“Parques para la Gente”: análisis de una estrategia que busca el bienestar comunitario

Una de las apuestas de la actual gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, fue la recuperación de parques y espacios públicos alrededor del departamento. En cuatro años de gobierno ha llevado a cabo 60 obras a través del programa “Parques para la Gente”, que busca recuperar el espacio público y diseñarlo en conjunto con las comunidades que se beneficiarán de estos.

Jorge Ávila, gerente de "Parques para la Gente", estuvo invitado el 25 de septiembre al conversatorio Parques y bienestar en la región Caribe para hablar sobre el tema junto a los profesores Pamela Flores, del Departamento de Comunicación social y Periodismo; Andrés Vargas, del Departamento de Economía; y Nancy Gómez, decana de la División de Humanidades y Ciencias Sociales. En el conversatorio, que se llevó a cabo en el salón Gabriel García Márquez, Ávila explicó cómo ha sido el proceso que han utilizado para intervenir más de 600 000 metros cuadrados de espacio público.

De acuerdo con el gerente de "Parques para la Gente", para la construcción de cada uno de los parques se ha utilizado un modelo de cinco etapas. La primera consiste en diagnosticar y verificar las necesidades de la comunidad y cómo serían atendidas a través de la obra. Para ello, hay la necesidad de familiarizarse con los habitantes del territorio que se verán beneficiados con la obra del espacio público y qué problemáticas tienen.

Al mismo tiempo, es clave conocer el espacio físico a intervenir y priorizar espacios que estén especialmente deteriorados, ya que el mejoramiento de este tipo de lugares “tienen un efecto directo en las condiciones de seguridad, convivencia, relacionamiento comunitario y dinámicas económicas”, señaló Ávila.

Posteriormente, en la segunda etapa, se hace un diseño conceptual utilizando como base la información que recogieron en reuniones y entrevistas con la comunidad. En este diálogo se buscan propuestas de qué actividades quieren que se desempeñen en los parques para de esta forma incluirlas en el diseño del espacio.

Tras este primer diseño, en la tercera etapa, se hace una retroalimentación con la comunidad para realizar ajustes de acuerdo a las necesidades adicionales o reparos que tengan a la propuesta inicial. En este diálogo se llega a acuerdos con la comunidad ya que, en algunos casos, no se puede lograr todos y cada uno de los deseos que estas tienen por límites en el espacio y en los recursos.

La etapa cuatro consiste en ejecutar ese compromiso al que se ha llegado con la comunidad. Durante este momento también se llevan a cabo talleres de formación y capacitación para personas de la comunidad en temas como gestión de la convivencia y la seguridad, resolución de conflictos, gestión de espacio público y dejan las bases para que ellos mismos construyan los manuales de uso y aprovechamiento del espacio público.

Estos talleres indican quiénes son las personas que tienen mayor compromiso con la obra y, una vez terminada la construcción, estas son nombradas como la Liga de Guardianes, y están encargadas de velar por el mantenimiento y el buen uso del espacio público.

Al entregar la obra, que es la etapa cinco del proceso, se hace un plan de sostenibilidad. También se hace una construcción de memoria histórica para que, de esta forma, se cree en la comunidad un sentimiento de protección de este nuevo espacio y que pasen de ser “dolientes” de este lugar que estaba desolado y en mal estado, a ser “querientes” de este nuevo espacio de encuentro comunitario.

Flores, docente del Departamento de Comunicación social y Periodismo, afirmó que parte de la tarea es hacer consciente a los jóvenes y a los niños de que deben apropiarse de ese espacio público que encuentran hoy para garantizar su funcionamiento en el tiempo y resaltó la iniciativa del programa de la Liga de Guardancitos que apunta a formar a los más jóvenes en temas de memoria histórica.

El próximo enero se acaba el periodo de la actual gobernadora y desde "Parques para la Gente" se encuentran trabajando para dejar un documento técnico de guía para realizar el mantenimiento necesario a los espacios intervenidos y de esta forma, garantizar el funcionamiento de los parques y que estos espacios continúen siendo un lugar de encuentro, juego y disfrute de las comunidades atlanticenses.