macondo Ecocampus 2020