Sedimentos del lago de Tota ayudarán a entender el clima de los últimos 30 mil años
Durante el mes de febrero, científicos paleoclimáticos estuvieron en el lago realizando extracciones de núcleos de sedimentos con miras a estudiar las huellas del pasado de los cambios climáticos del planeta.
Como parte del trabajo de investigación que científicos paleoclimáticos vienen desarrollando en el lago de Tota (Boyacá) desde hace 10 años, a través del estudio de núcleos de sedimentos extraídos del fondo para reconstruir el clima y los ecosistemas del pasado en el norte de Suramérica, durante el pasado mes de febrero, entre el 2 y el 17, emprendieron una nueva etapa de trabajo de campo en la que se extrajeron núcleos largos en zonas profundas que arrojarán información de, por lo menos, los últimos 30 mil años.
Jaime Escobar, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental de Uninorte e investigador del proyecto, explica que en este periodo de tiempo que estudiarán se tienen registrados cambios climáticos importantes, que han sido estudiados en otras partes del mundo, pero poco en Colombia. “Con el análisis de estos sedimentos también podremos estudiar la transición de la última glaciación (periodo frío) al interglaciar en el que nos encontramos (periodo caliente). Además de estudiar los últimos 10 mil años en los que tenemos toda la historia del desarrollo cultural en los Andes colombianos”, agrega el doctor en Paleoclima.
La particularidad del lago de Tota, principalmente su profundidad, la gran acumulación de sedimentos en su fondo y su ubicación en alta montaña (es el segundo lago navegable de mayor altitud en Suramérica), hacen que sea un sitio de gran valor para este tipo de estudios que se hacen a nivel mundial para identificar los principales cambios que ha sufrido el clima en la Tierra y cómo impactan en los ecosistemas. Por eso mismo su estudio fue incluido en un proyecto global centrado en los pocos lagos con estas características que son considerados archivos naturales del clima del planeta.
En este proyecto participan científicos colombianos de la Universidad del Norte y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), de la mano con colegas de la Universidad de Indiana/Purdue y la Universidad de Minnesota, y cuenta con la colaboración de la Universidad de la Florida, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Regina en Canadá.
De acuerdo con Escobar, la reconstrucción del clima que intentan hacer con los sedimentos de Tota dará respuesta a interrogantes relevantes para entender la dinámica actual: ¿Cuáles son los diversos mecanismos de forzamiento del cambio climático y ambiental tropical en diferentes escalas de tiempo?, ¿cuál es el tiempo, la velocidad y la estructura del clima tropical y el cambio ambiental en diferentes escalas de tiempo?, y ¿cómo responden los ecosistemas tropicales y las sociedades al cambio climático y ambiental natural e inducido por el hombre?
Los científicos saben que este tipo de investigaciones toman tiempo. La extracción de sedimentos a profundidades en un cuerpo de agua no es una tarea rutinaria. Hace diez años, el primero paso fue evaluar si las condiciones del lago eran propicias para un estudio de estos, para lo cual se generó un mapa batimétrico (topografía sumergida y características del fondo) de alta resolución. Este mapa, cuenta Escobar, se compara con otros para conocer cómo han cambiado las velocidades de acumulación de sedimentos en diferentes partes del lago en las últimas décadas.
El trabajo de estos últimos 10 años y lo que sigue en los próximos años pone a la Universidad del Norte en la punta de lanza a nivel internacional de las investigaciones en reconstrucción climática de los trópicos"
Jaime Escobar, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental.
Hasta el momento, el equipo científico ha generado mapas de capas de sedimentos, con los que identificaron partes del lago en las que pueden existir hasta 300 metros de sedimento acumulado, que abre un gran potencial para futuras investigaciones de reconstrucción del clima en una escala de tiempo más prolongada en el pasado. Hasta este año se habían extraído núcleos de sedimentos cortos de apenas 40 cm de longitud que dan cuenta de los últimos dos mil años de cambios climáticos y ambientales.
“Los núcleos cortos de sedimentos nos permitieron saber que las tasas de cambio modernas de temperatura son mucho mayores que las registradas en al menos los últimos dos mil años. A través de otros análisis pudimos conocer cómo se ha movido la vegetación altitudinalmente y cuáles especies han resistido más el cambio climático de los últimos dos mil años. Esta información es de vital importancia para la conservación de ecosistemas en el futuro y para alimentar los modelos climáticos”, agrega Escobar.
En esta última etapa, los investigadores llegaron a zonas más profundas del lago de Tota para extraer sedimentos más largos, lo que obviamente dificulta la logística de campo. Puntualmente, extraer en esas profundidades requiriere de equipos especiales que no se tienen en Colombia, por lo que hubo que traerlos del exterior solo para tal fin. Esta es la primera vez que en Suramérica se utilizan equipos de estos para hacer investigación. Por ahora, los investigadores involucrados tienen la seguridad de que en el lago de Tota seguirán trabajando por muchas más décadas.
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Dic 17, 2024
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