Catalina Ruiz presenta "Deseada" y su enfoque feminista sobre la maternidad

¿Tener hijos es un obstáculo para la vida profesional? ¿Existe el instinto materno o es un mandato patriarcal? ¿La lactancia es un deber o una decisión? ¿Las madres deben seguir confinadas a la esfera privada y evitar participar en la defensa de sus derechos? Sobre estas y otras preguntas pone la lupa Catalina Ruiz Navarro, periodista y activista, en su nuevo libro Deseada: maternidad feminista, presentado el miércoles, 14 de agosto, en el auditorio Marvel Moreno. 

Las reflexiones de este texto fueron compartidas con estudiantes en el marco de Poéticas Contemporáneas, programa de charlas y presentaciones de la Maestría de Literatura y Escrituras Creativas, organizado por el Departamento de Humanidades y Filosofía y el Instituto de Idiomas. El conversatorio con Ruiz Navarro fue moderado por Sara Martínez, profesora del departamento.

"Este es un libro de filosofía disfrazado de libro de maternidad. En el feminismo hemos logrado muchos derechos en lo público, pero en lo privado las mamás parece que seguimos atascadas en el mismo problema de desigualdad. Uno puede llegar a creer que, como mujer independiente, que no tiene hijos, se escapa de todas esas opresiones, pero en realidad te persiguen así no seas mamá porque sigues siendo una mujer. La gente sigue esperando de ti la maternidad, que hagas trabajos de cuidado no remunerados, juzgando por no serlo. No nos hemos dado cuenta de que, si las madres no son libres y autónomas, ninguno de nosotros va a serlo", argumenta la periodista barranquillera.

En su libro analiza cómo los miedos asociados a la maternidad se arraigan en una percepción histórica que separa a las madres de la esfera del pensamiento crítico. "Parece que las madres sentimos y hacemos, pero no pensamos", comentó Ruiz Navarro, enfatizando en que esta separación es una construcción social que ha despojado a las madres del reconocimiento como productoras de conocimiento, perpetuando una idea de que la maternidad es casi incompatible con la filosofía y otras disciplinas intelectuales.  

La filósofa feminista destaca cómo estos discursos sobre la maternidad han sido instrumentalizados para mantener a las mujeres confinadas en lo privado, subordinadas a un ideal de "ángel del hogar". Para ella, este constructo, que parece antiguo y natural, es en realidad una creación moderna que ha servido para perpetuar la desigualdad de género.

"Cuando hablo de esto, la imagen que se nos viene a la mente es la de una mujer blanca, delgada, de clase media, en los años cincuenta. Pero esa es una invención de la Ilustración", argumentó, cuestionando cómo estos ideales han sido internalizados y perpetuados, afectando la libertad y autonomía de las mujeres. 

Dos de los “más grandes terrores de las sociedades contemporáneas”: la maternidad y el lenguaje incluyente, son una constante en este libro. A lo largo de sus ensayos y entrevistas el lector verá que muchos sustantivos terminan en ‘e’ “para señalar que no se refieren precisamente a hombres o mujeres, sino a ambos géneros o a ninguno”.  

“El uso del lenguaje incluyente es también una apuesta política: este es un libro transincluyente que reconoce y respeta a las infancias, maternidades y paternidades trans y no binarias”, concluye la autora en la nota de su libro.