"La lactancia materna es una relación bioemocional recíproca entre madre y bebé"

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, la Universidad del Norte apoyó por tercera vez a la Fundación ProCaps para el desarrollo del “8° Conversatorio Lactancia Materna”, a través del cual se promueve el sano crecimiento y desarrollo de la primera infancia, generando conciencia sobre el cuidado propio, la nutrición y la alimentación de madres del caribe. 

El evento, desarrollado en las instalaciones de Uninorte, contó con la participación de más de 1000 madres y profesionales de la salud que asistieron al panel interinstitucional, moderado por Silvia Cayón Ayub, directora ejecutiva de la Fundación Procaps, en donde se abordaron los avances y retos de la lactancia materna.

En ese contexto, Ana Rita Russo, directora del Programa de Desarrollo Psicoafectivo de Educación Emocional -Pisotón- de la Universidad del Norte, lideró una conferencia acerca de la etapa posnatal madre-bebé, en la que detalló la adaptación extrauterina, el síndrome de adaptación posnatal, la adaptación de la madre al lactar, factores y dificultades relacionados con la madre, entre otros temas, destacando el rol de la alimentación y el afecto, dos elementos fundamentales para el desarrollo humano. 

"Aunque la lactancia es frecuentemente asociada con la nutrición biológica, también juega un papel crucial en el vínculo afectivo entre madre e hijo, que puede ser seguro o inseguro, dependiendo de la calidad del cuidado y el amor recibido", advirtió. 

En ese sentido, Denis Polo, madre de familia del barrio Santo Domingo, expresó que la lactancia materna para ella es un momento íntimo que refuerza el vínculo, brindando seguridad y calma al bebé, especialmente en momentos de dolor o malestar. "Es una forma de expresar amor y protección tanto del bebe como de nosotras", agregó.

Russo abordó el síndrome de adaptación posnatal, que afecta tanto a la madre como al bebé, resaltando la importancia del apoyo del padre, la familia y los profesionales en el proceso.  

"Cada mujer experimenta este momento de manera diferente: algunas lo viven con alegría y entusiasmo, mientras que otras pueden sentir dudas, incertidumbre, ansiedad o incomodidad. Por eso es fundamental que los miembros de la familia brinden apoyo emocional, comprendiendo y participando activamente, ofreciendo cuidado, afecto y compañía a lo largo del proceso", añadió.

La familia debe ser consciente de que los niños son sensibles al estado emocional de la madre, ya sea de bienestar, tranquilidad o tensión. Si la madre se siente tensa, es crucial reconocerlo y contar con un grupo de apoyo profesional, familiar y social que escuche y atienda su malestar como una necesidad bioemocional que debe ser abordada, no cuestionada.

De acuerdo con Russo, posteriormente a esto, el "Puerperio" (período posterior al parto que dura aproximadamente 40 días), las mujeres atraviesan importantes cambios físicos y emocionales. El útero se contrae, el sistema hormonal se activa y el cuerpo se prepara para la lactancia, lo que puede hacer que la mujer no se sienta como antes.

Es común que experimente cambios de humor, reflejando su adaptación a la nueva realidad. "Estos cambios, aunque temporales, tambien requieren apoyo emocional para una recuperación adecuada, y son clave para que la madre desarrolle un vínculo afectivo seguro y confiado con su bebé".

Ninoska Pierina Lozano, madre del barrio Siape de Barranquilla, manifestó la importancia de la lactancia exclusiva que le dio a su hija por seis meses, que, aunque fue un poco difícil porque limita poder hacer muchas cosas y dedicarle tiempo 100 % al bebé, es una buena experiencia y lo mantiene más sano.     

“Estas reflexiones son relevantes para el Caribe en general, ya que integra investigación, academia y extensión, ofreciendo un espacio enriquecedor para profesionales y madres gestantes, fomentando un desarrollo emocional saludable", concluyó Ana Rita Russo.